Por Enrique Krauze
Sembró odio, polarizó al país, degradó el lenguaje político,
repudió las reglas escritas, transgredió las reglas no escritas, insultó a la
prensa, difamó a sus críticos, mintió por sistema, menospreció a la ciencia,
desdeñó el cambio climático, desgarró familias migrantes, humilló a las
mujeres, despreció a las víctimas, encomió a los victimarios, incrementó la
pobreza, aumentó el desempleo, subió la inseguridad, destruyó las
instituciones, desechó a generaciones de servidores públicos, devaluó la
educación pública, encarnó el culto a la personalidad, mimó a los dictadores,
abandonó el multilateralismo, abrazó el aislacionismo, subyugó al Poder
Judicial, avasalló al Poder Legislativo, alardeó de ser figura histórica,
manipuló los símbolos religiosos, fortaleció a los evangélicos, alentó el
racismo, alimentó el clasismo, promovió a su familia, prohijó negocios
ilícitos, ignoró al fisco, canceló el seguro médico universal, minimizó la
pandemia, politizó el uso de cubre bocas, desacreditó a los expertos en la
pandemia, padeció incontinencia mediática, aspiró a autocracia, minó a la
democracia, pisoteó las libertades.
Firmó el T-MEC.
Jugó golf.