Luis Fuenmayor Toro
Me correspondió en la Gran Alianza Nacional Alternativa GANA
presentar los documentos iniciales de constitución de la alianza y de
presentación pública de la misma, el cual se ha ido difundiendo a la velocidad
que las limitaciones existente lo permiten. Recordemos que el ventajismo
electoral gubernamental es gigantesco y el de la MUD, aunque mucho menor, es
también bastante elevado. Debo también alertar que tanto la mesa opositora como
el oficialismo están unidos en su decisión de no permitir la aparición de
terceros, ya que los mismos ponen en peligro un sistema polarizado que les ha
sido muy útil durante todos estos 16 años. De allí, que las desventajas se
multipliquen, pues existe una decisión de ocultar lo que está ocurriendo; no
hay sino que buscar las noticias de prensa sobre las inscripciones de
candidatos, para ver el sabotaje periodístico a las actividades de la GANA.(...)
Las inscripciones de candidatos de la GANA se efectuaron en
todo el país y en todos los circuitos, con la participación de varios partidos
políticos nacionales y muchos regionales. Como la alianza se organiza
regionalmente los integrantes de la misma varían entre los estados y dentro de
un mismo estado. El MAS, OPINA, el Movimiento Laborista, Bandera Roja, el
partido JOVEN, ORA, están entre los que destacan en todas partes, aunque
lamentablemente no llegaron a alcanzar una alianza perfecta nacional por
razones que en otro momento comentaré. Sin embargo, las propuestas generales de
enfrentar la polarización política que mantiene la mesa y el PSUV e impulsar la
proporcionalidad electoral, a través de una reforma legal, lograron la
convergencia de partidos, movimientos y grupos muy distintos política e ideológicamente,
con diferentes historias y experiencias y con distintas motivaciones
adicionales a las señaladas.
Propuse también lo que se llamó en su momento la “Agenda
Parlamentaria”, la cual se discutió muy seriamente en varias reuniones, a pesar
que todos sabemos que la costumbre existente es que los candidatos a diputados
presenten cualquier papel de proposiciones y luego, una vez electos como
parlamentarios, no ejecuten nada de lo propuesto. El PSUV es un ejemplo
lamentable de ello, pues tiene la mayoría de la Asamblea y lo primero que hace
es aprobar leyes habilitantes para que legisle el Ejecutivo. Los diputados de
la MUD, por su parte, una vez tienen en el bolsillo la publicación de su
nombramiento en la Gaceta Oficial, desaparecen, no asisten a la mayoría de las
reuniones de la Asamblea y sólo cobran sus sueldos de parlamentarios.
Nuestra agenda parlamentaria en cambio toca toda una serie
de aspectos y propuestas que pretenden primero rescatar a la Asamblea Nacional
del secuestro en que se halla por este Gobierno. Allí comenzará el cambio que
el país requiere.