Belén, la ciudad de la
natividad, la cuna del niño Jesús, vive otra Navidad, bajo ocupación militar
israelí, ahogada por los gigantescos muros, rodeada por colonias ilegales,
sitiada por miles de militares israelíes y decenas de Checkpoints, donde
ninguna persona puede ingresar o salir de Belén, sin la previa autorización,
control y sobre todo capricho de los militares.
Tomado de Palestina Libre.
Belén, hoy está más triste que nunca. Este año decenas de sus
hijos han sido asesinados, centenares de heridos o detenidos y los miles de
ciudadanos confinados entre muros y un férreo cerco militar.
Sumado a lo anterior, los palestinos de Belén, sobre todo los
jóvenes, deben andar con mucho cuidado. Bastaría que un paranoico militar o
colono israelí sospechara o simplemente pensara que esta persona tiene una leve
intención de atacarlos, y a pesar de estar lejos de ellos, a decenas de metros
de distancia, ellos le disparan sin pensarlo dos veces. Siempre tienen
argumentos para avalar y justificar los asesinatos cometidos.
A pesar de este dolor y la trágica realidad, la gente trata
de vivir como sea, las familias se reúnen, los jóvenes celebran, las bandas
musicales de los grupos de scout salen a las milenarias calles llenando el
ambiente de alegrías y esperanzas y, por un par de días, Belén cobra vida
y se llena de júbilo, de cantos y de música, dándole la bienvenida al niño
símbolo de esta ciudad que paradójicamente representa mensajes de paz, amor,
tolerancia, respeto y sobre todo, justicia, conceptos que han sido arrasados por
la barbarie militar y el fanatismo irracional.
Desde Belén, Jerusalén y desde toda Palestina, les deseamos a
todos ustedes una hermosa Navidad, llena de paz y armonía y para nuestro
pueblo, justicia y libertad.
Por Corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén ocupada