Al fondo se ve al profesor José Antonio López Rodríguez,
director de la escuela de Física de la UCV y uno de los “padrinos” de
CEVALE2VE. El proyecto también está beneficiando a estudiantes en universidades
de Colombia y Perú.
Son las 7:35 de la noche en Ginebra y el científico
venezolano Arturo Sánchez entra en su casa.
Acaba de llegar de su trabajo en la que es considerada la
meca de los físicos en todo el mundo.
Sánchez es uno de los doctores en física fundamental y
aplicada que trabaja en el mayor centro de investigación dedicado a la
física de partículas del planeta: el CERN, como se conoce a la
Organización Europea para la Investigación Nuclear.
Enciende su computadora para conectarse con un grupo de
estudiantes que está en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Dentro de poco, en la nación sudamericana serán las 2:00 de
la tarde, la hora acordada para el encuentro virtual.
Hace calor en Caracas y cualquiera pensaría que la Facultad
de Ciencias -y todo el campus de la UCV- está en periodo vacacional.
Pero no, los pocos estudiantes que entran y salen nos
recuerdan a los muchos jóvenes que, por la crisis económica, se han ido del
país.
Desde 2014, según Naciones Unidas más de 80.000 venezolanos
-muchos de ellos jóvenes- han pedido asilo en otros países. La matrícula de
estudiantes de la Licenciatura en Física en la UCV descendió un 32% de 2013 a
2017.
“Hola muchachos, bienvenidos como siempre a otra clase”, dice
Sánchez a través de Hangouts, la plataforma de Google para hacer
videoconferencias.
“La situación del país cambió”
Los estudiantes pueden formular sus preguntas durante la
clase virtual o las pueden enviar por correo antes o después de la sesión.
El resto son exalumnos tanto de esa casa de estudios como de
la Universidad Simón Bolívar que quisieron participar en la clase que Sánchez
dictaría sobre un software llamado root.
El físico de 32 años es investigador asociado del Centro
Internacional de Física Teórica (ICTP, por sus siglas en inglés), del Instituto
Nacional de Física Nuclear de Italia (INFN) y de la Universidad de Udine en
Italia y forma parte del Centro Virtual de Altos Estudios de Altas Energías
(para) Venezuela: CEVALE2VE, una iniciativa que agrupa a físicos de partículas
venezolanos que viven afuera.
El proyecto nació en 2014 y fue creado por unos jóvenes que,
como Sánchez, habían sido becados en el exterior para estudiar esa
especialidad.
El trabajo que están haciendo me parece extraordinario”
Ángel Romero, estudiante UCV
“Varios hicimos proyectos de doctorado y maestrías. Muchos,
creo que podría decir 90%, 95% de nosotros, teníamos esta idea de salir de
Venezuela, de formarnos, terminar nuestros doctorados y volver al país”, le
cuenta a BBC Mundo Reina Coromoto Camacho, quien, junto a Sánchez, es una de
las fundadoras del grupo.
“Pero mientras estuvimos haciendo el doctorado, la situación
política y económica del país cambió, lo cual hizo muy difícil que nos
planteáramos regresar”, indica la física de 30 años desde París.
Un éxodo calificado
Camacho, quien como Sánchez es egresada de la Universidad de
Los Andes, en el noroeste de Venezuela, forma parte del experimento ATLAS del
CERN y trabaja en el Laboratorio de Física Nuclear y Altas Energías, LPNHE, por
sus siglas en francés: Laboratoire de physique nucléaire et de hautes
énergies.
Un selfie minutos antes de la clase. Sánchez cuenta con emoción
que asistió al acto de graduación en Venezuela de una de las alumnas de
CEVALE2VE. Ahora ella cursa una especialización en Italia.
Además del amor por la física, algo que tienen en común los
miembros de CEVALE2VE es que encontraron oportunidades laborales en el exterior
y decidieron quedarse sin dejar de mantener un vínculo académico con su
país.
Juntos, y en su tiempo libre, crearon seminarios y el curso
de introducción a la física de partículas que dictan de forma gratuita a
estudiantes de tres universidades en Venezuela a través de internet.
La intención es ayudar a las universidades a mantener el
nivel de calidad”
Reina Coromoto Camacho, CEVALE2VE
“Era una manera de llevar la física de partículas a las aulas
donde no se discutía la física de última tecnología que se está desarrollando
en otros países”, dice Camacho, quien tiene posgrados en universidades de
Francia, Suiza y Estados Unidos.
“La intención es ayudar a las universidades a mantener el
nivel de calidad”.
Desde que comenzó el proyecto, unos 40 estudiantes
han participado en sus sesiones en Venezuela.
Una pequeña multitud
Las clases que dictan los miembros de CEVALE2VE se transmiten
en vivo por su canal de YouTube.
Cada sesión es dirigida por un instructor, pero -como sucedió
en la clase que presenció BBC Mundo en la UCV- otros integrantes del proyecto
se unen, desde diferentes países, para aclarar dudas de los estudiantes o
ampliar algún punto en particular.
Actualmente el proyecto tiene ocho estudiantes en
Venezuela.
Y es que los estudiantes de física de partículas nunca fueron
muchos.
“Cinco en una clase ya es una multitud”, le dice a BBC News
Mundo José Antonio López Rodríguez, profesor y director de la escuela de Física
de la UCV.
Pero reconoce que “la cantidad de estudiantes ha bajado”.
Y lo confirma Camacho desde París.
“Es triste cuando un estudiante te dice que no puede
seguir con el curso porque tiene que dejar de estudiar para trabajar y
ayudar a su familia, cuando te dice que no puede seguir con la carrera.
Quisieras ayudar de otra manera pero no puedes”.
“Se siente mucha impotencia”, indica.
Internet se cae y los “padrinos” se van
La falta de estudiantes tiene algo bueno. La banda ancha de
internet funciona mejor, por lo que la conexión para el Hangout que enlaza a
Europa con Caracas funciona sin problemas, aunque en más de una clase se cayó.
Pocos acuden habitualmente al laboratorio de computación dos
veces por semana a conectarse. Lo pueden hacer desde sus casas -si el a menudo
deficiente internet en Venezuela lo permite- o verlas en diferido en YouTube.
Esos físicos que aparecen en la pantalla de alguna
manera suplen la marcha de los profesores de carne y hueso que,
como los estudiantes, migraron por el salario que no alcanza para nada en la
Venezuela de la hiperinflación.
Los instructores de CEVALE2VE llaman a los profesores
venezolanos sus “padrinos”.
“Lamentablemente en el transcurso de los años hemos perdido
padrinos y ese ha sido uno de los retos para mantener el curso vivo en
Venezuela”, señala Camacho.
“Es una fuga de cerebros“, dice la doctora en física
de partículas. “Y no hay muchos reemplazos. En algunas universidades hay más
cargos de profesores abiertos que gente postulándose a esos puestos, sobre todo
en el área de ciencias”.
Más que física de partículas
Las clases son un tesoro para los alumnos, que además de
aprender física, ven que otros venezolanos triunfan y están en los mejores
centros científicos del mundo o en empresas privadas.
Y no solo están las lecciones de física, sino otras tan
básicas como navegar para encontrar una beca y consejos prácticos para
solicitarla: por ejemplo, cómo escribir una carta de presentación.
En definitiva, venezolanos ayudando a venezolanos.
Así lo siente Carmen Villalba, una estudiante de 27 años
que se prepara para una pasantía en el CERN.
A diferencia de las condiciones para otros estudiantes de
América Latina, el CERN no solo paga el hospedaje y la alimentación, sino hasta
su billete de avión.
“Sin la beca sería imposible viajar. Dada la situación de
Venezuela, conseguir dólares para comprarte un boleto de aquí a Europa es
prácticamente imposible”, afirma Villalba.
Del otro lado
Los estudiantes en Venezuela se muestran agradecidos con sus
compatriotas en el extranjero.
“El trabajo que están
haciendo me parece extraordinario. Debido a la situación por la que pasa el
país es necesario que aquellos científicos que están afuera puedan
ayudar al resto“, le dice a BBC Mundo Ángel Romero, químico de 31 años que
ahora hace un posgrado en física y que asiste a la sesión de CEVALE2VE en la
UCV.
Villalba espera algún día estar al otro lado de la pantalla e
impartir conocimientos a otros estudiantes.
Como sucedió con Anabel Romero, quien en 2016 se graduó de
Física en la Universidad Simón Bolívar.
Tras seguir la primera edición del curso de CEVALE2VE se
dedicó a estudiar física de partículas y consiguió una pasantía en el CERN en
2015.
Actualmente hace un doctorado en la Universidad de
Illinois en Urbana-Champaign, en Estados Unidos, y es instructora de
CEVALE2VE.
Brillando adentro y afuera
“Algo que nos motiva es la curiosidad científica y el
potencial intelectual de los jóvenes venezolanos y eso se tiene que mantener
vivo”, indica Camacho.
“Así sea que pases
diez horas en una cola tratando de encontrar alimentos, medicinas, ver a estos
estudiantes una hora, dos horas a la semana brillando, preguntando,
desarrollando su intelecto y sacando su cabeza de la situación en que estamos, eso
para nosotros no tiene precio“.
Este proyecto no solo ha mantenido unida a esta diáspora
altamente calificada de venezolanos que se encuentran en Estados Unidos,
Alemania, Suiza, Francia, Italia, Finlandia. También los mantiene conectados
con su país.
Cuando, tras la sesión, Sánchez y los demás instructores se
preparaban para irse a acostar en la noche europea, los estudiantes en Caracas
se preparaban para que al salir a la calle, la crisis no les arrebatara ese
amor “loco” por la ciencia.
BBC Mundo