NDP / Virginia Segovia de Bolivar, presidenta de Fundanica,
calificó como dramática la situación que enfrentan los pacientes al no cumplir
con los protocolos que dictamina la Organización Mundial de la Salud. “No hay
medicinas, no hay quimioterapia, no hay antibiótico. Nuestros niños están
muriendo. Este año tenemos 22 niños fallecidos y tenemos 10 con su vida en
peligro. El cáncer no espera” indicó.
En 2017 la asociación sin fines de lucro registró 58 niños
fallecidos de los 120 atendidos, correspondientes al 20% de los cánceres
pediátricos de Venezuela. El alto costo de los tratamientos mantiene en riesgo
al resto de la población asistida, quienes requieren al menos mil dólares
mensuales, para gastos de estudios y medicinas.
“Se trata de un problema que supera la soberanía. Hacemos un
llamado al gobierno nacional a que atienda las necesidades de los niños y
acepte la ayuda humanitaria. No pueden quedarse callados ante tanto drama y
tanta muerte. Ningún niño debe fallecer en el amanecer de su vida”, expresó
Segovía de Bolívar.
Por su parte, Antonio Rodríguez, relató el camino difícil que
ha recorrido con su hija, al ser diagnosticada de leucemia linfoblástica aguda
(L.L.A) “La guerra contra la leucemía es fácil, el problema es el
país, no hay nada”. La desesperación aumentó ante la escasez de asparaginasa,
uno de los principales fármacos en el tratamiento de esta patología “tuve que
colocarle ocho quimioterapias vencidas a mi hija. En Colombia, cada una costaba
250 dólares y necesitaba 44 ampollas, así que decidí sacar a mi hija”.
Rodríguez agradeció el apoyo recibido por ong´s como
Fundanica, y lamentó con inmenso dolor la muerte de niños y adolescentes que no
han logrado vencer la enfermedad. Actualmente la menor de tres años, es una de
las sobrevivientes de la Unidad Hemato Oncológica “Dra. Teresa Vanegas” del
Hospital Carabobo, quien recibe tratamiento y cuidados en Argentina, país que
desde hace cuatro meses le ha brindado junto a su madre, una nueva esperanza.
De acuerdo al último balance presentado por Fundanica, para
el diagnóstico inicial de cánceres pediátricos se necesitan 350 dólares por
paciente; mientras que para la fase de tratamiento de leucemias, la inversión
requerida para medicinas y estudios supera los 10.000 dólares; y en el caso de
tumores sólidos unos 3.000 dólares.
Alejandra Álvarez, oncólogo pediatra y asesor médico de la
institución, alertó sobre la falta de infraestructura y personal capacitado
para atender niños con cáncer en los centros de salud de la región “Están
inhóspitos. No hay dotación de insumos, quirófanos. Estamos atascados con
muchos pacientes porque no hay equipos para realizar estudios como tomografías
e imágenes, que ya superan los 200 millones de bolívares en sector privado, ni
reactivos para realizar biología molecular hematológica” destacó.
Representantes de la fundación con 23 años de
servicio, destacaron continúan trabajando gracias al esfuerzo de valiosas
alianzas nacionales e internacionales, para lograr brindar tratamiento oportuno
y una mejor calidad de vida a más valientes guerreros.