De la academia al parlamento. Es la ruta que busca quien
encabeza la «lista nacional» de un partido nuevo, Unión y Progreso, que había
prometido buscar candidatos en sectores no convencionales. Luis Mata Mollejas habla del
derecho al pataleo, de querer defender a la gente desde la Asamblea Nacional
(AN), de un gobierno interino que debe desaparecer y de una dolarización que no
respalda
Luis Mata Mollejas es individuo de número de la Academia de
Ciencias Económicas, y ha dado el salto a la arena política junto a una
organización nueva, Unión y Progreso. El partido, nacido bajo la guía de
Eduardo Fernández y Mercedes Malavé luego de las intervenciones judiciales de
Copei, ha puesto como cabeza de su «lista nacional» -esa que aportará 48
diputados al resultado del 6 de diciembre a pesar de no aparecer en la
Constitución- a un académico. «Esa es una institucion de elite entre los
economistas, y allí no se llega con facilidad. Soy un representante de eso»,
abre fuegos el candidato, que admite no haber buscado tal rol. «Así lo
escogieron ellos para indicar que tenían, además de políticos de primera línea,
esa cosa que se llama ‘los intelectuales’ o algo así».
De creencia socialcristiana, a sus 82 años pudiera ser
el diputado de mayor edad en una nueva legislatura y, por tanto, el encargado
de ser director de debates de su primera sesión. «Yo no tengo una bola de
cristal, pero si me toca no sería la primera vez que dirijo un debate».
-¿Cuáles son las ideas fundamentales que tendrá una bancada de Unión y Progreso?
-Estamos en una situación inconcebible que empezó en el año
2000, cuando la gente que trabajaba podía comer sin pedir limosna. Este
gobierno acostumbró a la gente que coma siempre y cuando pida la lismosna y
cumpla las obligaciones o los requisitos que ellos quieren. Eso es una
situación de muy poca dignidad. El salario en Venezuela es de medio dólar,
estamos en el mundo de la miseria. Tenemos que cambiar las leyes que empezaron
a modificarse en el año 2000 con la asunción de este régimen que impidió que el
país se adaptara a las nuevas circunstancias mundiales. Todo lo que pasó a
manos del sector público es un desastre, hasta los servicios públicos.
-¿Por qué el chavismo dejaría que cambiaran su entramado
legal?
-Nosotros vamos a pelear por la gente, esa es la promesa.
-¿Creen que la oposición puede ser mayoría en lo que resulte
del 6D?
-No sé. Ya lo veremos. La tarea en este momento es pedirle a
la gente que vaya a votar. La desesperación es tal que no han escatimado ellos
(el oficialismo) en decir que el que no vota no come. ¿Eso es señal de
fortaleza o de debilidad?
-Es una señal en medio de un proceso caificado como
fraudulento por la manera en que ha sido convocado y organizado.
-Cuando se ha seguido la estrategia de no aprovechar as
oportunidades, como ocurrió en 2005 o en 2018, tú le dejas todos los puestos de
elección al gobierno. Te rindes antes de pelear. Eso se parece al Síndrome de
Estocolmo.
-¿Qué opinan sobre el nuevo diseño del sistema electoral que
no cumple lo establecido en la Constitución?
-Te lo encuentras hecho. La disposición que existe es acatar.
No puedes luchar contra la ley de la gravedad. ¿Hicimos la ley de la gravedad?
No, lo que sabes es que existe. Inventas los aviones para tratar de escapar de
ella. Eso es lo que estamos haciendo. Ese es el carácter humano: razonar,
utilizar tus ideas, las manos, y no sentarse a pedir que un Dios del cielo
resuelva el problema.
-Una nueva Asamblea Nacional (AN) tendrá que lidiar con una
ley antibloqueo ya aprobada.
-Esa es la pelea que tenemos que dar.
-¿Cómo?
-Peleando. El parlamento es para hablar, para gritar, para
usar los argumentos que tenemos a la mano. Esa ley, como todas las otras leyes
que han hecho, va en la dirección equivocada.
-Pueden no darles espacio a hablar nada, al asumir que es «constitucional»
y por tanto la AN no tiene competencia para trabajarla.
-Lo pueden decir, pero el que está amarrado, como está el
país, tiene derecho al pataleo.
-¿Creen que el PSUV actuará distinto luego del 6D a como ha
actuado con la actual AN?
-Eso hay que preguntárlselo a ellos. Lo que sabemos es que
tenemos que pelear. Nosotros sabemos que para ellos quien tiene ideas distintas
es el enemigo, es la filosofía que les viene del marxismo: negarle al enemigo
el agua y la sal. Pero un país no se construye dividiéndolo, sino colaborando.
-Cuando le ofrecen ser candidato y encabezar una «lista
nacional», ¿por qué acepta?
-Cuando yo me enteré que ellos estaban funcionando, los
apoyé. Manifesté a los directivos (de Unión y Progreso) que me parece magnífico
rescatar la tarea que se venía haciendo. Yo no pedí nada. Ellos me ofrecieron
eso y yo encantado los apoyo. Cuando yo era estudiante de economía, el jefe del
Instituto de Investigaciones Económicas de la UCV era (Domingo) Maza Zavala y
yo era un asistente de ese instituto. Yo entonces le hice la misma pregunta
cuando se lanzó como candidato. Su respuesta fue: ¿es que tú crees que
debo permanecer como una vestal impoluta, encerrado en la torre de marfil de
esta institución? Eso se llama dignidad y compromiso con las ideas.
Hay que defender las ideas.
-¿Qué posturá tomarán con respecto al gobierno interino que
seguirá existiendo más allá del 5 de enero de 2021?
-Ese supuesto gibierno interino cesa inmediatamente en que
sea electa la nueva Asamblea Nacional, porque no fueron electos para
siempre. Porque se les acaba el período. Desde lo jurídico, son
representantes de la Asamblea Nacional hasta que hay nuevos diputados electos.
-Pero dicen que no, que seguirán adelante en la medida que el
6D no es legítimo.
-Simplemente habrán dejado de existir. Ellos cometieron
varios errores, el primero fue no haber legislado nada. Incumplieron el mandato
para lo que fueron electos.
-Varias organizaciones postulantes, como Avanzada, Copei y
otras, hablan de la «dolarización del salario». ¿Apoyarían esa idea en la AN?
-No. El dólar es la moneda nacional de Estados Unidos. La
mite la Reserva Federal. Dolarizar significa que el banco de la Reserva Federal
se hace responsable por las operaciones administrativas de un gobierno. Eso es
una ilusión. El que tú utilices los dólares, como se usa el peso en Zuia o la
moneda brasileña en Bolívar no significa que esos bancos nacionales deban
considerar que somos su colonia. Ese es el centro del meollo de la economía
monetaria. El gobierno destruyó la moneda nacional y la confianza en la
moneda nacional, y los venezolanos se han visto obligados a manejarse con
monedas de otros países. Nos hemos retrotraído a épocas anteirores a 1870
cuando (Antonio) Guzmán Blanco hizo la primera emisión de bolívares. Cuando
eso se plantee en la AN, tienes que crear una moneda nacional nueva y hacerla
digna de fe.
-¿Cómo la llamaría?
-Se puede llamar bolívar, o como te dé la gana, pero hay que
darle credibilidad, y necesitas un gobierno con credibilidad, un banco central
serio y una sociedad productiva.
Tomado de Tal Cual / Caracas.