Opinión
Steilas.eus
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El análisis de
los resultados de las elecciones generales y las quinielas sobre la formación
del nuevo gobierno van a ocupar durante los próximos días la mayor parte de las
páginas de los periódicos y las programaciones de otros medios de comunicación
Los días
previos y posteriores al 20D, del 16 al 22 de diciembre se ha celebrado otro evento
que apenas ha ocupado espacio en la mayoría de los medios: el 14o congreso del
Frente Polisario que ha tenido lugar en Dajla, en los campamentos que dan
refugio al pueblo saharaui en territorio argelino.
El pasado mes de octubre todos los campamentos sufrieron
durante 5 días y 5 noches intensas lluvias, que causaron enormes destrozos,
especialmente en Dajla. El 90% de las casas, hechas de adobe, se disolvieron
como terrones de azúcar y los edificios un poco más sólidos como escuelas y
hospitales quedaron seriamente dañados
A pesar de la escasa ayuda que han recibido, han sido
capaces de seguir con los planes previstos y han conseguido dotar al campamento
de la infraestructura necesaria para la realización del congreso al que han
asistido 2.500 personas delegadas, 300 invitadas y miembros de la prensa internacional,
mayoritariamente del Magreb. Los medios europeos han brillado por su ausencia.
Ni siquiera la amenaza de retomar las armas, al haberse agotado su paciencia
esperando una resolución eta del conflicto por vía diplomática, ha suscitado el
interés de los medios de comunicación de occidente. Tampoco ha habido representación
institucional del estado español, excepto de Euskal Herria que envió una delegación
del intergrupo compuesta por Diana Urrea y Josune GoroSpe y además también
asistió el senador Urko Aiartza. Si que hubo delegaciones de muchos países africanos
y del norte de Europa. Además asistieron representantes de grupos de
solidariedad con el Sahara tanto internacionales como del estado español y por
parte de los sindicatos estuvimos presentes la Confederación Intersindical y steilas
Durante los 40 años de exilio del pueblo saharaui en el
desierto gran parte de la comunidad internacional, y especialmente el gobierno
estado español responsable del problema, ha mirado hacia otro lado esperando
que la arena del desierto cubriese la vergüenza del abandono del pueblo
saharaui.
El lema del congreso del Frente Polisario, “Fuerza, determinación
y voluntad para imponer la independencia y la soberanía”, deja clara cuales son
las intenciones del pueblo saharaui y las discusiones que se han desarrollado
durante el congreso se han centrado en los medios para alcanzarlas. La
disyuntiva entre dos vías: seguir con las gestiones diplomáticas o tomar las
armas ha sido uno de los ejes de discusión. Quienes han impulsado la opción de
la vuelta a las armas han sido los jóvenes, que no quieren seguir viviendo
otros 40 años en los campamentos y anhelan una nueva vida en un Sahara libre. No
ha sido la opción mayoritaria. Quienes han conocido la guerra no desean volver
al conflicto armado y además temen perder los apoyos internacionales.
Las noticias de los últimos días: la sentencia del tribunal
europeo que les reconoce el derechos a la explotación de la agricultura y la
pesca del territorio del Sahara Occidental y la declaración del Parlamento
Europeo favorable a la autodeterminación y a la prolongación del mandato de la
MINURSO, suponen un rayo de luz en su oscuro panorama y han podido ayudar en la
toma de decisiones junto con la anunciada visita del secretario de Naciones
Unidas, Ban- Ki-Moon, a inicios de 2016.
Mientras tanto unas 150.000 personas sobreviven gracias a la
ayuda humanitaria en los campamentos cerca de la ciudad argelina de Tindouf y
otras decenas de miles resisten en los territorios ocupados luchando contra la vulneración
sistemática de los derechos humanos por parte de Marruecos. Representantes del
Sahara ocupado han asistido a este congreso y ocuparan cargos en la dirección
del Frente Polisario, pero no conoceremos sus nombres porque deberán mantenerse
en la clandestinidad para evitar la represión.
El pueblo saharaui necesita más que nunca de la solidariedad
internacional no solo para cubrir sus necesidades materiales sino sobre todo
para presionar a los gobiernos, especialmente al español que es el principal
responsable de la situación, para que reconozcan sus derechos y propicien una solución
definitiva.
No permitamos que el pueblo saharaui caiga en el olvido,
trabajemos para que el próximo congreso del Frente Polisario pueda realizarse
en el Sahara Occidental libre de la dominación.