Por Ronald Balza
Prodavinci
El presidente Maduro (en uso de atribuciones que constitucionalmente competen al Banco Central de Venezuela como ente obligado a actuar autónomamente en la preservación del valor interno y externo del bolívar) anunció la anulación del billete de 100 bolívares en 72 horas y su recepción en la banca pública hasta por diez días bancarios. La medida es absurda por al menos cuatro grupos de razones.
1. Una medida imposible de
cumplir
Hay más de 6 millardos
de billetes de 100 bolívares: casi la mitad del total de billetes y más de las
tres cuartas partes del efectivo expresado con ellos. Antes de contar con los
billetes de la nueva denominación no habrá suficiente efectivo para cambiarlos.
Las agencias bancarias no tendrán suficiente tiempo en el plazo anunciado para
depositarlos en viejas cuentas ni para abrirlas a quienes no tengan. Los nuevos
billetes de 500 bolívares aún no son suficientemente conocidos por la población
ni han sido completamente distribuidos en el territorio nacional, creando
oportunidades a falsificadores y estafadores de distinto tipo. Por tanto, se
causarían pérdidas a un número significativo de tenedores de billetes 100
bolívares.
2. Es una medida innecesaria
Los billetes de 100
bolívares dejarían de ser progresivamente utilizados a medida que ingresen
nuevos billetes de mayor denominación. No es necesario ni eliminarlos ni
sustituirlos por monedas, que igual que los céntimos, puyas y lochas de 2008
continuarían perdiendo valor con la inflación. El retiro de billetes de 100
bolívares, y los de menor denominación, podría hacerse a través del sistema
bancario sin perjuicio de sus tenedores. Y se daría uso a los más de 6
millardos de billetes de 100 bolívares que a un costo injustificable
adquirió el BCV por retrasarse en la actualización del cono monetario: los seis
nuevos billetes (de 500 a 20.000 bolívares) recientemente anunciados.
3. Tiene importantes
consecuencias negativas
Además de los
perjuicios causados a jubilados, comercios informales y tenedores legítimos de
billetes de 100 bolívares, y de la presión innecesaria sobre las agencias del
sistema bancario y sus medios de pago electrónicos en el mes de mayores
transacciones comerciales del año, la medida tendrá efectos negativos sobre el
marcador del paralelo. Anular el 77% del efectivo expresado en billetes antes
de la incorporación de nuevos billetes reducirá temporalmente la demanda de
bolívares en la frontera y reducirá el precio del bolívar en pesos todavía más.
Toda medida que reduzca la demanda de bolívares en la frontera, como la venta
de gasolina en pesos del lado venezolano, reduce el precio del bolívar a cambio
de pesos. Por el mecanismo aprovechado por DolarToday para fijar el marcador
del paralelo, es de esperar que continúe subiéndolo.
4. La medida no golpea a las
mafias
Los pagos en efectivo
que se hacen para eliminar la trazabilidad de las transacciones ilegales no
suponen acumulación de efectivo por tiempos prolongados y grandes cantidades en
tiempos de severa inflación. La velocidad de circulación de los billetes de 100
bolívares es mayor mientras mayor es la inflación y la frecuencia de las
transacciones. Es más fácil que un jubilado pierda parte sustancial de sus
aguinaldos por no poder gastar sus billetes a medida que la inflación se
acelera, a que un mafioso pierda lavando dinero fuera de Venezuela en
monedas extranjeras. Las mafias que han surgido al calor de controles de
cambios y precios, nula rendición de cuentas públicas e impunidad de pranes y
narcotraficantes no resentirán la pérdida de billetes que ya han sido
utilizados para multiplicar dólares y bienes dentro y fuera de Venezuela. No
son los ceros en los billetes los que crean incentivos al crimen organizado.