DAVID ALANDETE
ABC / España
Sólo un país ha
reconocido como legítima la operación de Nicolás Maduro del 5 de enero de tomar
la Asamblea Nacional de Venezuela por la fuerza, tratando de sustituir a Juan
Guaidó por el diputado sobornado Luis Parra. Ese país, Rusia, se ha convertido
en apenas un año en el principal aliado del régimen chavista, asegurándose de
que Maduro resiste en el poder a pesar de que Estados Unidos ha dictado varias
rondas de duras sanciones y hasta 57 países han reconocido a Guaidó como
presidente legítimo del país. El apoyo de Rusia al régimen de Venezuela no sólo
es político o militar. Es, sobre todo, económico. Hoy, la empresa pública rusa
Rosneft es el distribuidor mundial del mayor recurso natural de Venezuela y
última fuente de liquidez del régimen: el petróleo.
La toma de control del
crudo venezolano por parte de Rusia se ha producido en un periodo de tiempo
vertiginoso. En julio apenas comerciaba el 40%, según la consultora Refinitiv
Eikon. Un mes después había subido al 66%. A principios de 2020 ya
llega al 75%, de acuerdo con una estimación de la diplomacia norteamericana. Rosneft
ha montado un centro administrativo para la venta del crudo venezolano que
opera en Panamá y en el que emplea a ex directivos de la petrolera estatal
venezolana Pdvsa.
De momento, Rosneft y
Pdvsa trabajan juntos en seis plantas de extracción y tratamiento de crudo,
entre ellas las de Petromonagas, Petrovictoria y Petromiranda. Tal es el nivel
de implicación de Rosneft en la gestión de esos proyectos, que son los técnicos
rusos los que desde hace unas semanas tratan directamente con los proveedores
locales y las subcontratas, según un exdirectivo de Pdvsa consultado por este
diario. La empresa rusa se vale principalmente de petroleros con
bandera de Malta o Grecia para transportar el crudo venezolano a sus dos
compradores principales: India y China. De forma habitual, Rusia
subcontrata buques VLCC (siglas en inglés de «Carguero Muy Grande de Crudo»),
con una capacidad de 300.000 toneladas, y Suezmax con una capacidad de hasta
200.000.
El embajador venezolano en Washington, el opositor al régimen Carlos Vecchio, cree que «la comunidad internacional debe hacer a Rusia responsable de sostener a la dictadura de Maduro. Su sostén es Rusia, que se ha convertido en el comerciante del petróleo venezolano. Es quien lo transporta, lo mercadea, y se cobra la deuda con ese crudo».
Desde 2006, Rusia ha financiado al régimen de Venezuela con préstamos y líneas de crédito por un valor estimado total de 15.000 millones de euros. Estos se han devuelto parcialmente, bien en dinero líquido o bien en crudo y otros recursos naturales como oro. En noviembre de 2017 el Kremlin aceptó reestructurar una deuda restante de 3.000 millones con pagos semestrales a lo largo de una década. No hay constancia de si el régimen abona esos reembolsos dentro de plazo. El más reciente vencía en otoño de 2019, con un importe adeudado de 180 millones.
Una parte de la deuda restante es la que Pdvsa ha contraído directamente con Rosneft. Al hacerse con el control de la distribución del crudo venezolano, Moscú ha logrado que Maduro pague una gran parte de esa otra deuda. A finales de 2017 la petrolera venezolana le debía a la rusa más 4.000 millones de euros. A mediados de 2019 esa cifra había bajado de los 1.000 millones. El régimen espera haber pagado la totalidad de la deuda con Rosneft a lo largo de 2020.
El embajador venezolano en Washington, el opositor al régimen Carlos Vecchio, cree que «la comunidad internacional debe hacer a Rusia responsable de sostener a la dictadura de Maduro. Su sostén es Rusia, que se ha convertido en el comerciante del petróleo venezolano. Es quien lo transporta, lo mercadea, y se cobra la deuda con ese crudo».
Desde 2006, Rusia ha financiado al régimen de Venezuela con préstamos y líneas de crédito por un valor estimado total de 15.000 millones de euros. Estos se han devuelto parcialmente, bien en dinero líquido o bien en crudo y otros recursos naturales como oro. En noviembre de 2017 el Kremlin aceptó reestructurar una deuda restante de 3.000 millones con pagos semestrales a lo largo de una década. No hay constancia de si el régimen abona esos reembolsos dentro de plazo. El más reciente vencía en otoño de 2019, con un importe adeudado de 180 millones.
Una parte de la deuda restante es la que Pdvsa ha contraído directamente con Rosneft. Al hacerse con el control de la distribución del crudo venezolano, Moscú ha logrado que Maduro pague una gran parte de esa otra deuda. A finales de 2017 la petrolera venezolana le debía a la rusa más 4.000 millones de euros. A mediados de 2019 esa cifra había bajado de los 1.000 millones. El régimen espera haber pagado la totalidad de la deuda con Rosneft a lo largo de 2020.
No sujetos a sanciones
Desde enero, la Casa
Blanca ha aplicado varias rondas de sanciones sobre el crudo venezolano, y ha
presionado a empresas que no son estadounidenses, como la española Repsol, para
que se abstengan también de hacer negocios con el régimen. Los negocios
de Rusia en Venezuela, sin embargo, no están sujetos a sanciones porque desde
el punto de vista de Washington suponen pago de deuda contraída con anterioridad.
Eso no quiere decir que el Gobierno de EE.UU. vea con buenos ojos ese salvavidas que Vladímir Putin le ha lanzado a Maduro. Según Elliott Abrams, enviado especial de EE.UU. para la crisis en Venezuela, «en 2019, a medida que el régimen estaba cada vez más desesperado, se ha apoyado cada vez más en Rusia. Y el papel de Rusia en la economía, particularmente en la economía del petróleo, es cada vez más grande». Según Abrams, Rusia trata de borrar sus huellas en el comercio del crudo venezolano: «Lo comercializan, lo financian, lo ocultan, lo transfieren de barco a barco, cambian el nombre de los barcos y apagan los transpondedores, hasta le añaden diluyentes».
Eso no quiere decir que el Gobierno de EE.UU. vea con buenos ojos ese salvavidas que Vladímir Putin le ha lanzado a Maduro. Según Elliott Abrams, enviado especial de EE.UU. para la crisis en Venezuela, «en 2019, a medida que el régimen estaba cada vez más desesperado, se ha apoyado cada vez más en Rusia. Y el papel de Rusia en la economía, particularmente en la economía del petróleo, es cada vez más grande». Según Abrams, Rusia trata de borrar sus huellas en el comercio del crudo venezolano: «Lo comercializan, lo financian, lo ocultan, lo transfieren de barco a barco, cambian el nombre de los barcos y apagan los transpondedores, hasta le añaden diluyentes».
Oficina venezolana en
Moscú
En marzo, Pdvsa abrió
una delegación comercial en Rusia, tras cerrar la que tenía en Portugal. El
traslado supuso una salida de la Unión Europea, después de que esta reconociera
al opositor Guaidó como presidente interino del país, en un intento de
presionar a Maduro para que dimitiera. En agosto se conformó la subsidiaria
Pdvsa Rusia LLC. Maduro visitó a Vladímir Putin en Moscú el 25 de septiembre, y
ambos hablaron del pago de la deuda, según sus portavoces.
Maduro ya había visitado a Putin en Moscú en diciembre de 2018 para asegurarse una inversión rusa de 4.500 millones de euros en la explotación de reservas de crudo en Venezuela y de 1.000 millones en la extracción de oro.
Se estima que Venezuela dispone de unos yacimientos con 300.000 millones de barriles de crudo, las mayores reservas del planeta. El régimen, sin embargo, ha llevado al país a una ruina sin precedentes, agravada por las sanciones de EE.UU. Si en 2006 Venezuela extraía 3,2 millones de barriles diarios, hoy esa cifra no supera ni los 700.000. Aun así, la venta de crudo sigue suponiendo un 95% de los ingresos totales por exportaciones del régimen.
Maduro ya había visitado a Putin en Moscú en diciembre de 2018 para asegurarse una inversión rusa de 4.500 millones de euros en la explotación de reservas de crudo en Venezuela y de 1.000 millones en la extracción de oro.
Se estima que Venezuela dispone de unos yacimientos con 300.000 millones de barriles de crudo, las mayores reservas del planeta. El régimen, sin embargo, ha llevado al país a una ruina sin precedentes, agravada por las sanciones de EE.UU. Si en 2006 Venezuela extraía 3,2 millones de barriles diarios, hoy esa cifra no supera ni los 700.000. Aun así, la venta de crudo sigue suponiendo un 95% de los ingresos totales por exportaciones del régimen.
Los compradores: China e
India
¿Cuánto dinero le debe
Maduro a Rusia?
Desde 2006, Rusia ha
financiado al régimen chavista con 15.000 millones en préstamos. En 2017 las
partes acordaron reestructurar una deuda restante de 3.000 millones. La
petrolera venezolana Pdvsa le debe a la rusa Rosneft otros 1.000 millones.
¿Cómo vende Moscú el
crudo?
El Kremlin se cobra con
crudo la deuda de Venezuela. Petroleros con bandera de Grecia o Malta envían
barriles a India y China, coordinados desde Panamá.
¿Cuánto petróleo hay en
Venezuela?
Son las mayores reservas
del planeta: 300.000 millones de barriles. Pero la explotación es muy
deficiente, y sólo se extraen 700.000 barriles diarios.
¿Puede sancionar EE.UU.
al Kremlin?
Al ser pago de deuda
contraída con anterioridad, la entrega del crudo a Rusia no está sujeta a
sanciones.