Tomado de EFE
Cartagena (Colombia).- El
escritor cubano Leonardo Padura pronosticó hoy en el Hay Festival de Cartagena
de Indias una batalla entre fundamentalistas de corte nacionalista y defensores
de los derechos civiles en los próximos años en Estados Unidos por la
polarización que está causando el Gobierno de Donald Trump.
Padura hizo el comentario sobre
la política de EE.UU., en una conversación con el autor colombiano Héctor Abad
Faciolince, a quien el cubano definió como “uno de los mejores escritores de la
lengua española en este momento y uno de los que yo más admiro”.
“En Estados Unidos van a ocurrir
dos cosas: van a aparecer movimientos fundamentalistas y movimientos civiles
muy conscientes de que no pueden permitir el fundamentalismo”, afirmó el autor
cubano.
En su opinión, entre esos dos
movimientos, el de los fundamentalistas seguidores de Trump y de los derechos
civiles, “va a haber una gran batalla interna que va a ser muy interesante en
los próximos años”.
Padura, autor de “El hombre que
amaba los perros”, comparó el muro que Trump quiere construir en la frontera
con México con lo que les sucedió a los chinos con la Gran Muralla, que la
hicieron para defenderse de agresiones externas y cuando se dieron cuenta el
mundo había cambiado y estaban aislados.
El escritor,
invitado al Hay Festival por el BBVA-Colombia, se refirió también a las tímidas
reformas económicas introducidas en Cuba en los últimos años, y dijo que “todo
puede pasar” ahora que se están produciendo “pequeños atisbos de una sociedad
menos ortodoxa” lo que incluye la llegada de empresas capitalistas del
exterior.
Padura (La Habana, 1955), creador
del personaje de Mario Conde, abogó en la charla por “refundar la utopía” para
dejar un mundo mejor a las próximas generaciones.
“Nos hace falta refundar una
utopía. El mundo más que nunca está necesitado de reformarse. Hace falta
reformarnos nosotros mismos y reformar el mundo para que sea un mundo vivible
el que nuestros hijos deberían tener”, señaló.
La conversación con Héctor Abad
Faciolince estuvo llena de anécdotas de la vida de Padura como su paso por
Angola como soldado entre octubre de 1985 y septiembre de 1986, periodo que
definió como “un año central, esencial” en su vida.
“Viví una situación que para un
cubano es extraordinaria: vivir en un país que estaba en guerra, donde el valor
de la vida era relativo”, afirmó.
También se refirió a su vida en
la isla y la crisis del llamado “periodo especial” de los años 90, cuando la
desaparición de la Unión Soviética y de los países socialistas dejó al régimen
de La Habana sin las ayudas que recibía para su subsistencia, aunque solo
había, dijo con humor, “tres problemas por resolver: el desayuno, el almuerzo y
la comida”.
“Cuba es un país muy raro en
muchos sentidos. Es un país donde nadie se ha muerto de hambre pero nadie ha
comido lo suficiente ni lo que ha querido comer”, añadió.
También recordó el Premio
Princesa de Asturias a las Letras que recibió en 2015, galardón que a pesar de
haber tenido un gran despliegue en el mundo hispano, en los medios de la isla
apenas fue mencionado.
Sin embargo, dijo que ese premio
fue “a la cultura y la literatura cubana” y no para él en particular.