• Observatorio Venezolano de Prisiones denunció ante CIDH precariedad de las cárceles de Venezuela

- Caracas. “El
sistema penitenciario venezolano no tiene las condiciones mínimas que
reúna los estándares internacionales para albergar en los centros
penitenciarios a personas de grupos vulnerables, tales como adultos
mayores, niños, indígenas, personas LGTBI y mujeres embarazadas, en
período de post parto y lactantes”, denunció Carolina Girón, directora del
Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) durante el 141° Período Ordinario
de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(CorteIDH).
- En el marco de la audiencia pública de
solicitud de opinión consultiva sobre enfoques diferenciados en materia de
personas privadas de libertad, Girón enfatizó que el hacinamiento en las
cárceles es crítico con un 120%; así como también explicó que la población
carcelaria es de 37 mil 500 personas y la capacidad instalada es para 26
mil 238.
- Durante su participación, la directora del OVP
recalcó que durante 2020 se registraron 292 muertes, de las cuales 184
fueron a causa de desnutrición y tuberculosis. Esto representa más de 60%
de los fallecidos en los penales venezolanos.
- La abogada y defensora de Derechos Humanos
explicó ante la CorteIDH que en Venezuela existen dos modalidades de
centros: los abiertos que son controlados por presos, y los que permanecen
bajo régimen con estricto control del Ministerio de Servicios
Penitenciarios.
- “La actual infraestructura data de más de 20
años, en notable deterioro por falta de mantenimiento tanto correctivo
como preventivo y la gran mayoría no cuenta con agua potable, esta es
surtida mediante camiones cisternas, una vez a la semana los más
favorecidos”, indicó Girón.
- En ese sentido, recordó que en el país existen
nueve centros penitenciarios que son beneficiarios de medidas
provisionales de protección dictadas por la CIDH: Internado Judicial Rodeo
I y Rodeo II, Centro Penitenciario Metropolitano Yare I y Yare II, Centro
Penitenciario de Aragua, Centro Penitenciario Región Oriental Monagas,
Internado Judicial Bolívar, Centro Penitenciario David Viloria y el Centro
Penitenciario de la Región Andina Mérida, sin que hasta la presente fecha
se hayan cumplido los requerimientos.
- Sin
pruebas de Covid -19
- “Durante el estado de alarma por pandemia,
decretado el 13 de marzo de 2020, hasta la fecha no se han practicado
pruebas para descartar contagio por la Covid-19, por lo que no se conoce
si en las cárceles ha habido contagios o muertes por esta enfermedad”,
manifestó Carolina Girón, directora del OVP.
- De la misma forma, expresó que los hombres y
mujeres que están presos en las cárceles venezolanas carecen de atención
médica y el acceso a medicamentos es precario, por lo que son los
familiares quienes deben suministrarlos y además solicitar los traslados a
los centros de salud.
- En cuanto a la alimentación suministrada por
los centros penitenciarios, sentenció que es mínima y constantemente
escasea. Debido a esta situación, son los familiares quienes deben llevar
alimentos y agua potable.
- Estado
viola los derechos de las personas vulnerables
- Durante el periodo de sesiones, la directora de
OVP también relató la situación de privados de libertad que forman parte
de los grupos más vulnerables.
- En el país son 2 mil 200 las mujeres que se
encuentran recluidas en centros carcelarios. En Venezuela solo existe una
cárcel para mujeres que es el Instituto Nacional de Orientación Femenina
(INOF), ubicado en la ciudad de Los Teques a 20 minutos de Caracas, el
resto son anexos construidos al lado de los centros penitenciarios para
hombres que no poseen la infraestructura necesaria para la atención de
mujeres en la condición especial para mujeres embarazadas, en período de
post parto y lactantes.
- En este penal y los anexos femeninos no se
permite la visita de hombres, por lo que los niños no tienen contacto con
sus padres.
- Si alguna privada de libertad tiene un niño
estando en prisión estos permanecen con la madre hasta los 3 años de edad,
en algunos casos los entregan a familiares o a una institución de abrigo.
- Ante esta situación es evidente que en los
centros de reclusión en Venezuela no se cumplen las Reglas Bangkok.
- La directora de OVP añadió que las personas
LGBTI sufren discriminación, tratos crueles, degradantes e inhumanos,
tanto de la población reclusa como de los custodios, es común el abuso
sexual y que sean utilizados para labores de aseo y recolección de
desechos.
- En cuanto a las personas indígenas,
relató que viven como el resto de la población, no hay respeto para sus
creencias ni cultura, deben adaptarse a las normas de convivencia del
recinto, así como tampoco cuentan con intérpretes dentro de los centros.
El momento fue propicio para recordar el caso del preso político Salvador
Franco, indígena de la etnia Pemón, a quien lo dejaron morir en la cárcel
Rodeo II teniendo orden de traslado a un centro de salud.
- En cuanto a los adolescentes infractores, Girón
expresó que son sometidos a ejercicios físicos de orden cerrado. En tanto,
no se conoce la cantidad de adolescentes detenidos en el país por la
opacidad del Estado, y es de conocimiento público que las instituciones no
cuentan con el personal necesario para cumplir con los programas
socioeducativos individuales.
- Recordemos que la legislación venezolana
establece que las personas mayores de 70 años de edad no deben ser sujeto
de medidas privativas de libertad, pero esta norma no se cumple porque se
privilegia la privación de libertad ante cualquier otra alternativa de
enjuiciamiento o cumplimiento de pena.
- En
calabozos policiales la situación se agrava
- En otro orden de idea, Carolina Girón recalcó
ante la CorteIDH que el padecimiento del grupo vulnerable en los calabozos
policiales es peor aún.
- Calificó la situación como preocupante y
explicó que en estos centros “no hay acceso ni a la alimentación, agua
potable, instalaciones sanitarias, ni a servicios médicos, donde el
hacinamiento supera el 400% por capacidad instalada. Solo se mantienen
separadas a las mujeres en celdas, sin ventilación y sin oportunidad de
desplazamiento, mayormente duermen en el piso y en condiciones muy
precarias”, puntualizó Girón.
- La directora de OVP pidió ante la CorteIDH
debatir la obligación de los estados a cumplir las decisiones de la corte
y que no queden ilusorios sus fallos a los fines de reparación y/o
protección a las víctimas.
- Fuente: Nota de prensa.