Luis Fuenmayor Toro
¿Nuevas? ¿Qué tienen de nuevas aparte del largo
discurso presidencial con que fueron presentadas? Más de cinco horas le tomó a
Maduro informar sobre tres o cuatro medidas, tomadas para aumentar los
bolívares que recibe el Gobierno y mejorar su situación fiscal. ¿De dónde
vienen estos bolívares? Pues nada más y nada menos que del bolsillo de todos
los venezolanos de a pie. Exactamente igual a cualquier propuesta neoliberal,
que coloca sobre los hombros de la gente las atrocidades económicas y
corrupción de quienes controlan el Estado. ¿Es éste el socialismo del siglo
XXI? Pues se parece mucho, demasiado quizás, al capitalismo venezolano
decadente del siglo XX, el mismo que Carlos Andrés Pérez quiso corregir, luego
de una debacle similar a la actual en su forma y sus causas, con el paquete
económico neoliberal que llevó a la explosión social del 27 de febrero de 1989
y, supuestamente, al golpe de Chávez.(...)
El incremento del precio de la gasolina no va a
producir dólares; pese a que Maduro habló de la necesidad de generar divisas,
sólo elevará los bolívares que el Gobierno recibirá. ¿Y quiénes pagarán este
aumento? Pues el pueblo: quienes tengan autos y motocicletas, quienes manejen
vehículos para el transporte urbano e interurbano y conduzcan transportes de
carga, entre ellos el de los alimentos. De estos bolsillos, en forma directa,
provendrán los nuevos montos de bolívares, que el Gobierno usará en demagogia
politiquera y clientelismo. Y de manera indirecta pagará el pueblo que utiliza
el transporte público ante el incremento de los pasajes. Otro tanto ocurrirá
con la gente común, que pagará más cara la comida y los servicios. Todo ello sólo
generará mayor inflación y escasez, mayor miseria y desigualdad.
La otra “gran medida” fue la de elevar el dólar
de 6,30 a diez bolívares y dejar fluctuar libremente, de acuerdo al mercado, el
dólar de 200 bolívares. De nuevo, es una medida que aumentará la disponibilidad
de bolívares para el Gobierno y elevará también el costo de la vida; nada que
ver con la urgente necesidad de divisas de nuestra economía. No habló Maduro,
lo ocultó, lo escondió, de los planes para hipotecar los yacimientos no
comprometidos de la Faja del Orinoco, que generarían unos 200 mil millones de
dólares, y las reservas de oro del país, que aportarían otros cien mil
millones. No dijo nada de la empresa militar fundada recientemente, con la que
quieren manejar esta inmensa fortuna de la nación, que no del Gobierno ni mucho
menos de los militares.
¿Y el aumento salarial? Muy pero muy por debajo
de los incrementos señalados. Por otra parte, haciendo gala de un pensamiento
mágico mayor que el de Chávez, Maduro habló de que estamos en el momento de las
exportaciones por la empresa privada, para generar divisas. ¡Imagínense! No se
produce lo que requiere el país pero ahora vamos a exportar. ¿Locura, ignorancia,
engaño?