POR JORGE BUCAY
Muchas personas vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o
que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo,
crisis de llanto o las más diversas enfermedades en todo el cuerpo.
Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas,
que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo
libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente
desesperanzadas.
Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que
recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro:
"Depresión" y la infaltable receta del antidepresivo de turno.
Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan
un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ES UN AMANTE.
Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi
veredicto. Están las que piensan: ¡Cómo es posible que un profesional se
despache alegremente con una sugerencia tan poco científica!. Y también están
las que escandalizadas se van y no vuelven nunca más.
A los que deciden quedarse y a las que no salen espantadas por el consejo,
les doy la siguiente definición:
Amante es: "Lo que nos apasiona". Lo que ocupa nuestro
pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja
dormir.
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que
nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.
A veces a nuestro amante lo encontramos en una pareja, pero también solemos
hallarlo en la literatura, en la música, en el cine, en la fotografía, en la
política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de
trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, en
viajar o en el obsesivo placer de un simple pasatiempo...
En fin, es "alguien" o "algo" que nos pone de
"novios con la vida" y nos aparta del triste destino de durar.
Y que es durar?
Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás,
es tomarse la presión arterial todos los días, es deambular por consultorios
médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las risas, es observar con
decepción cada nueva arruga, es cuidarnos del frío, del calor, de la humedad,
del sol y de la lluvia.
Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy todo el día, esgrimiendo
el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.
Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, conviértete también TU
un amante y un protagonista de la vida.
Piensa que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte nunca se
olvidó de nadie.
Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un
amante...
Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la
vida