Una forma
nueva y más eficiente de propulsar vehículos eléctricos permitirá
que automóviles de cualquier tamaño funcionen durante más tiempo sin que se
produzcan emisiones. La nueva tecnología utiliza agua, dióxido de carbono y
cobalto metálico para producir gas de hidrógeno a demanda a una temperatura y
presión relativamente bajas.
De acuerdo
con el profesor de Química de la Universidad de Massachusetts Lowell David
Ryan, que ha desarrollado la nueva tecnología de propulsión, la mayoría
de los vehículos eléctricos en la carretera dependen de baterías que
deben cargarse, pero vienen con limitaciones como la capacidad de
almacenamiento, el tiempo necesario para recargarse y el coste.
Como
resultado, la tecnología actual es práctica solo para autos pequeños y no para
vehículos más grandes, incluyendo camiones y autobuses. En contraste, el
invento del equipo de Ryan podría usarse para impulsar vehículos de
todos los tamaños.
En un
vehículo eléctrico, el hidrógeno creado por este nuevo
método iría directamente a una pila de combustible, donde se mezclaría con el
oxígeno de la atmósfera para generar electricidad y agua. La electricidad luego
alimentaría el sistema que opera el motor del vehículo, la batería recargable y
los faros. "Este proceso no almacena gas de hidrógeno, por lo que es
seguro y no presenta problemas de transporte, lo que minimiza en gran medida la
posibilidad de un incendio o una explosión", dijo Ryan en un comunicado.
La tecnología
genera hidrógeno que es más del 95 por ciento puro, agregó.
"El hidrógeno se quema completamente limpio; no produce dióxido de
carbono, solo agua. Y, no tiene que quemar hidrógeno para generar electricidad.
El hidrógeno se puede usar en pilas de combustible, en las que se combina con
el oxígeno del aire para producir electricidad en hasta un 85 por ciento de
eficiencia ", dijo Ryan.
"Dado
que el hidrógeno no se extrae del suelo como los combustibles fósiles, tenemos
que producirlo. Los métodos actuales para hacerlo son caros e ineficientes.
Esto, junto con la falta de infraestructura necesaria, ha dificultado la
transición de una economía del petróleo a otra del hidrógeno",
dijo Ryan. "Nuestra esperanza es que la tecnología de hidrógeno catalítico
que hemos desarrollado ayude a resolver todos estos desafíos".
