El País
La angustia del periodista estadounidense Jason
Rezaian, detenido en Irán y acusado de espionaje, se
alargó aún más tras conocerse que ha sido condenado. Tras más de 14 retenido en
una de las prisiones del país, un portavoz de la justicia iraní aseguró que la
corte había alcanzado un veredicto, aunque no reveló cuál. La familia del
corresponsal de The Washington Post en Teherán tuvo que
esperar varias horas más hasta saber que el juez le había declarado culpable.
El director ejecutivo del Post, Martin
Baron, calificó la sentencia como “una injusticia escandalosa”. Baron acusó a Irán de comportarse “inconscientemente” durante
todo el caso. “Aunque nunca tanto como con esta decisión de una Corte
Revolucionaria que ha condenado a un periodista inocente después de un proceso
llevado en secreto y sin pruebas de delito alguno”.
Rezaian, ciudadano con doble nacionalidad
estadounidense e iraní, ocupaba el cargo de corresponsal jefe en Teherán para
el Post desde 2012. El periodista, que había residido en Irán
en varias ocasiones desde nueve años antes, fue detenido junto a su mujer, la
reportera iraní Yeganeh Salehi y otros dos fotógrafos el 22 de julio de 2014.
Fueacusado por las autoridades iraníes de espiar el programa
nuclear del país y de recabar información sobre empresas e
individuos que violaban las sanciones.
Los cargos tienen entre 10 y 20 años de condena a
prisión, aunque se desconoce si han formado parte del proceso judicial en el
que ha sido condenado. Ni la familia ni el diario saben si Rezaian ha sido
informado del veredicto.
Según la televisión estatal iraní, Rezaian cooperaba
con EE UU proporcionando esos datos a las autoridades, que a su vez imponían
nuevas sanciones sobre compañías específicas. Tanto la familia del periodista
como el periódico para el que trabajaba disputan estas acusaciones. Según ha
informado Baron, la familia apelará la condena “inmediatamente” y su abogada,
Leila Ahsan, pedirá su libertad bajo fianza hasta la resolución del caso.
Peticiones de ayuda
El Departamento de Estado norteamericano renovó este
lunes su petición para la puesta en libertad de Rezaian a través de su
portavoz, John Kirby. “Desafortunadamente, [la condena] no es sorprendente dado
que este proceso ha sido opaco e incomprensible desde el primer día”, dijo
Kirby. La familia de Rezaian, los directivos del Post y las
autoridades de EE UU han apelado a Naciones Unidas para que ayude a liberar al
corresponsal, que ya lleva retenido más tiempo que ningún otro occidental en
Irán. Este fin de semana superó los 444 días que fueron retenidos los
funcionarios de la embajada estadounidense en Teherán durante la crisis de los
rehenes de 1979.
La familia del periodista ha revelado que durante
estos últimos 14 meses ha sido retenido en régimen de aislamiento, sin acceso a
un abogado, sin atención médica que necesitaba y que sufrió “métodos de
interrogatorio agresivos”. Su mujer, liberada a los pocos meses de ser
detenida, ha podido visitarle en la cárcel de Evin en una ocasión.Ni ella ni la madre de Rezaian pudieron acceder a ninguna
de las cuatro vistas del juicio contra él, celebrado a puerta
cerrada y en secreto.
El hermano del periodista ha calificado la condena de
“otro triste episodio” en un proceso marcado por el secretismo. “Sigue un
patrón de las autoridades iraníes de silencio, confusión, retrasos y falta
total de adhesión al derecho internacional, así como a la legislación iraní”,
aseguró Ali Rezaian en un comunicado. La familia alega
que el Gobierno iraní nunca ha proporcionado ninguna prueba del supuesto
espionaje que habría cometido el periodista. “La vaga sentencia en este
supuesto veredicto, a pesar de que es realmente decepcionante para nuestra
familia, no es sorprendente”.