Caracas. El
politólogo Nicmer Evans, entrevistó a la también politóloga venezolana Karem Quintero,
quien en la actualidad reside en Chile; esto, en relación a los últimos
acontecimientos que vive la capital de este país, tras las violentas protestas
que han dejado más de 300 detenidos, 78 estaciones del Metro quemadas y decenas
de negocios saqueados.
El presidente
de ese país, Sebastián Piñera, ha suspendido
este sábado el alza de las tarifas del pasaje del Metro,
producto de estos acto vandálicos. Sin embargo, aún se reportan protestas en
algunas zonas de Santiago.
¿Qué sucede
en Chile hoy? ¿Cuáles son las causas reales de las protestas?
Lo que ha
pasado en los últimos días en Chile, es producto de un acumulado de
acontecimientos desde el punto de vista social y político. Fundamentalmente de
políticas sociales y públicas que se han tomado desde el gobierno, y que
afectan totalmente el bolsillo de todos los chilenos y de toda la comunidad
inmigrante que vivimos aquí.
Una de las
cosas que aparece en toda la prensa internacional y que le ha dado la vuelta al
mundo, es que hoy (sábado) amanece con un decreto de estado de emergencia.
¿Cómo es posible que hayamos llegado hasta este punto en medio de todos estos
acontecimientos? Resulta que se ha anunciado por segunda vez en el año, un
aumento del pasaje de 30 pesos del Metro y de TransSantiago, que constituye
fundamentalmente la red de transporte más importante de la zona Metropolitana
de Santiago de Chile.
Ese aumento
impacta de manera directa en el pueblo de a pie, de estudiantes que tiene que
usar en su mayoría el transporte público. Lo que sucede es que aunado al tema
del alza de los precios de transporte público, se vino el alza de otros
servicios como el de la electricidad que ha tenido un aumento
impresionantemente sustancial con respecto a lo que se pagaba el año pasado, es
básicamente un 25% más. Hay un malestar social.
La gente ha
empezado a expresar su malestar, que se ha materializado en destrozos en las
estaciones del Metro de Santiago, quemaron vehículos, hicieron barricadas lo
que llevó al Ejecutivo a decretar el estado de emergencia. Algunos analistas
coinciden en que esta medida llegó un poco tarde, ya que desde el lunes se
comenzaron a reportar evasiones masivas. Evasiones masivas es cuando llegan
cualquier cantidad de estudiantes provenientes de sus colegios, liceos y
universidades, que por no tener como sustentar los costos de los pasajes,
comienzan a pasar por encima de los torniquetes y que también han provocado
destrozos en un 80% de las infraestructuras del Metro.
El estado de
emergencia se tomó no solo por lo ocurrido en el Metro, sino porque ya desde el
lunes ya la ciudad de Santiago estaba en una situación de desorden público
bastante considerable, y es cuando se incorpora el componente de las fuerzas
especiales que junto a los carabineros intentan restablecer el orden público.
Sin embargo, se vieron superados por quienes protestaban en las estaciones del
Metro. No fueron en ningún momento protestas pacíficas, tampoco hubo petición
de algún movimiento social o político. Lo que hay es básicamente una poblada.
Está a flor de piel el tema de las heridas no cerradas de la dictadura, cuando
se empleaban las fuerzas especiales que están conformadas por las fuerzas
armadas, y que actúan en momentos de conflictos internos.
Chile es un
país donde sí se ejercen las libertades públicas, hay un sistema democrático
con todos sus balances. Sin embargo, desde el punto de vista social y económico
hay un cúmulo de injusticias que tienen que ver como por ejemplo con un sistema
de pensiones que está privatizado por las corporaciones. Los adultos mayores no
tienen acceso a pensiones dignas. La gente también está muy molesta con lo que
sucede con los adultos mayores.
¿La migración
venezolana tiene algo que ver con lo que sucede hoy en Chile?
La presencia
de venezolanos aquí en Chile es muy alta. Estamos hablando de un millón 200 mil
venezolanos según las últimas estimaciones. Pero el presidente Sebastián Piñera
y su gobierno están lidiando con su propia gente y las deudas de la democracia
que no han sido saldadas, con un sistema político, social y económico que tiene
muchos privilegios para algunos pocos y deja por fuera a muchos.
¿Es Maduro
responsable o financia lo que sucede en Chile, así como el presidente Moreno en
Ecuador lo señaló sobre los hechos recientes en ese país?
Es muy pronto
para emitir una opinión al respecto. Es una tesis bastante radical. A pesar de
eso, no guardo ninguna duda de que quisiera hacerlo, es decir una cosa es que
quiera hacerlo y otra es que pueda estar detrás de lo que sucede hoy en Chile.
Esta es una tesis que no puede sostenerse en una sola frase. Pueden haber
intereses incluso financiados en algunos u otros grupos, sin embargo, eso no
está a la vista por el momento. Todo lo que sucede hoy en Chile, era previsible
considerando las medidas que fueron tomadas ante las deudas sociales que tiene
este gobierno y anteriores. La gente tiene suficientes razonas para salir a
protestar. Hay cerca de 140 detenidos por los desmanes provocados, y hay una
investigación en curso.
¿Cuál es el
rol de los venezolanos en medio de lo que sucede hoy en Chile?
La mayoría de
los venezolanos que viven en Chile han sido acogidos por un sistema social, por
un pueblo, por las autoridades que están muy comprometidas con la inclusión de
los venezolanos a la vida social. Aquí hemos podido ejercer nuestros derechos
para lo que establece la Constitución para los inmigrantes en el marco de las
leyes, sin ningún problema, hemos sido recibidos muy bien por parte del pueblo
en general. Todo lo que sucede nos afecta a los venezolanos por igual. Los
venezolanos venimos del futuro, como decía un colega politólogo. Venimos de
vivir una de las pesadillas más inviables que pueda sufrir un pueblo. Lo que
vemos en Chile no tiene parecido ni comparación con las calamidades que
pretenden llevar al exterminio al pueblo venezolano.
Los
venezolanos en Chile debemos ejercer un rol de mediación, nosotros no podemos
involucrarnos desde el punto de vista político. Podemos tener una opinión por
lo que sucede en Chile, hay canales incluso para expresar nuestras opiniones.
Sin embargo, los venezolanos saben sus limitaciones como inmigrante a la
participación política, en cualquier país del mundo. Pero un rol de mediación
democrática si lo debemos cumplir los venezolanos. Nosotros sabemos lo que es
vivir sin democracia, aunque los chilenos también tienen mucha experiencia en
eso. Tenemos que dar un ejemplo de civismo y ciudadanía.
¿El Foro de
São Paulo tiene que ver con lo que sucede en América Latina y Cataluña?
El Foro de
Sao Paulo en sus orígenes sirvió como una palestra para el debate de las ideas
y la construcción de agenda latinoamericana en torno a las ideas progresistas y
de izquierda. Aunque no es el mismo foro al que asistimos hace 20 años. No es
el mismo que aglutinó en sus filas a líderes de movimientos campesinos,
sociales de mujeres entre otros. Sin embargo, también es cierto que sigue
teniendo un apalancamiento importante de representantes y personalidades. Los
desafíos que enfrenta el Foro de Sao Paulo hoy son bien grandes, porque muchos
quienes los conforman, fueron cooptados de manera política y económica por muchos
de los gobiernos.
No es
precisamente hoy el Foro de Sao Paulo, el garante de establecer una agenda.
Siguen teniendo una incidencia, aunque no es la más determinante, sigue siendo
una voz de la llamada izquierda. Están tratando de hacer una reconfiguración bajo
el lema del Foro, pues está muy en entredicho el liderazgo del Foro de Sao
Paulo. Sin embargo, que deban o quieran estar dispuestos a tener incidencia en
algunos países que gobernaron, está por verse.
En el caso
por ejemplo de Argentina, no dudo que pueda haber un retorno, pero es por la
configuración del sistema político argentino, no es por la fuerza del Foro de
Sao Paulo. Ahora en el caso de Cataluña, es una tesis bastante radical. En el
mismo sentido en que defendí la capacidad del pueblo chileno de defender sus
propias luchas, el paralelismo es exactamente el mismo con el pueblo catalán.
Las luchas del pueblo catalán no son de guerra, ya se acumulan casi un siglo de
lucha por la autonomía del pueblo de Cataluña, es una deuda histórica. Los
recientes hechos es producto de un acumulado de rabia y fuerza del pueblo
catalán con respecto a una resolución de conflicto.
En medio de
todo esto ¿Cómo queda Venezuela ante los llamados de Guaidó para el 16 de
noviembre y la acción cívica nacional que construye de abajo hacia arriba la
Plataforma Nacional de Conflicto?
Es importante
señalar varios aspectos acá. Venezuela está llamada a ejercer por todas las
vías posibles la movilización, la organización a un nivel mucho más alto y
cualificado contra el régimen de Nicolás Maduro. Sabemos que hay ciertas
maneras de ejercer este liderazgo político, y que ese liderazgo finalmente se
encuentre y coincidan conformen una gran movilización. Esto es un desafío
bastante importante para los venezolanos el día de hoy.
No debería
haber una contradicción en las convocatorias. Hay una necesidad imperiosa de
que los liderazgos sean efectivamente liderazgos democráticos construidos desde
la base. Aunque pareciera una contradicción considerando el régimen despótico
que hay hoy en Venezuela.
La
posibilidad de ejercer ese liderazgo, de lograr que esas agendas de
movilización se junten de una manera inteligente para hacerlas más fuertes;
está en las manos precisamente de quienes ejercen esas convocatorias. Pretender
hacer una movilización que opaque a otra, es una de las cosas que adolece la
madurez del movimiento político democrático. Es importante llamar hoy a la
cordura e inteligencia menos competitiva y si más proactiva e integradora para
poder llegar a un objetivo.
El ejemplo de
la Plataforma Nacional de Conflicto (PNC) es el ejemplo junto con otras muchas
organizaciones, que están luchando por la restitución de la democracia en
Venezuela y acabar con el oprobio del régimen de Maduro. Es necesario tener mucha
más amplitud de miras. La voz de la PNC es que todas las luchas sean una sola
lucha, ojalá Guaidó pudiera ser vocero de esa consigna, no para apropiársela,
sino para multiplicarla.
Ojalá que se
den cuenta que lo que está haciendo Guaidó y lo que hace la PNC lo están viendo
en todo el mundo.
[Transcripción
y edición por Robert Lobo]