Ernesto Carmona (CIAP-FELAP, especial
para ARGENPRESS.info)
Fueron
repatriados a París los cuerpos de Ghislaine Dupont (57) y Claude Verlon (55),
periodistas de Radio Francia Internacional (RFI) asesinados en Mali el sábado
2, mientras cubrían una ofensiva militar francesa de impronta colonial. Sin
fotógrafos ni periodistas, los cuerpos arribaron discretamente, en presencia de
François Hollande, el presidente “socialista” de Francia, y de los ministros de
Cultura y Comunicación, Aurelie Filippetti, y de Exteriores, Laurent Fabius.
Dupont,
de 57 años, y Verlon, de 55 años, fueron secuestrados el 2 de noviembre en
Kidal y sus cuerpos sin vida aparecieron tiroteados horas después, sin saberse
con certeza quiénes los ejecutaron ni por qué lo hicieron. El ministro de
Exteriores francés, Laurent Fabius, atribuyó el domingo las muertes a “grupos
terroristas” y dijo que los reporteros fueron “asesinados a sangre fría”. Ambas
víctimas se suman a la larga lista de reporteros muertos este año en zonas de conflictos
alentados por las grandes potencias.(...)
El
nuevo rol de los periodistas
Los
reporteros cubrían la invasión militar francesa lanzada en enero en Malí por el
gobierno de Hollande. “Cuando empecé a hacer grandes reportajes en Norte-Kivu
[una región de la República Democrática del Congo] en 1994, ser periodista
otorgaba una especie de protección", recordó la periodista francesa
Florence Aubenas. La gente entendía que no éramos beligerantes y pintábamos
'Prensa' con orgullo en nuestros vehículos. Hoy ya nadie lo hace, no te
protege, al contrario. Este cambio de los últimos 20 años me sorprende mucho”.
Según
Aubenas, la imagen de los periodistas en la zona de conflicto ha cambiado.
“Antes los periodistas internacionales éramos considerados testigos neutros,
ajenos al conflicto. Pero ahora se ha perdido en parte ese respeto y nos ven
como testigos comprometidos”, asegura la reportera. “En Siria el cambio es
impresionante. Cuando estuve allí hace un año y medio la gente nos acogía y nos
protegía. Pero poco a poco nuestra imagen ha empeorado y los sirios nos dicen
'No hacéis nada por nosotros'”, aseguró Aubenas. “Esto nos incita a reflexionar
sobre nuestra manera de trabajar”, dijo la reportera.
La
invasión colonial de Francia a Malí
La
invasión de Francia se inició formalmente el 11 de enero en Malí, en la
denominada Operación Serval, con el aval del Consejo de Seguridad de la ONU,
bajo el pretexto de colaborar con el gobierno maliense contra grupos rebeldes
de un país sumido en la inestabilidad política. Los franceses controlan Gao,
Timbuktú y Nidal, entre otras ciudades
Inicialmente,
el gobierno Hollande destino más de 100 millones de euros para financiar
equipamientos, soldados y logística militar, justo cuando el pueblo de Francia
sufría las medidas económicas de ajuste que supuestamente paliarán la crisis
generada por las políticas de la Unión Europea.
Las
fuerzas neocoloniales francesas se desplegaron tras el dominio de bienes
comunes en la región occidental de África, como Níger y sus minas de uranio.
Otras potencias neocoloniales se sumaron de inmediato a la iniciativa militar
de Hollande y su gran aliado Barack Obama apoyó la invasión desde el comienzo
con logística militar, mientras la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) del
Pentágono controlaba simultáneamente su teléfono móvil, de acuerdo a las
relevaciones de Edward Snowden..
Semanas
antes de la invasión, EEUU acordó destinar 50 millones de dólares del
departamento de Defensa para ayudar a Francia. En febrero, Obama anunció al
Congreso que 100 soldados de su país estaban desplegados en Níger para
"recolectar información de inteligencia y facilitar el intercambio de
datos con las fuerzas francesas en Malí".
La
Unión Europea (UE) tampoco se quedó atrás y autorizó el despliegue de una
misión al costo de 12,3 millones de euros, con 450 hombres para “entrenamiento
del ejército maliense” durante 15 meses, con la participación de 20 países. Los
gastos militares fueron aprobados por los gobiernos de países que tratan de
paliar la severa recesión económica con los viejos ajustes contra sus pueblos.
Francia
anunció en enero 2013 que su invasión terminaría en marzo, pero la semana
pasada, en los días de la muerte de los periodistas Dupont y Verlon, su
ejército anunció refuerzos para una operación a gran escala en el norte de
Malí, con despliegue de nuevas tropas avaladas por la ONU con el argumento de
presionar a los grupos armados que operan en la región. El Consejo de Seguridad
de ONU exigió “mayor seguridad”.
“Nos
hemos comprometido con el ejército maliense y la Misión Integrada de las
Naciones Unidas para la Estabilización de Mali (MINUSMA) para llevar a cabo una
operación a gran escala en el norte del país”, informó el vocero del Estado
Mayor del Ejército francés, coronel Gilles Jaron. Luego. Agregó que el objetivo
del despliegue era “presionar a los movimientos terroristas para evitar que
vuelvan a atacar”, según un reporte de Periodismo Internacional Alternativo
(PIA).
La
llamada operación “Hidra” sumará 1.500 tropas de Hollande, la ONU y Mali. Según
las autoridades de Francia, harán operaciones concentradas geográficamente y de
corta duración en busca de garantizar la “estabilidad” para las próximas
elecciones legislativas. Esta intensificación de la invasión se produce a un
mes de la asunción del nuevo presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita,
elegido en un proceso electoral manejado por Francia, que mantuvo su invasión
durante este proceso “democrático”.
Las
tropas “Hidra” se suman a otros 3.000 soldados franceses desplegados en Mali
para la “Operación Serval”, después que el representante de la ONU en la región
africana, Bert Koenders, anunciara una “escalada de violencia”, llamara a la
comunidad internacional a colaborar con la “estabilización” y pidiera acelerar
“el envío de militares y helicópteros” para reforzar la MINUSMA.
Desde
que comenzó la invasión, Hollande tiene respaldo político, económico y
logístico de EEUU, España, Alemania, Canadá y la Unión Europea. La ONU aportó
alrededor de 6.000 cascos azules y la UE lanzó su “misión de entrenamiento y
asesoramiento” al ejército local con casi 500 soldados en tierra africana.
Militarismo
y saqueo
La
política de invasión complementa la que lleva a cabo el Comando África de EEUU
(AFRICOM), cuyo disfraz diplomático pregona al mundo que las fuerzas
estadounidenses y africanas son socias en una guerra contra el “terrorismo” y
otros conflictos. EEUU invoca la estrategia de “ayuda humanitaria” para
esconder un saqueo económico.
Parece
chiste, pero en junio 2013 Hollande recibió el premio “Félix Houphouët-Boigny”,
el máximo reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por “fomento de la paz” y “por su
acción en África”, es decir, por promover esta guerra con la invasión en Malí.
La UNESCO valoró su “solidaridad” con África y la intención de acabar con la
violencia de “los rebeldes armados”.
Ernesto
Carmona, periodista y escritor chileno, presidente de Ciap-Felap (Comisión
Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de
Periodistas)
Fuentes:
–Diario
El Comercio
http://www.elcomercio.com/mundo/Periodistas-zona-guerra-conflictos-reporteros-peligros-riesgos-asesinatos-secuestros_0_1022897840.html
–Periodismo
Internacional Alternativo
http://www.noticiaspia.org/invasion-en-mali-francia-destino-100-millones-de-euros-para-el-depliegue-militar/
http://www.noticiaspia.org/hollande-recibio-premio-a-la-paz-de-la-unesco-por-la-invasion-en-mali/#sthash.qF9W7oNG.dpuf
http://www.noticiaspia.org/francia-lanzo-nueva-operacion-militar-de-gran-escala-en-mali/#sthash.0TgokgAX.dpuf