Biólogo, investigador y filósofo, Humberto Maturana dedicó su
vida a resolver preguntas esenciales, entre ellas, qué es lo peculiar de lo
humano o qué es el lenguaje. Con su muerte, estas reflexiones vuelven a surgir,
sobre todo en vista de la crisis social que vive el país.
Abril Becerra
“Quiero escoger el momento en que voy a morir. No quiero ser una carga ni
generar daño”. El 17 de abril recién pasado, Humberto Maturana,
Premio Nacional de Ciencias 1994, dio una de sus últimas entrevistas. En dicha
conversación con La Tercera y junto a la bióloga
cultural Ximena Dávila, el filósofo de 92 años reflexionó sobre la
muerte, la democracia y las ideologías a raíz de su última publicación: La
revolución reflexiva.
En ese diálogo, también estuvo presente el tema de la muerte, sobre todo ante el alcance de la pandemia en el mundo: “El modo de vida del ser humano ha sido absolutamente destructivo”, comentó entonces el científico que se encontraba plenamente activo en sus quehaceres en el Instituto de Formación Matríztica que fundó junto a Dávila en el año 2000.
Por ello, distintas voces lamentaron la repentina muerte del
pensador, quien falleció este jueves en su hogar por complicaciones
respiratorias vinculadas a una neumonía no relacionada con el
COVID-19.
Ante ello, el rector de la Universidad de Chile, Ennio
Vivaldi señaló: “Dolorosa es la partida de Humberto Maturana. Un
amigo, un maestro, un motivo de orgullo tanto para la Universidad como para el
país entero. Quizás sea uno de los intelectuales más influyentes en el
mundo, más reconocido, no solo en el ámbito de la biología y la
filosofía, sino que su trabajo fue inspirador para muchas otras
disciplinas”.
“Es una persona de tremendo sentido humano. Nos enseñó mucho acerca de lo que es
vivir en sociedad, de lo que es respetar a las otras personas y quizás las
lecciones que nos deje en esa esfera son aún más valiosas en un momento en que
necesitamos tanto sentirnos parte de la sociedad, como ocurre ahora con la
pandemia”, sostuvo la autoridad universitaria.
Por su parte, la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés,
destacó: “La muerte de Humberto Maturana golpea al mundo de la ciencia, pero
también al humanismo y a la cultura. Además de ser Premio Nacional, fue un
hombre que dedicó su vida a la investigación, a la literatura y también a la
filosofía. Como legado nos deja su pensamiento y contundentes
reflexiones sobre la vida”.
Un pensamiento humanista
Humberto Maturana nació el 14 de septiembre de 1928 en
Santiago. Estudió en el Liceo Manuel de Salas para ingresar,
en 1950, a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Posteriormente,
se especializó en anatomía y neurofisiología, titulándose, en 1958, del Doctorado
en Biología de la Universidad Harvard en Estados Unidos.
Luego, en 1960, el investigador se transformaría en ayudante
de la cátedra de Biología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile,
convirtiéndose, en 1965, en profesor titular del plantel.
“Era imposible no encantarse con el profesor Maturana. Nadie podía quedar indiferente a sus
clases. Los de mi generación tuvieron un privilegio increíble. La lucidez y la
seriedad de su pensamiento era una cuestión muy desafiante. Invitaba a pensar,
al entendimiento”, comentó Jorge Mpodozis, académico de la
Universidad de Chile.
El cambio en la carrera de Maturana se dio en los años 70,
cuando publicó, junto al científico nacional, Francisco Varela, el
libro De Máquinas y Seres Vivos. En él los autores
presentaron el concepto de autopoiesis, con lo que
establecieron que los sistemas biológicos son unidades que se producen y
mantienen a sí mismas.
“Lo que pasa con los seres vivos refiere a que todas las
moléculas que los componen se producen allí. Entran y salen moléculas,
formando un remolino de producciones moleculares. De esta manera, las
moléculas que se van produciendo anticipan la producción de las mismas clases
de moléculas, constituyendo una unidad discreta. Y es a eso a lo que he llamado
autopoiesis”, explicó Maturana en su momento.
Estos postulados influyeron, rápidamente, en disciplinas como
la cibernética, la sociología y el lenguaje, por lo que Maturana ya no sólo fue
considerado como un biólogo, sino que también como uno de los humanistas más importantes
del último tiempo: “Hay que escucharlo. Hay que leer lo que escribe. Su
humanismo proviene de la biología”, precisó Jorge Mpodozis.
Para el decano de la Facultad de Ciencias de la
Universidad de Chile, Raúl Morales, el impacto fue tan relevante que
cambió la forma de entender la sociedad y su estructura: “ Al plantearse cómo
se organiza un ser vivo, se empieza a plantear cómo se organiza toda
estructura que tiene interacción con su entorno. De ahí empiezan a
surgir modelos computacionales de estructuras vivientes en el espacio
cibernético, digital”.
“Por eso se empezó a extender toda esta concepción no
solamente al campo de la informática, sino que también al campo de las ciencias
sociales. Fue una teoría de organización que fue paradigmática en
cuanto a poder emplearse el modelo en otros ámbitos del conocimiento humano”,
dijo.
De esa forma, a raíz de su teoría de la organización de
los seres vivos, el biólogo también desarrolló su pensamiento en la
organización social. Allí estableció una idea que acababa con algunos de los
parámetros establecidos históricamente, dando prioridad a la idea de comunidad
y colaboración.
“En esa perspectiva, empieza a plantear la importancia de una
sociedad que abandona los conceptos de la competitividad para
llevarlo al campo de la colaboración. Eso es lo fundamental que lega para el
país”, subrayó el decano Raúl Morales.
“Justamente, estamos tratando de cambiar la Constitución para
alcanzar estándares en los que todos se sientan que forman parte de una
sociedad y no una sociedad que compite y discrimina, sino que al revés, una
sociedad que colabora y que integra, que acoge. En esa perspectiva, su
legado pasa a ser fundamental a la hora de las discusiones que estamos pensando
emprender como sociedad, como país”, explicó.
La despedida
Humberto Maturana será despedido dentro de estos días. El
velorio y el funeral se realizará en el cementerio Parque del Recuerdo, de
acuerdo a las medidas sanitarias establecidas desde el Ministerio de
Salud.
“Hacemos un llamado a honrar la memoria de Humberto desde sus
hogares, respetando así el autocuidado de todas y todos”, informó la familia
del pensador en un comunicado. Mientras, la Universidad de Chile
ya decretó tres días de duelo universitario por su muerte. El Gobierno
también decidió decretar duelo nacional ante su fallecimiento.
Fuente: UChile / Chile