El Estado más pequeño
del mundo tiene 800 ciudadanos que no pagan tasas, 130 agentes de policía
propia aparte de la guardia suiza y un único juez
Es la única monarquía
absolutista del mundo cuyo líder es elegido por sufragio. Votan los cardenales
de menos de 80 años. El Papa concentra el poder ejecutivo, legislativo y
judicial
Se financia por
contribuciones de católicos de todo el mundo, el turismo y la venta de
publicaciones. Sus servicios financieros –el Banco Vaticano– están siendo
vigilados por sospecha de corrupción
Jesús Bastante - eldiario.es / España
Es el estado independiente más pequeño del mundo, con apenas
44 hectáreas de terreno –menos de la mitad del parque del Retiro de Madrid–
pero su poderío convierte a la Ciudad del Vaticano en uno de
los países más influyentes de la Tierra. La Santa Sede es un ejemplo
único de la supervivencia del modelo de ciudades-estado del medievo. Así
se organiza.
El estado más pequeño
El Estado de la Ciudad del Vaticano se encuentra en Roma,
tiene una superficie de medio kilómetro cuadrado y cuenta con unos
800 habitantes. Es el Estado más pequeño del mundo. Los límites del
Vaticano se definieron de acuerdo con el Estado italiano mediante los
Pactos Lateranenses, el 11 de febrero de 1929. Además, la comunidad
internacional permite la navegación marítima con buques propios, pese a
que el Vaticano no tiene acceso directo al mar. Algo similar sucede con la
aviación.
Una monarquía absoluta
El Estado de la Ciudad del Vaticano es universalmente
reconocido como entidad soberana de derecho público internacional,
distinto de la Santa Sede, que es el órgano soberano de la
Iglesia católica. Sin embargo, están imbricados: en el Vaticano, el Papa y
la Santa Sede desarrollan su misión de gobierno de la Iglesia
universal.
La forma de gobierno del Estado vaticano es la monarquía
absoluta. Curiosamente, su 'rey', el Papa, se elige por sufragio, pero
limitado. Solo pueden votar los cardenales menores de 80 años.
El Jefe de Estado es el Sumo Pontífice, el Papa, que tiene
plenos poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Durante el período de
sede vacante (muerte o renuncia papal), dichos poderes son ejercidos por
el colegio de cardenales. El Papa se apoya en su número dos o secretario de
Estado (una suerte de primer ministro o canciller), en la actualidad el
italiano Pietro Parolin. Con la reforma vaticana, se espera que éste
se convierta en una especie de superministro de Exteriores.
En cuanto a los 'ministerios' –la Curia– es la suma de
Congregaciones y Pontificios Consejos, cuya composición está en plena
renovación por el Consejo de Cardenales, más conocido como G9, y a los
que Francisco ha encomendado la renovación del gobierno de la Iglesia.
¿Quién dicta las leyes?
Las disposiciones legislativas pueden ser dictadas por el
Sumo Pontífice o, en su nombre, por la Comisión Pontificia para el Estado
de la Ciudad del Vaticano, la cual promulga también los reglamentos
generales. Tanto las disposiciones como los reglamentos se publican en el
Boletín Oficial de la Santa Sede (similar a nuestro BOE).
El poder ejecutivo está en manos de la
Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, a cargo del
presidente del Governatorato. En la actualidad es el italiano Giuseppe
Bertello, y el secretario general es un español, el legionario de Cristo
Fernando Vérguez.
Según la ley del 21 de noviembre de 1987, el poder judicial
cuenta con los siguientes órganos: un Juez único, un Tribunal, una Corte
de apelación y una Corte de casación, que ejercen sus respectivas tareas
en nombre del Sumo Pontífice. Las diversas competencias están
reguladas por los Códigos de procedimiento civil y
penal propios, que tienen tipificados sus propios delitos y penas.
Uno de los últimos juicios más conocidos ha
sido el de Vatileaks II.
Tiene 130 policías
Junto al trabajo de la Guardia Suiza, dedicada en cuerpo y
alma a la protección personal del Papa, el Estado vaticano cuenta con un
Cuerpo de Gendarmería y Cuerpo de Bomberos, que depende de la Dirección de
los Servicios de Seguridad y Protección Civil y cuyas competencias giran en
torno al mantenimiento de la seguridad y el orden público, así como la de
vigilar la frontera. También hay cargos de policía judicial y
tributaria. Actualmente la plantilla efectiva del Cuerpo de la
Gendarmería está compuesta por 130 oficiales.
¿Quién tiene nacionalidad vaticana?
La población del Estado comprende aproximadamente 800
personas, de las cuales más de 450 son ciudadanos de pleno derecho, es decir,
tienen la nacionalidad vaticana. Sin embargo, la mitad de estos ciudadanos
residen fuera del Estado en otros países, como personal diplomático (los
nuncios), delegados pontificios o personal diplomático de la Santa Sede. El
resto de las personas que viven allí están autorizadas a residir, temporal
o permanentemente, pero sin derecho de ciudadanía. Por
ejemplo, trabajadores de jardines, de los comercios o sacerdotes
que están estudiando y residen en Santa Marta.
Obispos y curas del mundo no tienen ciudadanía vaticana, pero
dependiendo de cada acuerdo entre la Santa Sede y el país correspondiente,
pueden tener algunos derechos. En el franquismo, por ejemplo, existía la cárcel
concordataria de Zamora. Así, el estatus de los obispos en algunos países les
impide ser juzgados por tribunales civiles –como pasa también con los militares
en otros países– y se rigen por el derecho canónico.
No paga impuestos
La economía de la Ciudad del Vaticano es financiada por
contribuciones (conocidas como el óbolo de San Pedro) de católicos de todo
el mundo, así como a través de la venta de sellos postales y recuerdos a
turistas, entradas a museos y venta de publicaciones. En el Vaticano
existen farmacias, servicio de correos, supermercado y hasta una pequeña,
y casi desconocida, línea férrea, pero los habitantes del Estado vaticano
no pagan impuestos directos.
El
Vaticano también cuenta con servicios financieros a nivel global a
través del Instituto
para las Obras de Religión (Banco Vaticano), actualmente inmerso en
una profunda revisión para poder salir de la
lista negra de países en riesgo de corrupción. Entre las revelaciones
de Vatileaks está que varios papas
fallecidos tenían cuentas a su nombre y algunos desfases
contables.
La diplomacia
La Santa Sede tiene actualmente relaciones diplomáticas con
180 Estados. Además de la Unión Europea y la Soberana Militar Orden de
Malta, así como la Misión Permanente del Estado de Palestina. Las
embajadas con sede en Roma incluidas las de la Unión Europea y la de la
Soberana Militar Orden de Malta son 86. En cuanto a su presencia
internacional, el Estado Vaticano es observador permanente en Naciones
Unidas, la FAO, la Unesco, la Agencia Internacional para la Energía
Atómica o la Organización Mundial del Turismo.
Todo el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano está
protegido por la Convención de La Haya del 14 de mayo de 1954, sobre la
tutela de los bienes culturales en caso de conflicto armado.
En 1984, la Ciudad del Vaticano fue declarada patrimonio
cultural y natural por la Unesco, de modo que todo el Estado está
reconocido como "patrimonio moral, artístico y cultural, digno de ser
respetado y protegido como un tesoro para toda la humanidad".