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El artista y activista británico James Bridle busca conmocionar a Alemania con una obra en la que explora los secretos más oscuros de los estados, las cortinas de humo y la omisión de información.
"La respuesta Glomar"
de Bridle - expresión que se refiere a cuando con una respuesta ni se desmiente
ni se confirma una información -, expuesta en la recién abierta galería
Nome de Berlín, resuena en un país donde las revelaciones del ex contratista de
la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense Edward Snowden causaron una ira
generalizada.
El artista, de 34 años, que ya
ha presentado sus trabajos en el museo Victoria and Albert de Londres este año,
dio nombre a su primera exhibición en solitario en Alemania en alusión a un
afirmación de la CIA durante la Guerra Fría indicando que no podía
"confirmar ni desmentir" información sensible filtrada a un
periodista.
La exhibición es una mezcla de
impresiones generadas por computadora, proyecciones de cine y mapas y
documentos clasificados.
"Simboliza la manera en
que las tecnologías militares, el espionaje y la vigilancia han influido en
todos los aspectos de la vida diaria", dijo Bridle a Reuters.
"Estamos trabajando en esa
zona desconocida. Ahora puedes escuchar esta respuesta de tu consejo
local", añadió.
Bridle presentó sus trabajos en
Berlín mientras los medios anuncian que el fiscal jefe de Alemania ha estado
investigando a periodistas por cargos de traición después de publicar planes
para reforzar la vigilancia en las comunicaciones online.
Los cargos finalmente fueron
retirados, pero el incidente dejó aflorar la persistente sensibilidad de los
alemanes sobre la libertad de prensa y la vigilancia, junto a los recuerdos de
la Stasi de la época comunista o la Gestapo nazi.
En su serie "Fraunhofer
Lines", los bloques de colores y sombras se levantan contra los
fuertemente censurados documentos gubernamentales, tales como el del Senado
estadounidense sobre acusaciones de tortura en la base de Guantánamo en Cuba.
A su modo, Bridle explora las
relaciones, plagadas de peligros, entre los estados y los que filtran información.
"Es la política de la
luz", dice. "¿A quién se le permite ver qué, por qué y cómo? Los
documentos se publican, lo que es una iluminación metafórica. Pero entonces están
todos esos puntos negros".
La marca de Bridle está visible
por todo Berlín en forma de una maqueta a tamaño real de un drone de ataque
militar pintado en tiza en el céntrico distrito de Mitte. Con su "sombra
de drone" intenta arrojar algo de luz en torno a misteriosas armas.
"Estas armas tienen un
glamour oscuro para ellos, pero también sirven de resonancia para muchas
cosas", dijo Bridle. "Cuando dibujé por primera vez uno a escala, me
percaté de por qué son tan interesantes: su invisibilidad física y política".
"La respuesta Glomar"
de Bridle estará en la Galería Nome de Berlín hasta el 5 de septiembre.