Con información de la agencia
EFE
La expresidenta de la República Federativa de
Brasil, Dilma Rousseff, en el Pabellón de las Tres Culturas en Sevilla,
momentos antes de pronunciar su conferencia "El asalto a la democracia en
Brasil y Latinoamérica", dentro del Seminario Internacional Capitalismo
Neoliberal, democracia Sobrante. EFE
Sevilla.- La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff
ha asegurado que teme un "golpe dentro del golpe" en su país, cuyo
objetivo sería "invalidar" las elecciones del 2018 e impedir el
posible triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva, si finalmente decide presentarse
como candidato a la Presidencia.
La dirigente brasileña ha expresado este temor
durante una conferencia titulada "El asalto a la democracia en Brasil y
Latinoamérica", dentro del seminario "Capitalismo neoliberal,
democracia sobrante", en el que ha disertado sobre los acontecimientos que
rodearon su salida del anterior Gobierno, que ha calificado de "golpe
político y parlamentario".
"Creo que es posible un golpe dentro del golpe
para hacer inviables las elecciones democráticas de 2018. No podemos estar de
acuerdo en que sean unas elecciones interrumpidas", ha advertido.
La expresidenta ha sostenido que Brasil necesita un
pacto desde la base, con "todos participando" democrática y
electoralmente y para que el próximo presidente sea "legítimo, porque el
de ahora no lo es", ha puntualizado.
Se ha mostrado convencida de que, si finalmente
concurre a las elecciones como ella desea, Lula da Silva tiene "muchas
posibilidades" de ser elegido, aunque a continuación ha manifestado que el
expresidente es un "gran peligro para los golpistas" por los logros
conseguidos y el reconocimiento de "gran parte" de la población.
"Intentaron destruirlo de todas las formas,
pero sigue firme. Hay un gran riesgo de que intenten invalidar las
elecciones", ha recalcado.
Este proceso se ha debido, según Rousseff, a la
coincidencia de intereses "ocultos" de la derecha, de grupos
ultraconservadores y de la oligarquía económica, a los que ha acusado de
utilizar presuntos casos de corrupción en una estrategia para "destruir
opositores y empresas" de Brasil.
"Están utilizando la Justicia como arma
política contra adversarios, lo que ha interferido en la normalidad
democrática", ha denunciado Rousseff, que cree que la derecha
"demoniza" a su partido y que el "juicio político" que la
sacó de la Presidencia es un "ataque abierto" a la democracia.
Además, ha esgrimido que la pretensión de los
"golpistas" era "destruir" el estado de inclusión social y
de reparto de la riqueza puesto en marcha por su gobierno, así como la
soberanía del país "aprovechando" la crisis económica.