EFE
El gobierno marroquí negocia en secreto el regreso de los 73 empleados civiles de la Misión de la ONU en el Sáhara Occidental expulsados el pasado mes de marzo en protesta por la actitud del Secretario General, Ban Ki-moon, sobre el conflicto, considerada parcial contra el país magrebí.
Fuentes
diplomáticas marroquíes citadas hoy por el diario Asabah señalan que el
gobierno de Rabat quiere imponer varias condiciones para el regreso de estos
funcionarios, cuyo trabajo es considerado indispensable en la ONU para el
correcto funcionamiento de la misión y de su componente militar, que sigue en
su puesto.
Marruecos
quiere obligar a los miembros de la Minurso a "ser imparciales" y no
hacer ninguna declaración sobre el conflicto del Sáhara, algo que ya sucede en
los hechos, pues la Minurso jamás contesta a los periodistas, no hace público
ningún informe ni contactan con la sociedad civil saharaui.
En
el mismo sentido, Marruecos se reservaría el derecho de rechazar la presencia
de ciertos miembros de la Minurso a los que considera "espías que trabajan
por cuenta de países que defienden la causa separatista", según el diario.
Las
fuentes añaden que el personal de Minurso deberá "respetar los usos y costumbres
saharauis", en referencia a algunos casos aislados de escándalos sexuales
en los que se han visto implicados algunos miembros de la misión, siempre
conforme a las fuentes.
Todas
estas condiciones estarían negociándose de forma confidencial y con la
intervención de intermediarios, y en caso de llegarse a un acuerdo, no se haría
público.
En
la última votación de finales del mes de abril para renovar el mandato de la
Minurso, el Consejo expresó la "necesidad urgente de que la Minurso vuelva
a funcionar a plena capacidad", y dio al Secretario General un plazo de 90
días para informar al Consejo de sus gestiones en este sentido.
Aunque
aquella resolución no incluyó críticas directas a Marruecos, los observadores
coincidieron en que al país magrebí no le quedaba otra opción sino la de
permitir el retorno de los expulsados, llenándolo de condiciones para dar la
impresión de que no había tenido que volver sobre sus pasos.