Las coaliciones de derecha y centroizquierda que
históricamente dominaron la política de Chile no lograron una clara mayoría en
el Congreso en las elecciones del domingo, lo que obligará al próximo gobierno
a tender puentes para concretar sus proyectos.
Con casi la totalidad de los votos escrutados, el
pacto de centroderecha Chile Vamos quedó con un total de 19 senadores y 73
diputados, mientras que los partidos del oficialismo suman ahora 21 escaños en
la Cámara Alta y 56 asientos en la Baja.
Para cualquiera que resulte ganador del balotaje de diciembre
entre el exmandatario conservador Sebastián Piñera y el oficialista Alejandro
Guillier, el equilibrio de fuerzas en el Congreso sería una piedra en el
zapato.
Una de las sorpresas fue la irrupción del novel Frente
Amplio, un bloque de izquierda que se convirtió en la tercera fuerza política
del país con 20 diputados y un senador, cambiando el balance tradicional de una
manera que no favorece a Piñera.
El Frente Amplio apoyó a la candidata Beatriz Sánchez en los
comicios presidenciales, quien alcanzó el tercer lugar con una sorpresiva votación del 20 por
ciento.
Piñera, un multimillonario de 67 años, ha prometido que
corregirá las reformas en marcha de la saliente Michelle Bachelet, duplicará el
ritmo económico y dejará al mayor productor mundial de cobre a las puertas del
desarrollo.
Del otro lado, Guillier, un periodista y senador apoyado por
los partidos de izquierda de la coalición gobernante, aboga por continuar y
profundizar las reformas impulsadas por la actual mandataria.
Fuente: EP Mundo / Globovisión