A las organizaciones del movimiento indígena ecuatoriano
A las organizaciones populares y de izquierda
A la ciudadanía en general
Frente a los primeros anuncios realizados por el
presidente electo Guillermo Lasso, respecto a las políticas que
implementará en su gobierno a partir de mayo, desde el Pueblo Kitu Kara
consideramos necesario poner sobre la mesa algunas reflexiones en torno a
la posición que deberíamos asumir como Movimiento Indígena, Pachakutik,
Movimientos Sociales y Sectores Populares.
1. La historia de los últimos 30 años en el Ecuador nos
demuestra que los acuerdos con el FMI aumentan las desigualdades sociales y
económicas, aumenta la pobreza, la represión, el debilitamiento de la
institucionalidad y la democracia, provocando sufrimiento para la mayoría
del pueblo ecuatoriano y las nacionalidades indígenas. Ninguna de las
políticas del FMI: privatizaciones, reducción de derechos sociales,
flexibilización laboral, desregulación financiera, disminución de impuestos
y remisión a los grandes capitales han beneficiado a las poblaciones
empobrecidas, ni en el Ecuador, ni en ningún lugar del mundo. En los años
90s ese modelo nos llevó a la subida permanente de los combustibles y
productos de primera necesidad, al feriado bancario, a la extrema pobreza,
al desamparo social de millones de personas, a la destrucción de los
sistemas públicos de educación y salud, y provocaron grandes migraciones al
exterior, incluso desde dentro de las comunidades. Actualmente, la
aplicación de los nuevos acuerdos con el FMI están provocado el incremento
progresivo en el precio de los combustibles, el alza del pasaje, el aumento
del precio de los productos de consumo, un pésimo manejo de la pandemia y
el plan de vacunación, pero por otro lado aumenta los privilegios de los
tradicionales grupos de poder.
2. El señor Lasso ha dicho también que “seguirá el modelo
del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, incluso su primera visita
internacional ha sido para saludar al gobierno neoliberal de Iván Duque.
Para todos es conocido que tanto Uribe como Duque, aplicaron a sangre y
fuego el modelo neoliberal, beneficiando a grandes industriales,
terratenientes, agroindustriales, exportadores, incluido el narcotráfico,
llevando la guerra interna a extremos genocidas que continúa aun con
asesinatos selectivos de campesinos, indígenas, opositores, críticos,
dirigentes sociales, artistas e intelectuales de izquierda. Por otro lado
saluda e invita al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien imbuido
de fanatismo evangélico, racista, machista y militarista ataca a las
organizaciones sociales y deja que el pueblo brasileño muera masivamente
víctima de uno de los peores manejos sanitarios a nivel mundial de la
pandemia del COVID 19. Por eso, y por otras enseñanzas de la historia,
debemos recordar que el neoliberalismo viene siempre con violencia,
destrucción, pobreza y muerte para el pueblo.
3. En el levantamiento de octubre de 2019 vimos con
claridad como todas las derechas se juntaron en un solo bloque de poder
para hacer frente a la protesta indígena y popular contra las políticas
neoliberales. Ese bloque de derecha en el poder reprimió con inusitada
violencia la protesta social, dejando varios muertos, más de mil heridos,
mil detenidos y varios dirigentes y luchadores enjuiciados. La derecha se
mostró sin escrúpulos para detener a un pueblo levantado. Ahí estuvieron
Nebot, el PSC, las Cámaras de Comercio, los grandes medios de comunicación,
CREO y Guillermo Lasso presionando al presidente Moreno para que aplique
“mano dura”, enviando a todas las fuerzas represivas del Estado, con
Oswaldo Jarrín y María Paula Romo a la cabeza, en contra del pueblo.
4. El triunfo de Guillermo Lasso abre un gran espacio
para la rearticulación de las derechas y los sectores más reaccionarios del
país. Esto debe obligarnos a todas las organizaciones sociales a priorizar
dos cosas urgentes: a privilegiar la unidad por sobre todas las
diferencias; y, a una renovación y ampliación de las propuestas
anticapitalistas. La plurinacionalidad, el feminismo, el ecologismo, las
juventudes deben ser perspectivas que deben dar cuenta de las nuevas
realidades y condiciones estructurales y de la coyuntura. Teniendo en
cuenta esta necesidad, actuar privilegiando las diferencias y rivalidades
organizativas internas no solo nos llevan a confusiones, dispersión
política, sino que pone en riesgo a nuestras propias organizaciones. Lo que
está en juego en este momento para el Movimiento Indígena y Pachakutik es
cómo dar cuerpo y viabilidad al mandato expresado por las y los
ecuatorianos en el levantamiento de octubre y en el proceso electoral.
Nuestro enemigo principal en este momento no es otro que el neoliberalismo
y su nuevo gobierno, y contra él hay que posicionarse con firmeza y
claridad.
5. El Movimiento Pachakutik surgió en medio de la lucha
contra las políticas neoliberales de los gobiernos de los años 90s. Nació
como un espacio amplio de articulación de varios sectores sociales y la
izquierda ecuatoriana: Movimiento Indígena, organizaciones poblacionales
urbanas, Coordinadora de Movimientos Sociales -CMS-, sindicatos, y otros
sectores populares, que luchábamos contra las privatizaciones, los recortes
de la inversión pública en educación, salud, infraestructura, etc. En este
sentido, Pachakutik se posicionó como una opción política para las grandes
mayorías del pueblo ecuatoriano, Pueblos y Nacionalidades Indígenas,
sectores populares, clases medias bajas, pueblo afro, mujeres, jóvenes,
jubilados, etc. La historia nos ha enseñado que nuestras luchas como
Pueblos y Nacionalidades deben apuntar en la dirección del bien común de
las grandes mayorías, no solamente por nuestros legítimos derechos; ¡Nada
sólo para los indígenas! era la consigna. Si bien el Movimiento Indígena es
la fuerza principal de Pachakutik, su capacidad como espacio de
convergencia nacional de los sectores sociales y populares debe ser
potenciada, ampliada y renovada, sobre todo a partir del inmenso apoyo
electoral recibido el 7 de febrero y el 11 de abril. Ahí hay un mandato
dado por cerca de dos millones de ecuatorianos y ecuatorianas y que debe
ser construido urgentemente.
6. Cuando hemos dejado de lado las alianzas y
convergencias, la retroalimentación y ampliación de nuestras propuestas,
generalmente sucede que terminamos debilitados y aislados del resto de
organizaciones del campo popular y de la sociedad, sin los cuales resulta
mucho más difícil avanzar en la lucha. Por ello, la articulación con otros
sectores sociales, de las organizaciones populares y de izquierda es
absolutamente importante y necesaria, más en estos momentos en que las
derechas se unifican en torno al gobierno de Lasso. Nosotros, como organizaciones
de izquierda, no podemos seguir en disputas internas fratricidas, por más
legítimas que éstas sean, pues lo único que provocaremos es el
debilitamiento y la inacción política, abriendo las puertas a la
posibilidad de una fuerte derrota estratégica. En este sentido, es
totalmente necesario y urgente la conformación de un gran Frente
Plurinacional, popular y anti neoliberal en donde confluyan todas
las fuerzas anti neoliberales que tengan como objetivo el bien de toda la
sociedad ecuatoriana. Este Frente debe articularse tanto al interior de la
Asamblea Nacional así como en las calles.
7. Igualmente es urgente recoger las propuestas que
construimos al calor de las acciones del levantamiento de octubre. La
propuesta “Minga por la Vida” del Parlamento de los Pueblos debe
ser una de las bases de la articulación, el debate y la acción político
organizativa. Esta agenda urge ser socializada, debatida, ampliada y
profundizada como base para definir prioridades legislativas en la Asamblea
Nacional, así como para situar con claridad con quiénes podemos alcanzar
acuerdos y alianzas en base a coincidencias programáticas en pos del
bienestar de toda la sociedad ecuatoriana.
8. Finalmente recordar que, con la lucha de octubre y con
los resultados del proceso electoral, a pesar de todas las dificultades,
hemos logrado posicionarnos como una fuerza de izquierda legítima y viable
contra el neoliberalismo y a favor de la construcción del Estado
Plurinacional con justicia, derechos, equidad económica y democracia para
todos los ecuatorianos. Fuerza y legitimidad que no se pueden olvidar,
desechar ni manchar por agendas personales, grupales ni mucho menos por
coqueteos con la derecha, eso equivale a traicionar los horizontes
históricos de nuestras luchas que tanto sacrificio nos ha costado construir
y sostener.
Por el Estado Plurinacional e Intercultural
Víctor
Cochambay
Presidente (e) del Consejo de Gobierno
Pueblo Kitu Kara
Fernando Cabascango
Asambleísta Electo por Pichincha.
|