- En 2025 se estima que la basura
generada en el mundo aumente un 50 %. En 2050 lo hará un 70 %, siendo el
plástico el residuo mayoritario.
La mano
del ser humano y su impacto en el medio ambiente están detrás de la cantidad
de basura, cada vez mayor, que las aves incorporan a sus nidos,
según una investigación internacional en la que participa la Universidad
Complutense de Madrid (UCM).
El trabajo,
realizado junto a la Universidad de Ciencias de la Vida en Poznań (Polonia), se
ha publicado en Environmental Pollution y se trata de una
revisión de 25 artículos publicados hasta la fecha sobre el tema.
El Índice
de Huella Humana (Human Footprint Index) o huella ecológica sintetiza
la influencia de la acción del hombre sobre el territorio. Los científicos han
demostrado la relación entre este indicador y la probabilidad de incorporación
de residuos, tanto los generados por el ser humano como los abandonados en
la naturaleza por él en nidos de aves terrestres y marinas.
“Nuestro
estudio implica que la incorporación de basura a los nidos es una de
las respuestas de las aves a esta huella humana. Los cambios en el entorno
natural pueden implicar una disminución en los materiales naturales que las
aves usan para construir sus nidos, forzándoles a utilizar materiales de
sustitución como pueden ser las basuras”, explica José I. Aguirre, investigador
del Departamento de Biodiversidad Ecología y Evolución de la UCM.
El biólogo
añade que los escombros que más se incorporan en los nidos contienen
aluminio y, sobre todo, plástico, en forma de cuerdas o de restos como
ropa, colillas de cigarrillo y un largo etcétera de residuos.
Más residuos
en las aves terrestres
En total, los
datos analizados corresponden a 10.790 nidos pertenecientes a
51 poblaciones de 24 especies de aves de todo el mundo.
“La
probabilidad de incorporación de basura es más alta en las especies terrestres
que en las marinas”, señala Aguirre, si bien añade que el número de estudios
sobre especies marinas es superior al de las terrestres.
Las aves
incorporan la basura por diferentes razones, según el experto: como un
sustituto de los materiales naturales el exceso de residuos, para fortalecer
las estructuras, repeler insectos y hasta como método de seducción decorando el
nido con plásticos llamativos.
“El patrón
global de incorporación de basura a los nidos que hemos descrito refleja la
presión humana sobre el planeta. La contaminación ambiental se incrementa en la
misma proporción que las consecuencias negativas y el riesgo ecológico
ambiental. Por ello, son necesarios estudio y métodos estandarizados
no sólo para describir este fenómeno sino también para cuantificarlo”, concluye
el investigador de la UCM.
Fuente: SINC