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11 enero, 2016

No olvidemos al pueblo saharaui


Opinión

Steilas.eus

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El  análisis de los resultados de las elecciones generales y las quinielas sobre la formación del nuevo gobierno van a ocupar durante los próximos días la mayor parte de las páginas de los periódicos y las programaciones de otros medios de comunicación

Los  días previos y posteriores al 20D, del 16 al 22 de diciembre se ha celebrado otro evento que apenas ha ocupado espacio en la mayoría de los medios: el 14o congreso del Frente Polisario que ha tenido lugar en Dajla, en los campamentos que dan refugio al pueblo saharaui en territorio argelino.
El pasado mes de octubre todos los campamentos sufrieron durante 5 días y 5 noches intensas lluvias, que causaron enormes destrozos, especialmente en Dajla. El 90% de las casas, hechas de adobe, se disolvieron como terrones de azúcar y los edificios un poco más sólidos como escuelas y hospitales quedaron seriamente dañados
A pesar de la escasa ayuda que han recibido, han sido capaces de seguir con los planes previstos y han conseguido dotar al campamento de la infraestructura necesaria para la realización del congreso al que han asistido 2.500 personas delegadas, 300 invitadas y miembros de la prensa internacional, mayoritariamente del Magreb. Los medios europeos han brillado por su ausencia. Ni siquiera la amenaza de retomar las armas, al haberse agotado su paciencia esperando una resolución eta del conflicto por vía diplomática, ha suscitado el interés de los medios de comunicación de occidente. Tampoco ha habido representación institucional del estado español, excepto de Euskal Herria que envió una delegación del intergrupo compuesta por Diana Urrea y Josune GoroSpe y además también asistió el senador Urko Aiartza. Si que hubo delegaciones de muchos países africanos y del norte de Europa. Además asistieron representantes de grupos de solidariedad con el Sahara tanto internacionales como del estado español y por parte de los sindicatos estuvimos presentes la Confederación Intersindical y steilas
Durante los 40 años de exilio del pueblo saharaui en el desierto gran parte de la comunidad internacional, y especialmente el gobierno estado español responsable del problema, ha mirado hacia otro lado esperando que la arena del desierto cubriese la vergüenza del abandono del pueblo saharaui.
El lema del congreso del Frente Polisario, “Fuerza, determinación y voluntad para imponer la independencia y la soberanía”, deja clara cuales son las intenciones del pueblo saharaui y las discusiones que se han desarrollado durante el congreso se han centrado en los medios para alcanzarlas. La disyuntiva entre dos vías: seguir con las gestiones diplomáticas o tomar las armas ha sido uno de los ejes de discusión. Quienes han impulsado la opción de la vuelta a las armas han sido los jóvenes, que no quieren seguir viviendo otros 40 años en los campamentos y anhelan una nueva vida en un Sahara libre. No ha sido la opción mayoritaria. Quienes han conocido la guerra no desean volver al conflicto armado y además temen perder los apoyos internacionales.
Las noticias de los últimos días: la sentencia del tribunal europeo que les reconoce el derechos a la explotación de la agricultura y la pesca del territorio del Sahara Occidental y la declaración del Parlamento Europeo favorable a la autodeterminación y a la prolongación del mandato de la MINURSO, suponen un rayo de luz en su oscuro panorama y han podido ayudar en la toma de decisiones junto con la anunciada visita del secretario de Naciones Unidas, Ban- Ki-Moon, a inicios de 2016.
Mientras tanto unas 150.000 personas sobreviven gracias a la ayuda humanitaria en los campamentos cerca de la ciudad argelina de Tindouf y otras decenas de miles resisten en los territorios ocupados luchando contra la vulneración sistemática de los derechos humanos por parte de Marruecos. Representantes del Sahara ocupado han asistido a este congreso y ocuparan cargos en la dirección del Frente Polisario, pero no conoceremos sus nombres porque deberán mantenerse en la clandestinidad para evitar la represión.
El pueblo saharaui necesita más que nunca de la solidariedad internacional no solo para cubrir sus necesidades materiales sino sobre todo para presionar a los gobiernos, especialmente al español que es el principal responsable de la situación, para que reconozcan sus derechos y propicien una solución definitiva.
No permitamos que el pueblo saharaui caiga en el olvido, trabajemos para que el próximo congreso del Frente Polisario pueda realizarse en el Sahara Occidental libre de la dominación.