El Deber / Fin
del conflicto entre humanos y elefantes. Una aldea india se trasladó a un nuevo
enclave para que los animales puedan moverse libremente por la zona, una franja
de terreno que sirve de unión entre dos de sus hábitats.
Cada año más de
400 personas y un centenar de proboscidios pierden la vida por el paso de
elefantes a través de zonas habitadas en la India, por cuyo territorio se
extienden 88 corredores para estos mamíferos, según datos de la ONG Fondo de
Fauna de la India (WTI, en inglés).
Es, no
obstante, una especie de relación amor-odio , ya que estos lugareños tribales
son “muy afectuosos” con los elefantes, a los que llaman cariñosamente “baba” o
padre, explicó a la agencia de noticias EFE, Rupa Gandhi, directora adjunta de
WTI, organización encargada del traslado de la aldea.
Quizás por eso,
las 19 familias accedieron “voluntariamente” a hacer las maletas , y dejar
atrás para siempre el pasado febrero sus tierras, y sus casas de bambú y techo
de paja.
El nuevo lugar
Probablemente
también favoreció su decisión la expectativa de alojarse en las nuevas
viviendas de ladrillo rojo y tejado verde equipadas con cocina, sistema
de drenaje y retrete que conforman el nuevo Ram Terang, a unos 6 kilómetros de
la aldea original.
Según Gandhi,
las condiciones son mucho mejores en el poblado actual, donde incluso se han
instalado paneles solares a la espera de un sistema eléctrico , frente a las
“inadecuadas” viviendas del enclave anterior que poca protección ofrecían
contra los paquidermos.
La mudanza, por
ende, ha llevado tiempo.
Con apoyo de la
organización británica Elephant Family, presidida por el príncipe Carlos, WTI
compró el terreno para la nueva aldea en 2013, dos años después los vecinos
comenzaron a cultivar las tierras y a principios del mes pasado, finalmente,
comenzaron a trasladarse.