La representante de la Unión de
Mujeres Saharauis celebra que la décima edición del FiSahara homenajee la labor
de la mujer para mantener vivo el espíritu de resistencia de todo un pueblo.
Critica además la hipocresía del Gobierno español ante el Sáhara
SERGIO LEÓN
Madrid
Periodista, profesora y,
sobre todo, activista. Jadiyetu Mohtar lleva toda su vida luchando por los
derechos del pueblo saharaui. No ha tenido más remedio. Primero fue la
colonización de España y, posteriormente, la ocupación de
Marruecos.
Con motivo del X
aniversario del Festival de Cine
Internacional del Sáhara (FiSahara), la representante de la Unión de Mujeres Saharauis (UNMS) en
España y miembro de la Delegación Saharaui para España, reivindica la labor de
la mujer saharaui en los campamentos de refugiados, donde ha enseñado
castellano en sus diferentes escuelas.
Ella fue la voz del Sáhara
libre en las radios que emitían desde las zonas liberadas de las dos
administraciones, tanto la española como la marroquí. La lucha por la autodeterminación
del pueblo saharaui, defiende, no debe ser impedimento para
reivindicar todo tipo de derechos. "Las mujeres árabes no se van a echar
atrás ni un palmo", advierte.(...)
¿Qué importancia tiene la
celebración del FiSahara para la población saharaui?
En primer lugar, el
FiSahara es importante porque es un instrumento cultural que ayuda a la
difusión de la causa saharaui, aunque sea por unos días. Esa difusión llega a
mucha gente que, a su vez, ayuda a visibilizar el problema saharaui, tanto el
político y el humano humano, algo a lo que ha contribuido especialmente la
mujer saharaui. Estamos muy presentes en la escena internacional y gracias a
ello hemos aprovechado para entablar relaciones con otras organizaciones
feministas, profundizar en otros campos más de género y poner nuestro granito
de arena en esa lucha global que tenemos las mujeres.
El festival, en el año que
celebra su décimo aniversario, está dedicado a la mujer saharaui
Los campamentos son un
ejemplo de dignidad donde el ser humano sobrevive como persona, aunque pase
hambre
La labor de la mujer
saharaui es fundamental. Es el pilar y el sustento de la resistencia en los
campamentos. Si no fuera por su fuerza y toda la infraestructura organizativa
que han montado de gestión y gobernanza, creo que no hubiera sido posible tener
los campamentos como están a día de hoy. Son todo un ejemplo de organización.
No son los típicos campamentos donde los refugiados viven esperando una bolsa
de comida. Son un ejemplo de dignidad donde el ser humano sobrevive como
persona, aunque pase hambre, manteniendo la dignidad por encima de todo. Creo
que las mujeres hemos jugado un papel importante para que nuestra población no
decaiga.
En la presentación del
FiSahara de este año usted comentaba que las mujeres no tienen
primaveras, sino que llevan 38 primaveras árabes
Y vamos a tener muchas
más. Pienso que nuestra lucha no es sólo el de resistir en los campamentos y
pelear por el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Tenemos unos
objetivos, y son los de seguir luchando por nuestros derechos como personas,
primero, y luego como mujeres. La participación desde un principio en la lucha
por la liberación nos ha permitido posicionarnos e ir escalando y ocupando el
puesto que nos corresponde. Hemos estado un siglo bajo ocupación colonial
española y eso ha mermado mucho la presencia de derechos de las mujeres. La
situación es muy triste. Hemos sufrido una invasión y un éxodo masivo de unos
campamentos, pero por lo menos hemos aprovechado para hacernos más fuertes.
Nuestra lucha no se basa solamente en volver a nuestro país, sino también en
seguir trabajando en la construcción de nuestra sociedad. Tenemos asumido ese
papel. Yo creo que en estos 38 años el mayor trabajo que han hecho las mujeres
es formar precisamente esta conciencia.
El papel de la mujer en
las revueltas populares en el mundo árabe ha sido, en la mayoría de los casos,
esencial. Sin embargo, las esperanzas de avance para la mujer se han visto frustradas
ante otro tipo de reivindicaciones. ¿Temen algo parecido con la causa saharaui?
Nosotras, como Unión
Nacional de Mujeres Saharauis, estamos sensibilizando y mentalizando a las
mujeres de que eso no puede pasar, de que no debemos dejar que eso pase nunca.
La experiencia de otras revoluciones donde las mujeres que han participado han
tenido que sufrir que al conseguir la independencia se han mermado sus derechos
nos sirve de ejemplo a no seguir.
"No podemos
permitir que se mermen nuestros derechos como ciudadanas"
Tenemos que concienciar,
tenemos que formar, tenemos que educar y tenemos que poner en aviso a las
mujeres. Es nuestra forma de hacer política. A nivel colectivo eso no puede
pasar, porque tenemos que luchar en ese sentido, no podemos permitir que se
mermen nuestros derechos como ciudadanas. A nivel individual, cada una tendrá
la conciencia que quiera y luchará en la forma que quiera, pero a nivel
colectivo, como mujeres, como miembros de una sociedad, como parte y mitad de
una sociedad, no lo vamos a permitir. Las mujeres árabes no se van a echar
atrás ni un palmo.
¿Es posible una sociedad
igualitaria en el mundo árabe?
Hemos educado a las
mujeres para que sigan luchando y les hemos demostrado que si no se lucha no se
consigue nada. Y esto se ha visto ahora en los países europeos, donde con la
excusa de la crisis, los gobernantes han aprovechado para recortar derechos y
garantías no solamente para las mujeres, sino también para toda la sociedad.
Creo que eso es un punto de inflexión donde las mujeres en cualquier parte del
mundo debemos entender que nadie nos regala nada, que los Gobiernos no nos
regalan nada, que tenemos que seguir luchando para legitimar día a día los
derechos a través de leyes y a través de propuestas para que nos tengan en
cuenta.
Ante la situación actual,
¿qué es lo que pueden exigir al Gobierno del Frente Polisario?
Como te comentaba, la
crisis económica occidental nos ha ayudado a percatarnos de que nada es seguro.
Los que, en el mundo más moderno, más desarrollado, pensaban que ayer tenían
ciertas garantías, se han dado cuenta de que eso no es así porque de un
plumazo, en una mera sesión de Gobierno, de apenas una semana a otra, te pueden
recortar tus derechos a través de un decreto ministerial, presidencial o como lo
quieras llamar. Nosotros todavía estamos luchando por un derecho fundamental
inalienable, el derecho de autodeterminación.
"El discurso de
Mariano Rajoy ante Naciones Unidas me suena a chino"
El resto de los derechos,
queremos tenerlos, estamos luchando por tenerlos, pero no podemos exigir a
nuestro Gobierno ciertas cosas porque no estamos en nuestro país. Somos un país
dividido, tenemos una mitad bajo administración marroquí y la otra mitad en el
exilio. Los que estamos en el exilio estamos imponiendo unos derechos, pero,
ciertamente, nuestra situación nos limita. Vivimos de la ayuda internacional.
Con lo cual puede que nuestro Gobierno ahora mismo nos diga que tiene una
excusa, que es un Gobierno en el exilio, que depende de la solidaridad, y no
nos puede ofrecer más allá de lo que tenemos ahora mismo. Pero eso no quita en
el futuro debemos seguir exigiendo más cosas.
¿Qué opinión le merece el
último de discurso de Mariano Rajoy -"España apoya una solución política
justa que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara
Occidental"- en Naciones Unidas?
A mí las palabras de Rajoy
me suenan a chino. No vale decir algo en la tribuna de la Asamblea General de
la ONU cuando es incapaz de hacerlo aquí en el Estado español. ¿Qué pasa, que
cree que estando en un sitio tan lejano el pueblo español no le puede oír? A lo
mejor cree que como solamente le oyen los dignatarios internacionales lo puede
decir con la boca bien grande, pero aquí, ante la sociedad civil española y
cerca de Marruecos no lo puede hacer o lo dice con la boquita pequeña. Tiene
que tener un discurso más real, más acorde con sus principios y no engañar a la
comunidad internacional. Por un lado defiende ciertas cosas ante las Naciones
Unidas y, por otro, aquí tiene otro discurso totalmente diferente. Quizás tiene
miedo a las preguntas de los medios de comunicación o porque tiene en la calle
Serrano la embajada marroquí.