La nueva producción de
la plataforma ‘streaming’ abordará la historia de otros asesinatos famosos en
Latinoamérica. En esta primera temporada rememora la muerte del candidato
mexicano
Agencia
AP / Tomado de
La Nación – Costa Rica
Ciudad de México. AP. Luis Donaldo Colosio es quizá el candidato presidencial
más famoso de la historia reciente de México.
Militante del entonces gobernante Partido Revolucionario
Institucional (PRI), Colosio fue asesinado en un acto de campaña hace 25 años
y, desde entonces, su muerte ha desatado toda clase de teorías conspiratorias.
Se han hecho películas y escrito miles de palabras en diarios, revistas y
libros. Ahora, de la mano de Netflix, se estrenó el viernes 22 de marzo, una
serie para recordar lo sucedido.
Colosio murió a tiros en un mitín en la ciudad fronteriza
norteña de Tijuana, el 23 de marzo de 1994. Un hombre, Mario Aburto Martínez,
fue declarado culpable del homicidio, pero muchos mexicanos dudan de la
historia oficial y sospechan que hubo una conspiración y encubrimiento en el
gobierno del entonces mandatario Carlos Salinas de Gortari.
“Para mí es un parteaguas para entender la política de
nuestro país hasta nuestros días”, dijo a reporteros la actriz Ilse Salas,
quien interpreta a la viuda del candidato, Diana Laura Riojas, en la
serie Historia de un crimen: Colosioestrenada un día antes del 25
aniversario del asesinato.
Para Salas, el crimen es una muestra del poder e infiltración
en la política del crimen organizado, a pesar de que las autoridades mantienen
la teoría del asesino solitario.
Dirigida por Hiromi Kamata (Diablo guardián) y Natalia
Beristáin (Los adioses), la serie muestra los momentos previos y
posteriores al asesinato, enfocándose principalmente en la perspectiva de
Riojas, quien padecía un cáncer terminal y falleció ocho meses después del
crimen de su esposo. Ella tenía 34 años, él 44.
“Hay tanta información al respecto de este caso que
simplificarlo sería no sólo ingenuo sino hasta peligroso”, dijo el actor
Alberto Guerra, quien interpreta a Federico Benítez, jefe de Seguridad Pública
de Tijuana y uno de los que investigó inicialmente el caso.
“Creo que es uno de
esos momentos históricos en el mundo en el que no hay una sola verdad, hay
muchas verdades y hay que contarlas todas”, añadió.
Colosio era el candidato de un PRI que había gobernado de
manera ininterrumpida la presidencia por más de seis décadas, pero que en 1994
enfrentaba un escenario no del todo favorable tras el surgimiento ese año de la
primera guerrilla en décadas (el Ejército Zapatista de Liberación Nacional), y
críticas a ese partido y el sistema electoral tras el cuestionado triunfo del
entonces mandatario, Salinas de Gortari.
Parecía que el candidato era consciente de todo esto. En uno
de sus más importantes discursos de campaña, el 6 de marzo en la Ciudad de
México, habló de acabar con el autoritarismo, de su compromiso con el sureste y
de mejorar su partido. Entonces dijo la que es desde entonces su frase más
recordada: “Veo un México con hambre y con sed de justicia”.
Unas semanas después caería muerto y muchos han visto ese
discurso como el posible motivo detrás de su asesinato.
“Me parece que es una especie de homenaje a este personaje,
pero también un recordatorio de un año violentísimo que vivió México, 1994 fue
un año terrible por donde lo quieras ver”, dijo Salas, quien para construir a
su personaje entabló contacto con el hijo mayor de Colosio, Luis Donaldo
Colosio Riojas, quien es diputado en el estado norteño de Nuevo León por el
partido minoritario Movimiento Ciudadano.
“Diana Laura era su pilar, como si fuera su consejera, él no
daba un movimiento sin contar con ella, sin ver sus opiniones, ella lo
impulsaba y lo apoyaba, era una relación que tenía mucho que ver a dónde llegó
él gracias a ella, al apoyo de la mujer fuerte”, dijo Jorge Jiménez, quien
interpreta a Colosio.
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