Jennifer
Scott / BBC News
Ya
sea por convicción o por moda, en algunos países en años recientes ha crecido
el número de personas que adopta una dieta vegana, que excluye los alimentos de
origen animal, como carnes, pescados, lácteos, huevos y miel.
En Reino Unido, por ejemplo, entre 2006
y 2016 los veganos aumentaron en un 350%.
Estos deberían poder conseguir todos los
nutrientes que necesitan con una dieta variada y balanceada, planificada con
antelación, según el servicio británico de salud pública (NHS,por sus siglas en
inglés).
Pero con frecuencia eso no ocurre. Y
aunque muchos siguen sumándose a esta dieta otros veganos de larga tradición
deciden abandonarla.
John Nicholson y su compañera se
hicieron veganos en 1984, cuando tenían 23 años y vivían en una granja en el
norte de Escocia.
Pero 26 años después la pareja decidió
volver a comer carne porque consideró que era mejor para su salud.
Un
"cambio de identidad" tras 26 años
"Veíamos cómo llevaban el ganado al
matadero y ambos pensamos que teníamos que parar (de comer carne)",
recuerda John.
"En aquella época realmente tuvimos
que investigar qué debíamos comer", recuerda.
"Empezamos a fijarnos en la comida
india y asiática, y después seguimos ampliando nuestros horizontes culinarios,
un gran contraste con la dieta con la que crecimos en el noreste de Inglaterra”.
“Poco después el gobierno empezó a hablar sobre la importancia de llevar una
dieta saludable, algo que no había ocurrido antes, así que nosotros pensamos
'genial, estamos optando por una alternativa moral y saludable'".
Pero a medida que fueron pasando los
años la pareja vio cómo su salud se fue deteriorando y empezó a cuestionarse cuál
sería la causa.
"Yo
padecí síndrome del intestino irritable durante 17 años",
dice John.
"Cada vez que comía mi estómago se
hinchaba".
"Cualquier cosa que comiera dejaba
mi cuerpo muy rápidamente, tanto que a veces no podía salir de casa".
Además John empezó a engordar mucho.
Medía 1.78, pesaba unos 95 kg, y tenía el colesterol alto.
Paralelamente, su compañera lidiaba con
la depresión y con el hipotiroidismo. Así que ambos estaban listos para hacer
cambios en sus vidas.
Cambio
inmediato
John cuenta que el impacto fue casi
inmediato. En cuestión de 48 horas John empezó a sentirse mejor y su síndrome
del intestino irritable prácticamente desapareció.
Su pareja también notó una notable
mejoría de su salud.
"Cuando
has sido vegano durante 26 años, eso se convierte en parte de tu
identidad", dijo.
"Me preocupaba pensando que estaba
siendo superficial, pero entre los dos hablamos mucho sobre el tema y llegamos
a la conclusión de que queríamos poner nuestra salud por encima de la de los
animales".
Aún hoy la pareja está en contra de las
prácticas de la industria de los animales de granja y siempre escogen los
productos que consumen en base a criterios éticos de producción orgánica y
ecológica.
"Pienso en lo que mi abuela le
habría dicho a la gente vegana. Les habría dicho que es una tontería
autocomplaciente".
"Pero su generación sí sabía cómo
alimentarse de acuerdo a de dónde eran y a cómo se producían los alimentos".
"Ahora lo que estamos haciendo es volver a cómo eran las cosas antes,
antes de que la comida se complicara y se convirtiera en algo procesado".
"Es
como si mi cuerpo me lo agradeciera"
Estelle Silver fue vegana durante ocho
años antes de volver a comer carne.
Pero cuando tomó esa decisión no sabía
que eso tendría un impacto positivo sobre sus problemas de salud.
"Yo me hice vegana porque me
dijeron que tenía sensibilidad a los lácteos", dijo.
"Entonces yo ya había llevado una
dieta estrictamente vegetariana durante 20 años y hacía tiempo que quería
hacerme vegana por mis creencias sobre el abuso de los animales y las prácticas
de la industria de los animales de granja, así que esa fue una excusa perfecta
para dar ese último paso", le explicó a la BBC.
Inicialmente Estelle estaba contenta con
el cambio porque le mejoró la piel. Pero con el tiempo se notó más cansada y
más incapaz de lidiar con el estrés. Además desarrolló problemas de ansiedad.
"Cada vez que salía era un manojo
de nervios. Casi no era capaz de hablarle a la gente y me quedaba pegada a mi
novio de entonces", dijo.
"Nunca hice la conexión con la
dieta y la seguí estrictamente porque éticamente me sentía mucho mejor no dándole
mi apoyo a la industria de la alimentación animal, además de que estaba
convencida de que llevaba una dieta saludable".
Pero ocho años después Estelle
empezó a tener antojo de carne y pescado y empezó a hacer ligeras
"trampas" en su dieta vegana, dándose "pequeños
premios".
"Es como si mi cuerpo me lo
agradeciera y me sentía mejor cada vez que comía un poquito de carne",
cuenta.
Poco después, ese mismo año, le
diagnosticaron síndrome de fatiga crónica, también conocida como encefalomielitis
miálgica, y en un grupo de apoyo le dijeron que comer carne y pescado podría
aliviar sus síntomas.
"Desde entonces mi salud ha mejorado muchísimo y prácticamente ya
no tengo ansiedad", dijo Estelle.
"Desde un punto de vista ético,
desearía poder vivir sin consumir productos animales, pero ahora ya no creo que
una dieta vegana es saludable: mi cuerpo simplemente no puede tolerarla".
Según Heather Russell, nutricionista de
la Sociedad Vegana de Reino Unido, sí es posible obtener todos los nutrientes
que tu cuerpo necesita de una dieta vegana, pero para ello la planificación es
clave.
Según
el NHS, si los veganos no controlan bien su dieta pueden carecer de elementos
nutritivos importantes como el calcio, el hierro y la
vitamina B12.
"A
mí me funciona"
Carrie Eddins es vegetariana desde los
10 años, pero hace 18 meses, con 40 años, decidió seguir una dieta vegana.
"Lo decidí porque la industria de
los productos lácteos me enfurece y me rompe el corazón", dijo.
Desde que dejó de consumir leche y
huevos dice que se siente "como nunca", y asegura que su digestión
mejoró y que está más "tranquila" y "despierta".
Ahora tiene que controlar más sus menús.
Admite que cuando inició el cambio sí se
sintió más cansada y que tuvo que ponerse parches de vitamina B12 para
"equilibrar su sistema".
"Pero a mí me funciona", dice.