El equipo del Dr. Salvador Macip, del Departamento de Bioquímica
en la Universidad de Leicester en el Reino Unido, ha demostrado un tratamiento
novedoso para la tricoleucemia (HCL, por las siglas en inglés de Hairy Cell
Leukaemia), un raro tipo de leucemia o cáncer de la sangre.
La investigación indica que el Vemurafenib, un medicamento
aprobado para tratar el melanoma pero del que no se había probado su acción
frente a leucemias, es también capaz de tratar a éstas.
Macip, Martin Dyer y Jesvin Samuel constataron que el tratamiento
con este fármaco, que puede tomarse de forma oral, retiró las células malignas
de la sangre del paciente, y llevó a una recuperación clínica completa en unos
cuantos días. Hay que tener en cuenta que este paciente había agotado todas las
demás opciones de tratamiento, por lo que el resultado de esta investigación no
es solo un éxito científico sino también una victoria en la lucha de una
persona para salvar su vida.(...)
Un estudio genético de las células sanguíneas del paciente
permitió al equipo de Macip identificar una mutación en el gen BRAF que suele
ser encontrada en los cánceres de piel. A partir de aquí, y teniendo en cuenta
que el Vemurafenib ha demostrado tener éxito como inhibidor de una enzima
codificada por una mutación del gen BRAF asociada a ciertos melanomas, los
investigadores optaron por usar este medicamento contra las células cancerosas.
Al paciente se le extrajeron muestras de sangre diarias para
analizar los efectos del fármaco de la manera más precisa posible, y ver cómo
exactamente actuaba éste.
El fármaco ejerció con éxito su acción y mató a las células cancerosas. |
Éste es uno de los primeros
ejemplos clínicos de tal tratamiento para el caso de la tricoleucemia. El
equipo de Macip es el primero que ha hecho un estudio bioquímico de las
muestras, descubriendo, entre otras cosas, que el perfil de conducta del
medicamento en el escenario investigado no es tal como se asumía que era.
El trabajo
pionero realizado por estos científicos hace pensar que los fármacos usados
en la actualidad para tratar ciertos cánceres podrían ser aplicados en otros
tumores malignos que comparten un trasfondo genético similar. Y también
constituye un buen ejemplo de un concepto emergente al que se describe como
"medicina de precisión", y que se basa, sobre todo en casos de
vida o muerte, en escoger el tratamiento más adecuado guiándose no solo por
la enfermedad que padece el paciente, sino también por la composición
genética exacta de éste; es decir que el tratamiento se diseña para un
individuo con una enfermedad, no para todos los individuos con ella.