Tomado de Sputnik / Anton Denisov
Tras abandonar el área metropolitana
de Duluth el 15 de septiembre del 1901, el buque Hudson atravesó una
terrorífica tormenta y se hundió cerca de la costa de la península Keweenaw, en
el estado de Michigan (EEUU). Desde aquel entonces nadie ha podido hallar el
lugar donde yacían sus restos.
Esta falta de conocimientos generó
rumores de que un buque fantasma seguía navegando en las aguas del Lago
Superior. Con el paso del tiempo, este naufragio cayó en el olvido... hasta
julio del 2019.
Los cazadores de buques naufragados
Jerry Eliason y Kraig Smith lograron descubrir la nave a 250 metros de
profundidad tras inspeccionar el área de su naufragio con ayuda de un
sónar y una cámara. Eliason y Smith sumergieron la cámara en el Lago Superior y
distinguieron las tres primeras letras del nombre escritas en
el casco del Hudson.
El buque, que medía más de 87 metros
de eslora, fue construido en 1888 y estaba considerado entonces como uno
de los más veloces de la época, escribió en su día el profesor Julius
Wolff en su libro Restos de naufragios del Lago Superior.
El Hudson zarpó en su último
viaje el 15 de septiembre de 1901 con trigo y lino a bordo.
Una tormenta empezó cuando el barco pasaba cerca de las islas Apostle. A la
mañana siguiente, los guardafaros de la ciudad de Eagle River vieron el vapor
que se elevaba sobre la zona.
"El barco no identificado volcó
de repente y se hundió", anotó Wolff, citado por medios locales.
Los informes de aquella época
conjeturaron que los 25 tripulantes del buque habían muerto a
raíz del naufragio. Sin embargo, el número exacto de víctimas se desconoce
hasta el día de hoy. Pocos cuerpos fueron hallados tras la catástrofe. Este
hecho apoya la hipótesis de que nadie sobrevivió, dado que todos los
tripulantes se vieron atrapados en la bodega del buque cuando bajaron allí para
salvar el trigo de la tormenta.