Estimado Sr. Blankfein,
Leí
con asombro que su firma ha negociado con el banco central de Venezuela
un importante tramo de bonos de PDVSA. ¡Seguramente entiende que este
acuerdo ha proporcionado recursos adicionales a una cruel dictadura que
está reprimiendo y matando a sus propios ciudadanos! Sí, entiendo que
Goldman & Sachs opera dentro del crudo vientre del capitalismo y que
un dólar es un dólar, pero supongo que sus acciones están guiadas por
algún componente de moralidad. Seguramente sus predecesores que dirigían
la compañía en la década de 1930 no participaron activamente en la
financiación del Tercer Reich con ofertas de bonos. Todas esas palabras
encantadoras acerca de la conciencia social en la sección de Ciudadanía
de su sitio web, me parecen sonar muy huecas.
Es
una gran vergüenza que con este mal considerado acuerdo, usted le haya
negado a su corporación, los beneficios que deberían aportar sus
inversiones en construir una mejor imagen corporativa.
Ahora
puede gastarse el resto del presupuesto de este año pidiendo disculpas a
la corporación por su inadecuado manejo de esta área tan crítica. Por
supuesto, usted no sabía nada sobre este acuerdo a priori. Ahora usted
tendrá que gastar sus esfuerzos tratando de convencer a quienes lo
apoyan en la junta directiva, que no sabía nada y que todo esto fue sólo
un desgraciado percance.
Irónicamente,
las consecuencias no terminan ahí, tenga la seguridad de que Venezuela
(PDVSA incluida) va a incumplir e incluso a un costo de 31 centavos por
dólar, G & S perderá un buen dinero en esta sucia inversión. Más
aún, si el próximo gobierno, realmente molesto por su falta de
solidaridad con la población en este momento de necesidad, trata de
bloquear cualquier pago de su compra, por lo menos su firma estará
esperando por el pago por mucho tiempo.
Mi
reacción es de disgusto con el comportamiento de G & S. Recuerdo
muy bien los días en que en el fondo de la crisis financiera, su firma
entró en pánico y se apresuró a adoptar el estatus de un banco
comercial, protegiéndose bajo el manto de ser "demasiado grandes para
fallar". Sí, se salvaron entonces, pero parece que usted no aprendió
nada de esta experiencia cercana a la muerte para aquellos involucrados
en sus transacciones, que ahora en este caso en particular, son los
sufridos habitantes de Venezuela. Eso no le augura mucho bien para la
continuidad de su negocio.
Inevitablemente,
pronto se irá de la dirección de G & S y debe estar consciente de
que todo es muy efímero. Es una verdadera vergüenza que su obra pasada
sea mancillada por esta transacción y que sus potenciales modestas
ganancias no se puedan comparar con el daño que le causaran a su honra y
reputación.
Así que le pregunto: ¿qué puede hacer G & S para reparar el daño ocasionado? Espero que consiga una solución satisfactoria.
Atentamente,
Thomas Ronai
BA (Yale), MBA (Harvard), MA (Yale)
PD.
Sr. Blankfein, es posible que desee saber por qué estoy tan indignado
por el acuerdo de bonos de Goldman Sachs-PDVSA. Soy venezolano por
adopción, me fui a trabajar allá después de recibir mi MBA de Harvard
(1972). Formé mi propia empresa de consultoría y dimos asesoría
estratégica a organizaciones como G.E, IBM y PDVSA. 26 años más tarde,
cuando Chávez fue elegido, tuve la suerte de anticiparme a algunos de
los desastres que se avecinaban, liquidé mi empresa y me dirigí a Yale
para continuar estudios. He observado con indignación como
inversionistas extranjeros supuestamente responsables (incluyendo muchos
de los bancos de inversión más importantes del mundo) han ayudado y
apoyado voluntariamente a este régimen que se ha destruido a sí mismo y
al país, cosechando con entusiasmo jugosos beneficios en esquemas de
inversión que conscientemente sabían que eran inviables con el único
propósito de apoderarse de los activos de la nación.
Algunos
miembros de mi familia no pudieron seguirnos cuando nos vinimos y han
vivido una vida de escasez y gran peligro. El apoyo de G & S y otros
para estos malvados seres humanos, que han saqueado el país es
inexcusable. Su reacción hasta ahora no ha servido de nada para ese
oprimido pueblo en sufrimiento, muy a pesar de lo que su Departamento de
Relaciones Públicas afirma, más bien, es una afrenta para con todos los
venezolanos decentes.