La pandemia del coronavirus ha dejado
a miles de estudiantes extranjeros en Francia al borde de la pobreza. Lejos de
sus seres queridos, confinados en sus pequeñas habitaciones y sin poder
trabajar, muchos sobreviven a duras penas gracias a los bancos de alimentos.
Para pagar el arriendo de una pequeña habitación de 17 metros cuadrados en el campus universitario internacional de París - 577 euros por mes (690 dólares) – los estudiantes reciben una ayuda excepcional de esta ciudadela donde viven 6.000 estudiantes provenientes de todo el mundo.
Para comer dependen de la solidaridad
de sus compañeros y de la ayuda de bancos de alimentos que, frente a una
explosión de la demanda, comenzaron a distribuir víveres cada semana
directamente en este campus, algo inédito.
Las asociaciones de ayuda alertan
desde hace meses sobre una explosión del número de solicitudes de ayuda de
estudiantes, sobre todo extranjeros, muchos de los cuales se quedaron sin
empleo debido a las medidas de confinamiento.
Morgane Saby, responsable de una
antena parisina del Socorro Popular francés, estima que las peticiones de ayuda
social por parte de estudiantes universitarios "se han multiplicado casi
por tres desde septiembre".
"La mayoría vienen de África
Subsahariana y el Magreb, pero también tenemos unos cuantos
sudamericanos", dice a la AFP.
"La situación es particularmente
difícil para los estudiantes extranjeros porque muchos se quedaron sin trabajo
y han dejado de recibir ayuda de sus familias", también asfixiadas por la
crisis del covid, coincide Laurence Marion, delegada general del campus
universitario internacional de París. (afp)
Tomado de D.W / Alemania