Salvar lo
mejor de la obra y vida de Hugo Chávez
Por: Heinz Dieterich
1. “Venezuela
no es Ucrania”
“Venezuela
no es Ucrania” dice el Presidente venezolano Nicolás Maduro. Efectivamente,
Venezuela no tiene una superpotencia nuclear a su lado, conducida por un
estratega geopolítico, cuya Fuerza Armada está preparada para intervenir
militarmente contra Obama y la OTAN, si siguen con su intervención anexionista
en Ucrania. Tampoco la Fuerza Armada de Venezuela ha publicado una advertencia,
como lo hizo recientemente la de Ucrania, solicitando al Comandante Supremo –-Presidente
Yanukovich-- “tomar medidas inmediatas, dentro del marco de la ley, para
estabilizar la situación en el país y llegar a un acuerdo con la sociedad”.
Sin embargo, en todo lo que atañe a la sobrevivencia del gobierno Maduro ante
la Contrarrevolución Naranja, Venezuela sí es Ucrania.
2. Carácter
y fin del conflicto en Venezuela y Ucrania
El
conflicto en Venezuela es un conflicto hegemónico entre la facción
neoliberal-proimperialista (López, Capriles) y la facción socialdemócrata
(Maduro, Cabello) de la clase política nacional, por el control del
plusproducto petrolero. A diferencia de esta batalla nacional por el petróleo,
la batalla por Ucrania es geopolítica. Se trata de la anexión del país a las
esferas de influencia de las dos superpotencias mundiales. El resultado final
de la Contrarrevolución Naranja en Ucrania es autoevidente: anexión a la OTAN o
división del país entre la OTAN y Rusia. ¿Cuál es el desenlace previsible de la
Contrarrevolución Naranja en Venezuela?(...)
3. ¿Sobrevivirá
la 5ta República?
En un diálogo
nocturno con el amigo Hugo Chávez me dijo que alguna gente le recomendaba
gobernar con las Fuerzas Armadas y con los pobres y me preguntó, qué pensaba de
esto. Le dije que era una estupidez de gente ignorante. Que un gobierno estable
en la sociedad moderna sólo era posible si se basaba en el centro político del
país. No lo comentó, pero el hecho es, que ésta fue la gran contribución de
Hugo Chávez a la estabilidad política en Venezuela: la creación de un centro
político de la 5ta República, compuesto por sectores de las clases medias,
populares, burocracias, burguesías, y financiado vía la renta petrolera. La
crisis actual resulta del hecho, de que ese original esquema de cooptación
clasista del Comandante actualmente ya no es costeable. En consecuencia, la
influencia del centro de gravitación del “bolivarianismo” se diluyó (a partir
de 2010). Hoy día, el sistema se desintegra rápidamente, acelerado en su
desintegración por la incapacidad total del gobierno de entender el proceso y
controlarlo.
4. ¿Cómo
salvar el proyecto de Hugo Chávez?
El actor
político que presente primero un esquema convincente para la evolución del
Centro político construido por Chávez, en las condiciones actuales de
Venezuela, gobernará al país. Para el gobierno esto significa que su sobrevivencia
pasa por una inmediata solución estructural de la crisis económica y la creación
de una narrativa que pueden preservar las lealtades de los antiguos aliados del
Bloque del Centro.
En ambos
campos, el record del gobierno es abismal. A casi un año de haber asumido la
investidura central, el Presidente no ha presentado un programa coherente ni
tomado ninguna acción decisiva, para conjurar la crisis estructural del modelo
heredado de Hugo Chávez. Por ejemplo, la Ley Orgánica de Precios Justos y “ganancias
justas”, destinada, según Maduro, a “reorganizar todo el proceso económico
venezolano”, es un documento quijotesco que hará colapsar la economía
definitivamente. En lugar de medidas audaces sistémicos que requiere el rescate
de la economía, se improvisan medidas paliativas y populistas en este paraíso
socialista, donde el capital bancario paga menos impuestos que los obreros y
donde sectores parasitarios se apropian impunemente con la ayuda del Estado de
la renta petrolera.
El “Plan
de Paz y Convivencia” es otro ejemplo patético de cómo se manejan los asuntos
del Estado en la crisis actual. Solo ofrece generalidades, policías adicionales
y exquisiteces, como cursos de carpintería en centros penales. Según el
Presidente, el mega magnate Gustavo Cisneros le dijo que quiere “contribuir de
corazón” a esa propuesta de paz. ¿Y, por qué no? “Paz” para los magnates es la
paz para explotar. Y esta paz no está en peligro en Venezuela.
5. Los
decisores
Los que
hemos trabajado con Presidentes y altos oficiales latinoamericanos sabemos in
concreto, que el último decisor de la política en regímenes burgueses es la
Fuerza Armada. Su intervención toma diferentes formas. La advertencia de la
Fuerza Armada de Ucrania a Yanukovich, de llegar a un acuerdo con “la sociedad”
es, de hecho, un ultimátum “elegante”. A Jamil Mahuad, Presidente ecuatoriano,
la Fuerza Armada le puso un avión en el aeropuerto y le dijo que no podía
garantizar su seguridad, si no lo tomaba. En 2002, con el golpe de Estado en
progreso, los militares en torno al General Baduel en Maracay, decidieron la
disyuntiva del país en favor del proyecto bolivariano. En Polonia, entre 1980 y
1983, con la fuerza militar y la ley marcial se trató de salvar el Socialismo
del Siglo 20. Y en Nicaragua, después de la derrota electoral del Sandinismo,
fue la condición del FSLN, de sólo reconocer el resultado electoral, si no se
tocaba la estructura de mando de la Fuerza Armada y de la Policía, la que
impidió la matanza planeada de sus cuadros.
Las Fuerzas Armadas, las elites o vanguardias y las masas, son
las fuerzas decisivas, cuando las modernas sociedades de clase entran en crisis
sistémicas. Por el bien del pueblo venezolano esperamos que esos decisores
pronto logren consensuar un proyecto de salvación nacional que facilite la
transición pacífica de la 5ta a la 6ta República. La 5ta República ya es pasado. Sólo su evolución
progresista puede salvar lo mejor de la obra y vida de Hugo Chávez.