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20 noviembre, 2017

Votaría por Kico….

Por Simón García
Quiero comenzar señalando un primer y poderoso motivo, votaría por Kico porque es mi amigo. Lo conozco y sé de su inteligencia, de su ánimo emprendedor y de su honestidad. Son tres atributos indispensables para salir bien en el desafío que se propone asumir. Son condiciones para  mantener un equilibrio útil en dos aspectos de una misma lucha: contribuir institucionalmente a reconquistar la democracia y generar para Baruta opciones alternativas de ciudad, al margen de la asfixia presupuestaria y otras venganzas que acostumbra imponer el peor centralismo, por totalitario y por ineficiente, de este escarnio de poder.
Kico ha sido un demócrata que ha estado en la calle, en los medios y en la anónima actividad de organizar a los ciudadanos. Inicialmente, como a muchos, lo atrajo el discurso de Chávez. Pero la luna de miel duró poco. No necesitó esperar a que la destrucción país, la pobreza y el manejo instrumental de los derechos reflejaran la miseria política de un proyecto, envasado en Cuba y destinado a perpetuarse mediante el control de todos los órganos del poder y la sumisión de todos los individuos a fuerza de ideología, rentismo y represión. El G2 o quien la aliente, puede ahorrarse esa maniobrilla. 
No voy a idealizarlo, pero asocio a Kico con Vaclac Havel, el disidente que desde el teatro llegó a ser el primer presidente democrático de Checoeslovaquia, después de la caída del comunismo. El paralelismo me lo insinúa el énfasis que le proporciona Kico al empeño de ejercer la política desde la verdad y desde su autenticidad, aunque no guste a todos algún desplante comunicacional o que no use medias.

La verdad cuesta. Kico ha expresado con valentía y franqueza su opinión sobre la juramentación ilegal ante la moribunda ANC en un municipio que la rechaza con recias emociones y buenas razones. Pero su idea también es digna de consideración: afirma que entregarle un bastión de libertad al régimen es fortalecerlo y seguirle el plan a Maduro. Opta por defender la voluntad de los electores de Baruta, aún en las peores circunstancias.    
Votaría por Kico porque es un independiente y no tiene que someterse a imperativos externos a su conciencia. A su vez posee una formación militante adquirida desde sus tiempos de estudiante y en su actividad gremial. 
Me ha sorprendido el tanque de especialistas que ha convocado Kico. Gente madura y con notable saber profesional, que puede convertir la gestión pública de Baruta en una referencia nacional con proyectos de bajo costo sostenidos por todos sus habitantes con sensibilidad social y suficientemente responsables para involucrarse en la labor de mejorar la casa común en la que viven.
Si acaso las encuestas que indican que Kico tiene el primer lugar en las preferencias se voltean, no dudaría en respaldar a cualquiera de los otros candidatos de la oposición que tenga, comprobadamente, las mayores posibilidades de ganarle al gobierno. Kico actuaría igual porque la Alcaldía no es para él una oportunidad burocrática sino una opción de lucha para hacer mejor país.  
El valor concreto del voto, aquí y ahora, para los baruteños es mantener a Baruta fuera de las instituciones que servirán para consolidar una dictadura. Ninguna trampa ni falsos argumentos sobre legitimidades y reconocimientos montados por el régimen, debería impedir el imperativo ético de hacer todo lo que esté en nuestras manos para derrotarlo. Lo que lo legitima y lo empodera para perpetuarse, es dejar de votar.  
Existen otras razones menos personales para votar por Kico que son también válidas para apoyar a un dirigente vecinal de la excelente trayectoria de Elias Santana en Sucre, a ese símbolo de la generación universitaria del 2007 que es John Goicochea en El Hatillo, a Gustavo Duque en Chacao, Josy Fernández en Los Salias, José Luis Rodríguez en Carrizal, Pablo Da Silva en Vargas y la dirigente vecinal Maribel Castillo en Libertador.