Tomado de Sputnik / Maxim Blinov
Los medios 'mainstream' occidentales parecen estar
preocupados por la situación que se vive en la República Centroafricana donde
habría una importante cantidad de 'mercenarios rusos'. Según las últimas
informaciones, los especialistas del país euroasiático están realmente presentes
en la nación africana. El medio Vzglyad investigó el asunto.
Hombres armados de 'apariencia eslava'
El presidente de la República Centroafricana,
Faustin-Archange Touadera, viajó en octubre de 2017 a la ciudad rusa de Sochi,
donde se reunió con el canciller ruso, Serguéi Lavrov. Según la información
oficial, el mandatario centroafricano pidió que Rusia se dirigiera a la ONU
para que aboliera las limitaciones de los suministros de armas y vehículos
militares a ese país.
El presidente Touadera solicitó de manera informal que Moscú
le suministrara armamento para tres batallones de las Fuerzas Armadas de ese
país, es decir, para unos 1.500 efectivos equipados con vehículos blindados
ligeros. Rusia aceptó la solicitud del líder centroafricano.
Un mes después de dicha cita, las Naciones Unidas aceptaron
abolir el embargo de suministros de armas de Moscú a la República
Centroafricana.
El primer avión de carga ruso Il-76 aterrizó en el aeropuerto
de la capital de este país, Bangui, el 26 de enero de 2018. Unos días después,
el presidente Touadera asistió al desfile del primer regimiento —200
efectivos— del Ejército nacional, vestidos con el uniforme ruso y portando
armas rusa.
Sin embargo, hubo algo que tomó por sorpresa a más de uno: un
grupo de hombres blancos estaba al mando de dicha unidad del Ejército
centroafricano, señala el autor de la nota, Evgueni Krútikov.
La siguiente sorpresa tuvo lugar el 30 de marzo, cuando el
presidente celebraba el segundo aniversario de su elección. En aquel evento
Touadera apareció acompañado por un grupo de guardaespaldas de apariencia
eslava.
Según varios informes, a día de hoy los 'guardaespaldas de
piel blanca' controlan casi por completo la Administración del presidente de la
República Centroafricana. Estos tienen acceso ilimitado al orden del día del
mandatario, así como a su garaje y los vehículos que posee. Además, en
cualquier momento pueden comunicarse con las figuras clave de su entorno
político cercano.
La Administración presidencial reconoce de manera oficial que
en la actualidad existe "un grupo de fuerzas especiales de origen
ruso" que se ocupa de tareas encaminadas a "fomentar la seguridad del
presidente".
Dichos uniformados están presentes no solo en el Palacio
presidencial y en sus alrededores, sino también en las sedes de los principales
organismos gubernamentales del país, incluido el Ministerio de Defensa
centroafricano. Asimismo, están presentes en cuarteles militares, patrullan las
calles y aparecen de vez en cuando en las tiendas del centro de la capital.
De acuerdo con varias estimaciones, el grueso de los asesores
militares rusos estaría compuesto por cinco oficiales regulares, mientras que
el resto serían empleados de empresas militares privadas.
Las raíces de la crisis
La situación en la que vivía la República Centroafricana hace
un par de años podría parecer incomprensible para muchos extranjeros. Esta era
una zona de guerra inmersa en duros enfrentamientos entre diferentes grupos,
incluso entre antiguas potencias coloniales.
Una serie de sangrientos conflictos en este territorio
culminó con la llegada al poder de Jean-Bédel Bokassa —también conocido
como Salah Eddine Ahmed Bokassa-, quien perpetró un golpe de Estado en 1966.
El presidente Bokassa se proclamó emperador en 1976 y
convirtió la República en el Imperio Centroafricano. Las decisiones del
excéntrico monarca no convenían a casi nadie, de ahí que Francia, una
expotencia colonial en el continente, decidiera intervenir y derrocarlo en
1979.
A día de hoy la República Centroafricana es uno de los países
más pobres del mundo, aunque dispone de importantes recursos minerales. Durante
varias décadas la nación vivió numerosos enfrentamientos armados entre
musulmanes y cristianos tras un golpe de Estado en 2013.
Después de un largo período de crisis, el país eligió en
febrero de 2016 a Faustin-Archange Touadera como el presidente. Como
consecuencia, las tropas extranjeras, incluidos los 'invitados regulares de
esta región', los franceses, empezaron a abandonar el país.
No obstante, las hostilidades se mantuvieron y llegaron los
rusos, apunta la publicación.
¿Y ahora qué?
Para el presidente Touadera, lo más importante es que el
contingente de fuerzas invitadas sea efectivo en la lucha contra las unidades
de musulmanes radicales.
"Si los franceses no fueron capaces de hacerlo,
¡que los rusos lo intenten si quieren!", prosiguió el autor del artículo,
Evgueni Krútikov.
"El mandatario centroafricano no pidió la entrada de las
tropas rusas, sino que solicitó ayuda para sus soldados en el entrenamiento y
la instrucción en el uso de armas rusas. Esto es precisamente lo que están
haciendo los especialistas rusos. Si solicita la llegada de tropas regulares,
serán enviadas", concluyó.