Vistas de página en total

19 mayo, 2014

Un Diálogo genuino


 


El diálogo genuino intenta buscar la verdad y fomentar el conocimiento sin prejuicios y para nadie es un secreto, que las ambiciones de poder, tienden a disfrazar el diálogo con retórica y más retórica. El bien común es dejado a un lado y cada grupo de interés, lucha por defender sus ideas y beneficios a costa de los demás.
Pareciera que esta es la misma lógica que priva en la actualidad; la confrontación, la represión y la fuerza, se encuentran en el centro del escenario político, económico y social con tal de cumplir a costa de lo que sea, con la agenda individual.
Es imposible mantener el equilibrio y el balance en el diálogo cuando lo que existe es, constantes recordatorios de fracasos y errores, intercambio de acusaciones, invalidación de lo que el otro está diciendo o haciendo, gritos, ofensas, sarcasmos y hasta violencia. Entonces, el diálogo es imposible y hasta absurdo.(...)

Pretender que una verdad sea la única válida “venga de quien venga”, desacreditando las opiniones de los demás, es un intento desesperado por fortalecer-mantener, un modelo disfuncional en muchos ámbitos.
Hay quienes afrontan estas realidades con apatía, otros con la protesta irracional. Con la confrontación, en lugar de tender puentes y construir soluciones, se destruyen las relaciones y la posibilidad de coincidir en lo esencial. En todos los casos, alguien gana y alguien pierde.
Sería interesante empezar a trabajar en el cambio de paradigmas, sería interesante escuchar propuestas diferentes con alternativas creativas, que más allá de aplastar y vencer al oponente, busquen sumar, solucionar.
En este sentido, el Papa Francisco ha sido enfático: “Hoy se apuesta por el diálogo o todos perdemos”. Durante un encuentro con políticos en Brasil, el Papa comentó que cuando un político le pide consejo sobre cualquier tipo de problemática su reflexión siempre es la misma: “diálogo, diálogo, diálogo”. “El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno a cambio”
Mientras las personas pelean sobre soluciones opuestas “hazlo a mi manera”, “No, eso no está bien, lo que se necesita es cambiar la agenda en la conversación.   La  perspectiva  de  ganar/  ganar  dice: Yo  quiero  ganar  y  quiero  que  tú ganes también. El reto es cómo lograr que esto suceda. La  maniobra  más  importante  de  esta  perspectiva, es  cambiar  el  curso del diálogo comenzando por el enfoque en las necesidades, no en las posiciones ni en las soluciones.