Los restos del portaviones, y sus 35 aviones, han sido
descubiertos a 3.000 metros de profundidad en el mar del Coral, frente a la
costa noreste de Australia
Alec Forssmann / Foto: Paul G. Allen – National Geographic
El pasado 4 de marzo fueron descubiertos los restos del
USS Lexington, uno de los primeros portaviones
estadounidenses, hundido por las fuerzas japonesas el 8 de mayo de 1942,
durante la Segunda
Guerra Mundial, con 35 aviones a bordo. Los restos del
portaviones han sido descubiertos a 3.000 metros de profundidad en el
mar del Coral, frente a la costa noreste de Australia, por la tripulación
del Petrel, el buque de investigación del empresario Paul Allen, el
cofundador de Microsoft y un apasionado de la exploración submarina.
"El Lexington estaba en nuestra lista de prioridades
porque fue uno de los buques capitales que se perdieron durante la
Segunda Guerra Mundial", afirma Robert Kraft, el director de
operaciones submarinas para Paul Allen.
El 'Phelps' fue responsable del 'coup de grâce' que mandó al
'Lexington' al abismo
El Lexington fue diseñado en sus orígenes
como un crucero de batalla y fue botado como un portaviones en 1925. Participó
en la batalla del mar de Coral junto con el USS Yorktown y
contra tres portaviones japoneses. Esta fue la primera batalla de la
historia entre portaviones y también supuso el primer gran
contratiempo para las fuerzas japonesas en sus avances en Nueva Guinea y
Australia. El 8 de mayo de 1942, el Lexington fue alcanzado por múltiples
torpedos y bombas, hasta que una explosión secundaria causó unos fuegos
incontrolados que finalmente obligaron a abandonar la nave. El USS Phelps lanzó
los últimos torpedos y fue responsable del coup de grâce que
mandó al Lexington a las profundidades del mar del
Coral, evitando que fuera capturado por los enemigos japoneses. Un
total de 2.770 tripulantes fueron rescatados, incluido el capitán y su perro
Wags. Sin embargo fallecieron 216 tripulantes.