El comandante del Ejército de
Resistencia Dominic Ongwen detenido por las fuerzas estadounidenses en la
República Centroafricana. © AFP/Getty Images
El inminente traslado de Dominic
Ongwen, presunto ex comandante del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) a la
Corte Penal Internacional (CPI) es un paso adelante para la justicia para
quienes han sufrido más de dos décadas de brutalidad a manos de este grupo, ha
declarado hoy Amnistía Internacional.
“Este es un avance significativo
en la búsqueda de justicia. El LRA secuestró, mató y mutiló a miles de
personas en Uganda y cometió atrocidades, como el uso de niños y niñas soldados
y la esclavitud sexual”, afirmó Sarah Jackson, directora adjunta del
Programa Regional para África Oriental de Amnistía Internacional.(...)
“Ha pasado casi una década desde
que se dictaron las órdenes de detención contra los líderes del LRA. El
traslado inminente de Dominic Ongwen a La Haya para ser juzgado por crímenes de
lesa humanidad y crímenes de guerra allana por fin el camino para que los
sobrevivientes de las atrocidades cometidas por el LRA en el norte de Uganda
vean que se hace justicia.”
El gobierno ugandés remitió la
situación relativa al conflicto con el LRA a la CPI hace más de 11 años. El
fiscal de la Corte abrió una investigación en el norte de Uganda y la Corte
dictó órdenes de detención contra cinco presuntos líderes del grupo en 2005.
El 5 de enero de 2015, Estados
Unidos, junto con el Fuerza Especial Regional de la Unión Africana en la
República Centroafricana, detuvo a Dominic Ongwen y el 14 de enero lo entregó
al contingente del ejército ugandés de la Fuerza Especial de la UA.
El 17 de enero, la Corte Penal
Internacional tomó legalmente bajo custodia a Dominic Ongwen en Bangui, la
capital de la República Centroafricana, y se prevé que éste sea trasladado a La
Haya en los próximos días. Ongwen está
acusado de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra ante la CPI.
Según informes, Dominic Ongwen fue
secuestrado por el LRA a los 10 años. Los secuestros, los lavados de cerebro y
las iniciaciones brutales en asesinatos a que son sometidos los niños forman
parte esencial del modus operandi del LRA.
“Como víctima y también como
presunto perpetrador, las circunstancias de la participación de Dominic Ongwen
en los crímenes cometidos por el LRA podrían ser parte de su defensa. En caso
de ser declarado culpable, su secuestro y reclutamiento en el LRA podría
también tenerse en cuenta a la hora de imponer la pena”, dijo Sarah Jackson.
Ahora que Ongwen ha sido puesto
bajo custodia de la CPI, éste debe mantener informados a las víctimas y
comunidades afectadas de Uganda de todas las novedades que se produzcan en el
caso.
“Tras reducir recientemente sus
contactos con las víctimas en Uganda debido a la falta de avances en los casos,
la CPI debe ahora volver a entablar relaciones con las personas más
directamente afectadas por el caso mediante la información pública y
actividades de difusión”, prosiguió Sarah Jackson.
Uganda podría tratar de impugnar
los hechos que alega la CPI a fin de enjuiciarlo en Uganda. Para ello, el
gobierno tendría que demostrar a los jueces de la CPI que realmente puede
investigar y juzgar el caso, y que está dispuesto a hacerlo.
Información complementaria
El LRA es un grupo armado dirigido
por Joseph Kony. Creado en torno a 1987, inicialmente luchó contra el gobierno
ugandés en el norte de Uganda. A partir de 2006, las operaciones del ejército
ugandés obligaron al grupo a desplazarse a los países vecinos.
Amnistía Internacional lleva más
de dos décadas documentando crímenes cometidos por el LRA y su terrible impacto
en la vida de miles de civiles en la República Centroafricana, la República
Democrática del Congo, Sudán del Sur y Uganda.
Amnistía Internacional ha
documentado asimismo violaciones de derechos humanos cometidas por las Fuerzas
de Defensa del Pueblo de Uganda contra comunidades civiles en las que estaba
presente el LRA y contra miembros de éste capturados.
Uganda tiene la responsabilidad de
investigar y enjuiciar los crímenes cometidos en el norte del país tanto por el
ejército ugandés como por el LRA. A tal fin se creó una Sala de Delitos
Internacionales, pero su primer caso contra el comandante del LRA Thomas
Kwoyelo se suspendió después de que el Tribunal Constitucional resolvió que
éste podía beneficiarse de la Ley de Amnistía de Uganda de 2000. Esta
sentencia está pendiente de apelación ante el Tribunal Supremo.
Dominic Ongwen está acusado de
tres crímenes de lesa humanidad —asesinato, esclavitud y actos inhumanos que
causaron grandes sufrimientos o atentados graves contra la integridad
física— y de cuatro crímenes de guerra —asesinato, trato cruel de civiles, dirigir intencionalmente ataques contra
la población civil y saqueo—.
La Corte Penal Internacional dictó
las órdenes de detención contra Dominic Ongwen y otros cuatro líderes del LRA
por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en julio de 2005. Otro
sospechoso inculpado, Joseph Kony, sigue en libertad, y que se cree que los
demás ya han fallecido.