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16 enero, 2017

La ausencia del insoportablemente presente

Opinión
Por Bruno Gallo

A ver ...me había resistido a escribir largo sobre el último desafuero de nuestros compañeros de viaje para no echarle mas plomo a este lado que al otro, el de manifiesta vocación autoritaria y que en los últimos días desarrolla la etapa final para saltar de autoritarismo competitivo o electoral, a dictadura abierta y cada día mas parecida a las clásicas. Pero las frases cortas y con aspiraciones de incisivas han sido considerados por algunos panas como un exceso critico, por otros como catarsis, para otros ofensa y no faltará quien me diga que son antiunitarias y traidoras.

Así que me permito extenderme un poco mas (no mucho) en estas lineas.

La primera cosa que quiero decir es que declarar la ausencia de un tipo cuya presencia es una verdadera ladilla, es difícil de entender para el letrado o para el lego, para el agudo y para el obtuso, por una razón elemental: El tipo esta allí, sigue jodiendo, mandoneando y metiendo preso a cuanto opositor salga sorteado en su macabro juego.

En segundo lugar, y esto lo he dicho hasta la saciedad, este no es un problema jurídico, ni medio jurídico, ni un poquito leguleyo... NO, esto es un peo POLÍTICO, total y absolutamente político. que se atiene a la esencia de la política: Poder. Hay que ser muy adormilado para confundir, tener razón con tener poder. No se si gobernar mal puede ser asimilado a no gobernar, hasta el punto de igualar la cagada de gobierno de Maduro, a la muerte o discapacidad física y mental o a la fuga... Pero suponiendo que hacemos un ejercicio arrechisimo de prestidigitador intelectual y aceptamos que estar jodiendo es equivalente a no estar. En ese caso lo que hay que preguntarse es para que levantar una polvareda que te asfixiará si no tienes la fuerza para que esa polvareda te beneficie a ti? Tienes la mayoría, pero no tienes al ejercito, tienes unos abogados lúcidos (así como el gordo Escarrá en tiempos de la Resistencia) pero no tienes el TSJ ni la fuerza para rechazar, mas que declarativamente, sus desafueros. Entonces una decisión alegre y leguleya, OTRA VEZ nos lleva directo a la tradición perversa del salivazo hacia arriba y la frustración cuesta abajo.

Y por último, hasta nuevo aviso, supongamos que todo sale muy bien y que el artilugio brillante de asimilar mala gestión, o lo que UN legislativo considera mala gestión con abandono de cargo y Maduro  toma una versión siglo XXI de la Vaca Sagrada y se lleva una transferencia equivalente a miles de maletas llenas de dolares y despertamos un día cualquiera celebrando a lo 23-1-58.  Imaginen por un momento el desbarajuste, la inestabilidad en la que nos mete que un poder legislativo, municipal o regional, decida que la torta que pone el alcalde o el gobernador es equivalente a su ausencia... El Dios de los cristianos nos libre de una vaina como esa en manos del chavismo.