La senadora de California, de 56 años, será la primera mujer
en ocupar ese puesto en EEUU y, por tanto, una más que potencial aspirante a
relevar a Biden en 2024. El ascenso del número dos de Obama al
despacho más poderoso del mundo no ha dejado resuelto el relevo generacional
del partido, asignatura pendiente para la siguiente elección. Harris, una
exfiscal negra, de padre jamaicano y madre india, y una de las aspirantes de
las primarias de este año, llamó este sábado a «empezar» a trabajar, después de
que los medios atribuyeron a su compañero de fórmula Joe Biden la victoria en
las elecciones. «Esta elección se trata de mucho más que de Joe Biden y de mí»,
dijo Harris en Twitter. «Tenemos mucho trabajo por hacer. Así que empecemos»,
agregó la senadora.
Con una carrera brillante, digna del mejor «sueño americano»
a pesar de capítulos controvertidos, Harris soñaba con convertirse en la
primera mujer negra presidenta de Estados Unidos.
Finalmente se postuló a la vicepresidencia pero, sin duda, con la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2024 y la esperanza de romper entonces el techo de cristal definitivo.
Harris ya tiene títulos de pionera. Creció en Oakland, donde
su padre, profesor de economía, y su madre, investigadora del cáncer de mama,
eran activistas de los derechos civiles.
Graduada de la Universidad Howard, fundada en Washington DC
para acoger a estudiantes afroestadounidenses en medio de la segregación,
recuerda regularmente su membresía en la asociación de estudiantes negros
«Alpha Kappa Alpha».
Después de dos mandatos como fiscal en San Francisco
(2004-2011), fue elegida dos veces fiscal general de California (2011-2017), convirtiéndose
en la primera mujer, pero también la primera persona negra, en encabezar los
servicios judiciales del estado más poblado del país.
Luego, en enero de 2017, prestó juramento en el Senado en la
capital estadounidense como la primera mujer del sur de Asia y la segunda
senadora negra de la historia.
Su riguroso cuestionamiento de los candidatos presidenciales
durante las audiencias de confirmación en el Senado la hizo conocer como el
rostro contra los magistrados designados a la Corte Suprema Brett Kavanaugh y
Amy Coney Barrett.
Durante las primarias demócratas, también prometió «liderar
la acusación» contra Trump en el Congreso.
Principal reto de Biden: sacar al país de la grave crisis
económica y sanitaria
El futuro presidente afronta el reto de sacar al país de una
grave crisis económica y sanitaria que nadie veía venir hace tan solo un año, y
deberá hacerlo en medio de una grave fractura política y social. Los
estadounidenses están más divididos que hace cuatro años en asuntos como la
raza, el género o las armas y la campaña se ha desarrollado de forma
especialmente bronca. Y el desgarro con el que se ha desarrollado el propio
proceso electoral empeora las cosas. Trump ya ha advertido de que impugnará la
derrota, alegando, sobre todo, que no se pueden seguir contando los votos
anticipados después del día de las elecciones, algo legal y refrendado por los
tribunales. Es el hombre que usa “perdedor” como insulto más recurrente y suele
hablar de “ganar” para referirse al progreso y desarrollo de Estados Unidos. El
martes electoral, mientras los estadounidenses votaban, se expresó con
franqueza ante un grupo de periodistas en la sede del Comité Republicano de
Virginia: “Ganar siempre es fácil; perder, no. No para mí”, dijo.
Texto tomado de La República / Uruguay