BBC Mundo
Durante 14 años los siete hermanos vivieron virtualmente aislados del mundo en un departamento en Nueva York.
Nunca asistieron al colegio, su madre los educó en la casa,
y su padre -que tenía la única llave de la puerta del departamento- rara vez
permitía que los seis varones salieran solos. La hermana y la madre jamás
salieron de la casa.
Para pasar el tiempo, los seis hermanos Angulo se volcaron
al cine, hacia la colección de videos de su padre.
Mirando películas una y otra vez, memorizando los diálogos y
recreando los personajes de sus cintas favoritas de Hollywood, formaron su
visión de un mundo que rara vez habían visto.
"Creo que la
intención de nuestro padre era protegernos de los peligros y el crimen que él
veía en el mundo exterior. Y nunca nos alentaron a comunicarnos con la
sociedad", le cuenta Mukunda Angulo a la BBC.
"Creyó que podía hacerlo manteniéndonos aislados y
apartados de cualquier interacción con el crimen y peligros que estaban
ocurriendo en el exterior".
El peruano Oscar Angulo
(en primer plano) conoció a Susanne en Machu Picchu, donde era guía de
turistas.
Ahora el mundo ha
conocido la increíble historia de los hermanos Angulo gracias a un documental que se estrenó a principios de año: "The Wolfpack", ("Manada
de Lobos") dirigido por la estadounidense Crystal Mosselle.
Todo empezó en Machu Picchu
Los seis hermanos Angulo, cuyas edades van de los 16 a los
24 años son Bhagavan, Govinda y Narayana (que son gemelos), Mukunda, Krsna,
Jagadisa, y la hermana mayor, Visnu -que según se ha dicho- sufre un trastorno
genético que afecta el desarrollo.
Son hijos de Oscar, que nació en Perú, y Susanne. Ambos se
conocieron en Machu Picchu cuando Susanne, una hippy estadounidense que viajaba
por Sudamérica, se encontró con el peruano guía de turistas en la "Montaña
Vieja".
En esa época Oscar
era seguidor del krishnaismo y por eso todos los hijos tienen nombres
sánscritos.
La pareja se estableció en el Lower East Side de Mahattan,
Nueva York, en un edificio de viviendas de ayuda social.
Lo que se desprende del documental es que Oscar, que nunca
trabajó "por razones filosóficas", pensaba que el mundo era
potencialmente inseguro y prefería que su familia permaneciera aislada dentro
del hogar.
El único ingreso que recibía la familia era la compensación
que la ciudad de Nueva York le daba a Susanne por educar a los niños en la
casa.
Dos mundos
"Nunca salimos en invierno. Ni en otoño. Ni en
primavera", le dice Narayana a la BBC.
Sólo salían en verano. A veces hubo hasta nueve salidas al
año. En otras ocasiones sólo una. Y hubo un año en que no salieron nunca.
Pero las salidas
siempre eran bajo la estricta supervisión del padre.
"Para nosotros existía un mundo en el exterior y otro
mundo, el de nuestro departamento", agrega el joven.
Los Angulo creaban los
vestuarios y utilería para las películas que "producían".
El cine, sin embargo, fue la conexión que los mantuvo unidos
al mundo. Y los hermanos se entretenían "produciendo" sus propias
películas, copiando y memorizando diálogos y creando vestuarios y utilerías
improvisadas.
"Las películas
fueron nuestra ventana al mundo exterior" asegura Mukunda. "Fue una forma
de mirar al mundo".
"Pero siempre estuvimos conscientes de la diferencia
entre la realidad y la ficción".
Por ejemplo,
"Reservoir Dogs" (Quentin Tarantino, 1992), era una
"película perfecta" -dice Mukunda- porque había personajes para todos
los hermanos.
El documental muestra la versión que hicieron de esta cinta:
se les ve vestidos con trajes y corbatas negros, con anteojos de sol y
empuñando pistolas hechas de cartón y cinta adhesiva.
"Sabemos que (esta película) es puro entretenimiento
pero no puedes dejar de pensar que hay gente así (violenta) en el mundo
real", afirma Mukunda.
"Es decir, las
películas nos hicieron conscientes de lo que podía ocurrir en el mundo
exterior".
Pero Mukunda asegura que en su casa también tenían acceso a
los canales de noticieros en TV, "así que también estábamos conscientes de
lo que estaba ocurriendo en la vida real y en la actualidad".
La norma
Cuando la BBC le pregunta a Narayana qué impacto tuvo esta
forma de vida en su desarrollo, dice: "Cuando eres niño y estás creciendo,
aceptas las cosas como son, aceptas tu vida como la norma".
"El mundo dentro
de nuestro departamento era la norma. Pero fue cuando llegamos a la adolescencia
cuando empezamos a darnos cuenta de nuestra situación", agrega.
The Wolfpack se estrenó
en Nueva York en julio.
Tal como le contó a la BBC Crystal Moselle, la directora de The Wolfpack, llegó un momento en que
los jóvenes se rebelaron y decidieron salir de su encierro.
Y en una de las primeras excursiones que hicieron solos al
exterior conocieron fortuitamente a Crystal Moselle.
"Fue pura casualidad", dice la cineasta. "Un
día estaba caminando en Manhattan cuando un niño pasó por mi lado corriendo entre
la multitud. Trás él corría otro. Y después otro, y otro, y otro".
"Me dejé llevar por el instinto y corrí tras
ellos".
Mukunda y Narayana
Angulo visitaron los estudios de la BBC.
Moselle se acercó a conocerlos. Y durante los siguientes
cuatro años se convirtieron en el tema de The
Wolfpack.
"Lo que me llamó la atención fue lo increíblemente
equilibrados que eran, lo inteligentes y bien educados. Me dijeron que todo se
lo debían a su madre, que los había educado", dice Moselle.
"El día que los conocí Govinda me preguntó: '¿a qué te
dedicas?'. Le respondí que era cineasta y me dijo muy serio: '¡Uy! a nosotros
nos interesa entrar en la industria del cine'".
Moselle agrega: "Crecieron con una determinación en su
vida. Así que una vez que salieron al mundo, sabían exactamente lo que querían
hacer".