Bernard Bridel
Para continuar desarrollando las capacidades militares
de su país, el presidente de China, Xi Jinping, ordenó instalar la
primera base naval permanente en el extranjero. Su elección, que no es
casualidad, fue Yibuti en el
Cuerno de África, una posición estratégica para el control de las principales
rutas de transporte entre Asia y Europa a través del estrecho de Bab el-Mandeb
y el Mar Rojo. Pero también puesto ideal para monitorear el este de África,
donde, a pesar de las tensiones y conflictos, Beijing invirtió masivamente y compra de materias
primas e hidrocarburos.
Desde la firma en febrero de 2014 de una
"asociación estratégica para la seguridad y la defensa" entre
Djibouti y Beijing, se ha estudiado la instalación de esta base naval, la
decisión fue anunciada el 4 de diciembre en el marco de la Cumbre China-África
en Johannesburgo. Para Djibouti, China es “un aliado estratégico extra
"además de la antigua potencia colonial, Francia, y los Estados Unidos que
tienen grandes bases militares en este pequeño Estado . Esta nueva base
"es parte de los esfuerzos desplegados Djibouti en la lucha contra el terrorismo
y la piratería", dijo un alto funcionario del país africano.
"La decisión de Pekín de instalar una base naval
en Djibouti no es sorprendente", comenta Alexandre Vautravers, editor del
Diario Militar Suizo y especialista en temas de seguridad del Instituto de
Estudios Globales de la Universidad de Ginebra. “Es el fruto de la experiencia
adquirida desde finales de 2008, cuando la Marina china ha comenzado a
participar en la lucha contra la piratería en la costa de Somalia y en el golfo
de Adén", dice el experto. "Muy pronto se hizo evidente que las
reglas de combate aplicadas hasta ahora eran totalmente inadecuadas, las
tripulaciones han tenido enormes
problemas de salud , los equipos,
tales como helicópteros, sufrían de corrosión, en fin, que los barcos chinos
alejados de su puerto de origen, tenían que interrumpir su misión para
abastecerse de combustible ".
"Por otra parte, Alexandre Vautravers dijo que con la creación de esta base en
Yibuti, China también quiere demostrar que puede aprender de lo que otros están haciendo."
Garantía de Seguridad
En cuanto a Yibuti, un pequeño país sin recursos, sería
el ganador por partida doble. Primero económica, el alquiler de estas
bases les reportará decenas de
millones de dólares a las arcas del Estado. Pero, sobre todo, explica
Alexandre Vautravers, "la
presencia militar internacional es la mejor garantía para la seguridad de
Djibouti, un pequeño país sin ninguna fuerza militar real."
Por último, según Shen Dingli Profesor de la
Universidad de Shanghai citado por el New York Times, China está tratando de
dotarse de los medios para hacer lo que los Estados Unidos han estado haciendo
desde hace 150 años, "salvaguardar la libertad de navegación”.
(Tribune de Genève)