El “médico de los pobres” se convirtió en el primer beato del
país luego de que el papa Francisco avalara un milagro. Miles de personas
rinden culto a esta figura.
Pasaron décadas hasta que se cumplió el anhelo de millones de
católicos venezolanos, que este viernes (30.04.2021) presenciaron la
beatificación del "médico de los pobres”, José Gregorio Hernández
(1864-1919), en un acto con acceso limitado debido a la pandemia del
coronavirus, que golpea con dureza al país sudamericano. La ceremonia no pudo
realizarse, por ello, en un estadio, como era la intención inicial.
En cambio, la declaración como beato se oficializó en una celebración con 150 invitados en la iglesia del colegio La Salle y fue encabezada por el nuncio apostólico de Venezuela, Aldo Giordano. En esa ceremonia, a la que asistieron otras autoridades eclesiásticas, se leyó un documento aprobado por el papa Francisco, quien respondió así a una solicitud elevada por el cardenal venezolano Baltazar Porras.
"Con nuestra autoridad apostólica concedemos que el
venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto
en la ciencia y excelente en la fe, que reconociendo en los enfermos el rostro
sufriente del Señor como el Buen Samaritano, los socorrió con caridad
evangélica curando sus heridas del cuerpo y del espíritu, de ahora en adelante
sea llamado beato", indicó Giordano, cuyas palabras fueron aplaudidas por
los asistentes al grito de "¡Viva José Gregorio! ¡José Gregorio es
nuestro!".
Papa avaló un milagro
La beatificación se llevó a cabo después de que el papa
Francisco reconociera el supuesto milagro concedido a la niña Yaxury Solórzano
Ortega, una pequeña de 10 años que en marzo de 2017 recibió un disparo en la
cabeza durante un asalto mientras se encontraba con su padre y a quien los
médicos que la atendieron habían desahuciado. La madre de la menor rezó a José
Gregorio para su cura, razón por la que, según la versión de sus familiares, y
que fue avalada por el papa, se salvó.
En Venezuela esperan que próximamente Hernández sea
canonizado, para lo cual se debe aportar un segundo milagro. Las campanas de la
iglesia del barrio popular de La Candelaria -donde sus restos del ahora beato
reposaron hasta octubre de 2020, cuando fue exhumado para el proceso de
beatificación- sonaron tras la declaración con unos 300 fieles congregados a
las afueras.
Miles claman haber sido salvados por el médico milagroso a lo
largo de décadas, pero no fue hasta junio de 2020 cuando el
papa Francisco firmó el decreto de beatificación tras
"aprobar" el caso de Solórzano, quien asistió a la ceremonia junto a
su familia.
DZC (EFE, AFP) / Tomado de D.W - Alemania