En artículo publicado en Últimas
Noticias (p
34, 29-10-2014) y en este medio (30-10-2014) toqué un tema del que nadie habla en el país,
posiblemente porque involucra a gente de sectores ideológicos, políticos y
sociales muy diversos, tanto nacionales como internacionales, además de
constituir una realidad que ensucia a PDVSA y a todos los gobiernos nacionales desde
la nacionalización petrolera de Carlos Andrés Pérez I para acá. Se trata de la
venta fraudulenta diaria de centenas de miles de barriles de crudo, que salen
de PDVSA sin ser facturados por ésta, tanto en los pocos tanqueros de su
propiedad como en aquéllos de las empresas extranjeras que compran nuestro
petróleo. Junto a los millones de barriles vendidos legalmente van unos
centenares de miles de barriles, cuyo pago no entra en la caja de PDVSA sino en
las cuentas en el exterior de los altos funcionarios petroleros y
gubernamentales enchufados en este siniestro negocio.(...)
El propio gobierno ha dicho
públicamente que el contrabando de extracción de combustible, a través de la
frontera con Colombia, alcanza los 100 mil barriles diarios. En el artículo
antes señalado cometí un error al efectuar la conversión de estos barriles a
litros de combustible y dije que se trataba de 400 mil litros, cuando en
realidad son casi 16 millones de litros, 40 veces más. Esta cantidad,
inimaginable para el común de la gente, es tan grande que se requerirían 800
gandolas de 20 mil litros de capacidad cada una para poder transportarla por
tierra, lo que no sólo es físicamente imposible sino que además no ha sido
documentado por ninguno de los organismos, que supuestamente luchan contra el
contrabando en la frontera. Hasta ahora, sólo se ha hablado de “pimpineros” y
camiones pequeños (no de gandolas) que no podrían transportar ni el 2 por
ciento del total señalado.
Con el cuento del contrabando de
combustible por contrabandistas en la frontera, se les esconde a los
venezolanos la verdad de lo que real y lamentablemente sucede. El contrabando,
que alcanza estas magnitudes según lo han afirmado el propio Gobierno y PDVSA,
sólo es posible con el concurso de ésta. Luego de la nacionalización petrolera
hecha por Carlos Andrés Pérez en su primer gobierno, los equipos medidores del
combustible que salía de las plantas dejaron de utilizarse y desaparecieron, lo
que permitió desde ese momento la venta de grandes cantidades de crudo sin que
los ingresos derivados fueran registrados ni entraran en caja de PDVSA. Pero la
propaganda del Gobierno mantiene a la gente atenta a los pimpineros y
camioneros y lo presenta como gran luchador contra el contrabando.
Este contrabando sofisticado era
parte de los negocios de la “meritocrática” burocracia petrolera de adecos y
copeyanos, tan miserable, delincuente y traidora a su patria como la
actualmente existente “socialista del siglo XXI”, que se mantiene en el negocio
del contrabando de crudo. Luego de escribir estos artículos, me enteré que el
viejo Diario KIKIRIKÍ de Valencia, en sus ediciones 502, 504 y 507, efectuó
denuncias similares e incluso más amplias.