Por Ender
Arenas
Como siempre cada 16, 17 o 18 de cada mes, busco afanosamente
en el whatsAAp de Elvira Annichiarico, presidente de la seccional de APUZ-
Economía, para leer las palabras mágicas de esta mujer que se empeña en darnos
una efímera alegría mensual: “El vicerrectorado administrativo notifica que ya
se está depositando en sus cuentas la primera quincena para empleados y obreros
y la mensualidad de los profesores” a veces, la mayoría de ellas, nos
desconsuela un poco recordándonos que lo pagado es con “el sueldo viejo”
(siempre es viejo y la inflación siempre se renueva minuto a minuto) El caso es
que ya enero ha sido depositado y les confieso que me alegre, me alegre mucho
(claro, de esta alegría contribuyó bastante que la página del BOD estaba caída,
como casi siempre, y no supe con certeza a cuánto ascendía lo depositado).
Me fui a la RITZ 72, ese lugar emblemático que nos hace
sentir que todavía formamos parte de la clase media y por precaución busqué mi
saldo y allí estaba: 1.200. 000 bs. Y me dije para mis adentro: ¡al carajo!.. y
ahora. Pero ya tenía el carrito rodando por el pasillito donde están los
yogures, cogí aire y seguí con un aparente caminar seguro, pero sentí que las
piernas me temblaban.
Llegue a la nevera donde antes estaban los pollos, había unas
pocas bandejas de filetes de pechugas, tome una de un kilo exacto que estaba
marcada con 545 mil bs, mentalmente se los reste al 1200 000 y seguí, ya con
655 mil. Les juro que las lágrimas casi se asomaban a mis ojos.
Seguí con la nevera de los quesos y jamones, tome una de
queso pasteurizado de 250 Grs. y una de jamón de pavo de 200 Grs. allí se
fueron 420 bs.
Les confieso que no soy bueno en eso de la suma y de la
resta, pero me he vuelto un león afeitado en esas operaciones, especialmente en
la de sustracción, y mentalmente me dije: me quedan de mi sueldo de profesor
titular en condición de jubilado con 27 años de docencia e investigación 235
mil bs y acto seguido baje por la rampita que esta frente a las vitrinas donde
exhiben hermosos quesillos y esponjosas tortas y llegue al final donde esta los
huevos cogí medio cartón (15 huevitos) el precio me encandilaba: 195 mil bs,
volví hacer la operación y me dije temblando como una hoja me quedan 40 mil bs.
¡ay carajo!
Entonces me arme de valor y fui a la sección de panadería del
supermercado y compré 4 panes dulces que hicieron 36 mil bsf. Me quedaron 4 mil
que los dividí con la carajita que frente al supermercado me pedía un
“pancito”. Les digo aquí entre nos, que se los di porque me pidió que si no tenía
que darles, que le diera, por lo menos, mis lentes, todavía pienso en eso y no
consigo explicación, no entendí. Pero esa es la verdad.
Ahora voy camino a mi casa con mi sueldo de profesor
universitario, de la muy ilustre y centenaria Universidad del Zulia, en una
bolsa de supermercado"