El rey de
Marruecos, Mohamed VI, es el nuevo propietario de un gran yate,
el Badis 1, de 70 metros de largo por 13 de ancho,
según publicó la semana pasada el semanario marroquí Telquel en su página web.
La embarcación permanece atracada en Casablanca desde
principios de junio. Desde tierra pueden apreciarse sus dos mástiles, el mayor
de los cuales se eleva hasta 72 metros sobre el nivel de mar. La publicación no
ha podido aclarar cuánto ha costado el yate, aunque precisa que su anterior
propietario, el estadounidense Bill Duker, un abogado reconvertido en hombre de
negocios en la década de los noventa, dijo haberse gastado en él entre 60 y 90
millones de euros.
El barco fue
construido por la empresa italiana Perini Navi en 2015. Cuando
se botó recibió el nombre de Sybaris, en honor a la ciudad italiana que dio
lugar al gentilicio “sibarita”, una palabra que también define a quienes aman
un estilo de vida refinado, voluptuoso y sensual. La vida de Bill Duker, su
antiguo propietario, transcurrió siempre trazando un plan tras otro. Así continuó
cuando en 2009 le diagnosticaron un cáncer. A la semana siguiente de recibir el
diagnóstico, adoptó una resolución, según declaró en 2016 a Boat, un portal web
especializado en yates: “Desde entonces, cada día que me levanto de la cama me
pregunto qué voy a hacer para divertirme ese día en concreto”.
Duker superó
el cáncer y debió divertirse mucho en esa nave con capacidad para acoger a 12
invitados y a 12 tripulantes que se ocupan de las labores que exige. Sin
conocerse los motivos por los que tomó la decisión, dos años más tarde puso en
venta el fabuloso yate a través de una sociedad, Edmiston, que pidió por
él 88 millones de dólares (más de 78 millones de euros).
En el anuncio
de venta, la sociedad encargada de la operación citaba una frase que atribuía a
Duker: “Tengo tres pasiones: el arte, la poesía y la navegación. Y el Sybaris
combina las tres”. La empresa añadía en su anuncio: “Poseer un yate muy grande
proporciona un inmenso orgullo y placer para usted, su familia
y sus amigos. (...) Poseer algo especial, algo de renombre mundial puede costar
fácilmente 100 millones de dólares (80 millones de euros)”. Y comparaba este
lujo con lo que sería poseer una isla en el archipiélago Granadinas, en el mar
Caribe. Pero, eso sí, especificando que la isla sería más aburrida porque no
tendría ni ciudad, ni red eléctrica.
Bill Duker,
con arreglo a su plan de vida, debió seguir divirtiéndose después de que
Edmiston vendiera su barco en marzo de 2018. Pero no se conoce a quién lo hizo
ni por cuánto.
El semanario
marroquí llamó a esta compañía y no recibió ninguna respuesta. El barco fue
rebautizado como Badis en octubre de 2018. Badis es el nombre que recibe en
Marruecos el peñón de Vélez de la Gomera, enclave perteneciente a España desde
1564 y fronterizo con la ciudad marroquí de Alhucemas. El peñón mide 1,9
kilómetros cuadrados y solo está habitado por militares. En 2012, siete
activistas marroquíes, miembros del Comité para la Liberación de Ceuta y
Melilla, lo asaltaron para colocar banderas de Marruecos.
EL PAÍS /
Tomado de Expreso.ec