Dante Rivas
El Presidente ha convocado a “cambiar todo”, lo
ratificó el 18 de abril en Maracay. El Comandante Inmortal pidió hasta en su
minuto final “eficiencia o nada”. Nosotros desde la Autoridad Única para
la Simplificación de Trámites y Permisos ratificamos que seguiremos
construyendo esta nueva administración pública venezolana, que termine con los
negativos rasgos burgueses que todavía la caracterizan y acabe con el
burocratismo para siempre.
Los resultados que estamos
obteniendo en el Servicio de Registros y Notarías (SAREN) son muy alentadores y
definitivos. Son rendidores. Los ciudadanos nos lo dicen todos los días: “El
SAREN cambió para bien”.(...)
Eliminamos recaudos innecesarios, fotocopias de cédulas
y RIF, límites de atención por día. Aplicamos cumplimiento estricto de los
horarios a todo el personal, especialmente los jefes. Capacitamos y entrenamos
aplicando nuevas técnicas de relacionamiento mejorando el respeto al ciudadano.
Prohibimos requerir cualquier documento que se pueda verificar en
consulta electrónica. Sabemos que cada recaudo innecesario es una
alcabala que potencia la corrupción desde adentro.
La buena noticia es que la productividad en 2015
creció en las 486 oficinas del país, con topes de hasta 615%, con respecto al
mismo período de 2014.
Predicamos con el ejemplo. Incorporamos a los
trabajadores al cambio motivándolos con talleres basados en la Cultura del
Trabajo Feliz y dotándolos de las herramientas y equipos para que su desempeño
necesariamente sea óptimo. La transformación está en marcha y es indetenible.
Hacemos de la excelencia un culto diario y las
oficinas se van convirtiendo en espacios positivos en donde se comparten
saberes y se celebran los logros alcanzados en equipo.
Tenemos una Ley de Simplificación de Trámites
Administrativos que nos obliga a no demorar el desmontaje de la vieja
burocracia de la Cuarta. Honremos a nuestros compatriotas partiendo del principio de la Buena
Fe, con control posterior de los formularios.
Compatriotas: Demos juntos, cada uno en el marco
específico del barco que comanda, un movimiento de timón contundente que sea la
mejor señal de nuevos aires administrativos en la nación. La gente lo reclama.
Nosotros estamos obligados a ejecutarlo sin temores de ningún tipo. ¡Podemos
hacerlo!
Confío en ustedes, cuenten conmigo.
Un abrazo.
Dante Rivas