Por César Miguel Rondón
Ha impactado la noticia
del asesinato de Eliecer Otayza. El titular del 2001 dice: “Asesinato de Otayza
conmociona. El cuerpo del constituyente y actual presidente del Concejo
Municipal de Libertador, fue hallado el sábado en Turgua, sin identificación. Ayer
lograron determinar que se trataba de él. Presenta cuatro tiros.” Y además,
según hemos leído en otro diarios, con signos de tortura.
Correo del Orinoco, la
Artillería del Pensamiento: “Presidente Maduro ordenó investigar el asesinato
del dirigente Eliecer Otayza. “He dado la orden de que se haga una
investigación por la extraña circunstancia en que apareció asesinado el mayor
Eliecer Otayza. Héroe del 27 de noviembre. Honor y gloria a Eliecer Otayza”.
Luisa Ortega Díaz de inmediato informó que el Fiscal 19 con competencia
nacional, Daniel D’Andrea, asumirá las investigaciones.(...)
El Nacional: “De cuatro
balazos asesinaron a Eliecer Otayza”. Y agrega: “57 cadáveres llevaron a la
morgue de Bello Monte el fin de semana pasado. El más violento en lo que va de
año. Solo en abril han ingresado 375 cuerpos en la dependencia.” 57 cadáveres
asesinados y al señor Maduro sólo le llama la atención la “extraña
circunstancia” en la que apareció Eliecer Otayza.
Obviamente es un hecho
lamentable, no se puede aceptar este asesinato, como no se pueden aceptar los
miles de asesinatos que han ocurrido en estos quince años de negligencia frente
al hampa desatada. Ojalá se pueda investigar a fondo. Pero así como Luisa
Ortega Díaz ha designado un fiscal para investigar el caso Otayza, los otros 56
cadáveres que ingresaron a la morgue en el fin de semana merecen igual
tratamiento e interés. Pero, ya lo sabemos, no todos somos iguales.
Me llaman la atención los
tuits de altos personeros del gobierno:
Delcy Rodríguez: “El Presidente
de la República ha ordenado una investigación a fondo de las circunstancias en
torno a esta terrible pérdida”
Diosdado Cabello: “Qué
tristeza por el asesinato de nuestro hermano Eliecer Otaiza, camarada fiel a
sus principios, compañero inquebrantable en la batalla” Gabriela Ramírez:
“Que la violencia nunca reduzca a un pueblo que ama la paz. ¡Adiós
Eliecer!” Señorita Defensora del Pueblo, usted también debería ocuparse de
los otros. ¿O sólo le duele Eliecer Otayza?
Tareck El Aissami: “Que
este dolor y la terrible indignación que nos embarga por el asesinato de
Eliécer Otaiza, se convierta en FUERZA para continuar su LUCHA.” ¿Qué le
decimos a los deudos y familiares de los otros cadáveres? ¿Les decimos que
conviertan esa muerte en fuerza, señor El Assaimi?
General Carlos Alcalá
Cordones: “Camarada de lucha los que mueren por la vida no pueden llamarse
muertos! Vive! Carajo hermano!”
Según esto, pareciera que
Eliecer Otayza murió en una acción política o en una acción en defensa de la
revolución. Qué ceguera para no entender que Otayza, por lo que luce, falleció
como fallecen tantos y tantos venezolanos en circunstancias sencillamente
inaceptables.
Juan Carlos Loyo:
“Rectitud Bolivariana y Revolucionaria. Digno hijo del Comandante. Tu muerte
Camarada deberá ser aclarada. Eliecer Otaiza hermano de lucha!” Claro que
hay que aclarar esa muerte. Pero hay que aclararlas todas. Elías Jaua,
mucho más parco: “Camarada Eliecer Otayza hasta la victoria siempre”. Y
con estupor leemos el tuit de María Iris Varela: “Debemos decirlo, Eliecer
camarada tu muerte será vengada”
¿La venganza es contra
quién, Ministra Varela? Curioso que usted que es ministro, es abogado y es
representante del régimen no diga: exigimos justicia, se hará justicia, se hará
una investigación. No. Usted promete es venganza. ¿Venganza contra quién?
¿Quién mató a Eliecer Otayza? ¿Quién?
Ojalá esta lamentable
muerte, este inaceptable asesinato, de pie para que se puedan investigar en
firme, en serio, todas las demás muertes violentas y asesinatos que arrasan y
diezman nuestra población.