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04 septiembre, 2015

El G20, atrapado en una espiral de débil recuperación económica y del empleo



OIT

“La debilidad de la recuperación económica sigue agobiando los mercados laborales del G20, mientras que la persistencia del déficit de empleos decentes perjudica la recuperación”, declaró Guy Ryder, Director General de la OIT, quien participa en la reunión de los ministros de Trabajo y Empleo y en la reunión conjunta con los ministros de Finanzas del G20, en Ankara.

El contexto actual de débil crecimiento económico e insuficiente creación de empleo en los países del G20 muestra un ciclo de escaso incremento de salarios y de ingresos que se retroalimenta y que genera un déficit de demanda agregada, falta de confianza y de inversiones de las empresas, así como una recuperación del mercado laboral insuficiente, según un informe preparado para las reuniones del G20   en Ankara. El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico (OCDE) y el Grupo del Banco Mundial (GBM) titulado Los mercados laborales del G20: Estrechar los vínculos entre el crecimiento y el empleo , muestra que las economías del G20 registraron un crecimiento promedio de 3,2% a lo largo de los tres últimos años, frente a 4,1% entre 2000 y 2007.
La tasa de desempleo del G20 – que aumentó de 5,1 a 6,0% entre 2007 y 2009 – permaneció elevada, en 5,8 %durante 2014. Esto ha dado lugar a un déficit estimado de 50 millones de empleos en todo el G20 en relación al comienzo de la crisis.
El crecimiento de los salarios ha experimentado una desaceleración significativa que, unida al déficit de empleos, ha provocado una disminución de la participación del trabajo en la renta nacional y un incremento de las desigualdades en la mayoría de las economías del G20.
“La debilidad de la recuperación económica sigue agobiando los mercados laborales del G20, mientras que la persistencia del déficit de empleos decentes perjudica la recuperación”, declaró Guy Ryder, Director General de la OIT, presente en la reunión de los ministros de Trabajo y Empleo y en la reunión conjunta con los ministros de Finanzas del G20.
“La reunión conjunta de los ministros de Empleo y de Finanzas puede ser de gran utilidad para los líderes del G20 al integrar iniciativas políticas que actúan tanto en el lado de la demanda como en el de la oferta de los mercados laborales, contribuyendo de este modo a que el G20 se encamine de nuevo hacia el objetivo de crecimiento de 2% y que este crecimiento sea más inclusivo”, agregó.
Según el informe, la causa principal de esta creación de empleo lenta y desalentadora no es la disminución en la intensidad del empleo en el crecimiento económico sino más bien que el crecimiento económico en sí mismo es demasiado débil para crear empleos suficientes.
El desafío del empleo no está relacionado solamente con la cantidad, sino también con la calidad de los empleos. En numerosos países del G20 para los cuales se dispone de datos, la mayoría de los empleos creados entre 2009 y 2014 fueron trabajos a tiempo parcial. Debido a que generalmente ofrece salarios medios inferiores, niveles más bajos de seguridad del empleo y una cobertura más débil de la protección social, este tipo de empleos proporciona menos apoyo al consumo de los hogares y a la demanda agregada que el trabajo a tiempo completo.
En 2014, en las economías emergentes del G20, 51% de los trabajadores estaban en empleo vulnerable (la proporción en el empleo total de trabajadores por cuenta propia y de trabajadores familiares no remunerados). Esto representa una reducción de 3,9 puntos porcentuales en comparación a 2009. Si bien estas tendencias avanzan en la dirección correcta, la gran proporción de trabajadores que siguen en empleo vulnerable muestra que la informalidad, los salarios bajos y la escasa productividad siguen siendo desafíos constantes y persistentes.
“Como este informe indica claramente, debemos adoptar un enfoque global y multisectorial para revertir el actual círculo vicioso que asocia el lento crecimiento, la débil creación de empleo, el crecimiento deficiente de los salarios y de los ingresos y las inversiones insuficientes. Las políticas que revierten estas tendencias alarmantes hacia el incremento de kas desigualdades pueden acelerar la recuperación económica y hacer que el crecimiento sea más inclusivo”, concluyó Ryder.